Hablamos de tantas cosas que dejo a un lado todas mis preocupaciones como jefe de la mafia, porque ella si me ayuda a sentirme como un hombre que puede hacer otras cosas sin tener que involucrar mi trabajo y no solamente la violencia y amenazas que como jefe de la mafia realizo.

Es esa comodidad que ella me proporciona lo que me ayuda a ceder al cansancio sin temor a que ella pueda hacerme daño mientras bajo mi guardia y duermo a su lado. Sin embargo, los malos pensamientos aparecen materializándose en mis sueños al punto de desesperarme.

Ya que, en mi sueño Axael es quien me traiciona y mi padre vuelve a colocarme esa cadena que me impide respirar cuando lo necesito, justificando ese trato porque soy un inútil.

— ¡No! — grito de inmediato.

— Tuviste una pesadilla. — susurra Axael con su mano en mi frente.

— ¡¿Qué haces ahí?!

— Ya no podía dorm