—Nunca le oculto las cosas a tu padre y… —Renaldo la interrumpió.—Entonces, no te digo nada… me voy a África mamá y … —la voz molesta de Camilla se escuchó al otro lado.—¡No me mientas! Prometo hacer lo posible en no decirle a tu padre, a menos que haya una emergencia o su acoso sea mucho, es lo m
Renaldo fue arrastrado a un salón donde le revisaron los efectos personales, y le sacaron todo lo que tenía que ver con útiles personales, solo le dejaron la crema dental y el cepillo, le dieron un número que lo identificaba y con el cual lo llamarían, a partir de ese momento. Renaldo comenzó a te
Los días pasaron, sufriendo la indiferencia de sus compañeros de celda, de la soledad, de la discriminación y del trato inhumano, allí se dio cuenta de que ese lugar era el infierno en la tierra. Por su parte, siempre se mantenía callado, se dio cuenta de que a la larga era lo mejor, cuando lo mand
Cuando el ácido y el calor lo golpearon, su cuerpo se convulsionó, comenzó a sentir todo su ser pesado, su respiración se agitó, pese a ello, continuó luchando para no caer, por no perder el conocimiento, por temor a lo que pudieran hacerle, pero por más intento de mantenerse despierto, no pudo cont
Varias horas después había sido terminado de operar, no solo Taddeo donó sangre, sino que Luke, había tenido un presentimiento sobre su gemelo y llamó a sus padres, por eso había llegado minutos después, también estaba Alessandro y le avisaron a Carlotta, quien estaba en un vuelo con destino a Roma,
Hablaron un par de minutos y luego cortó la llamada, se quedó viendo el celular y su mano se dirigió a la cuenta de Inst4gram de Renaldo… pero al revisar su contenido era de hace mucho tiempo atrás… se regañó por haber hecho eso. —¡Eres una idiota Lacie! ¿Por qué tienes que seguir pensando en él, s
Alessandro suspiró, sabía que habían prometido a su hermano no hablar de ese tema, sin embargo, sentía que no podía dejar que siguieran juzgándolo sin conocer la verdad. —Desde la muerte de Lacie y el bebé, Renaldo se ha culpado de sus muertes… aunque no fue su culpa, ese día él estaba preparando t
—Hijo que bueno que viniste ¿Te serví tu comida favorita? —le dijo Camilla llamando para que comiera. —No tengo hambre mamá… —sus palabras fueron interrumpidas por Sandrita. —Tío, debes comer para que… seas más fuerte… vamos a comer —y para no hacerle desaire a su sobrina, terminó sentándose a com