El niño que ahora Lacie sabía que se llamaba Roberto. Se aferró a ella con fuerza de su cuello, como si temiera que desapareciera si la soltaba. Renaldo se quedó parado un momento, tratando de comprender lo que estaba sucediendo. Luego se acercó a Lacie y Roberto y los abrazó con fuerza. —Lacie ¿E
«Se robaron al hijo de Ámbar, ella pide que se lo devuelvan», «Robaron a su hijo, la familia Ferrari es una familia malvada que atropella a los menos favorecidos». «¿Quién es el padre del niño? Podría ser Renaldo Ferrari, o ¿Será otro?». «La familia Ferrari está a cargo de un hijo ilegítimo de Re
—Pero, si tienes menos, no es hijo de Renaldo… y será un camino más difícil adoptarlo —dijo con una expresión de tristeza. —Porque no hacemos lo que te dije… pueden sacar tus óvulos y… — —Yo congelé unos óvulos en Estados Unidos, podemos o bien llevar los espermatozoides de Renaldo hacia allá o tr
Renaldo y Taddeo se quedaron viendo el rostro de confusión de la joven, y no pudieron evitar reírse frente a su reacción, aunque esto no le gustó a la chica. —En serio, no se rían, alguno de ustedes pudiera explicarme esto que para mi resulta muy confuso y como si me estuvieran hablando en un idiom
Le contó a la doctora de todos sus síntomas, ella anotó y le pidió realizarse varios exámenes de sangre, tomó el papel, y se dirigió al laboratorio, sin detallar las pruebas que le ordenaron hacer. —Señora, en un par de horas estarán los resultados y se le enviaran a la doctora, con copia a usted p
Un mes después. Había pasado un mes y medio desde la operación de Renaldo y todo había salido bien, los exámenes habían arrojado que el trasplante estaba funcionando de manera satisfactoria, no había tenido ninguna complicación y había sido dado de alta hacía unos días, no esperaba la hora cuando e
—No digas eso, te mereces todas las cosas buenas… de ese pasado no solo fuiste tú quien se equivocó, yo también lo hice… mi inmadurez, mi empeño de hacer que me quisieras… mi fijación contigo a punto de rayar en la obsesión… debí actuar de otra manera y… —esta vez, fue él quien la interrumpió. —Yo
Él asintió y se levantó de la tumbona, con un poco de lentitud, y ella lo ayudó a caminar hacia el interior de la habitación. —Me parece excelente, y mejor si nos duchamos juntos, así ahorramos agua y contribuimos con el medioambiente —dijo con una expresión de picardía y ella no pudo evitar reírse