Escuchar esas palabras hace que me siente inmensamente feliz porque quiere decir que todo el esfuerzo que estoy realizando para que mi esposa se sienta mejor y también su estado de ánimo mejoren, han dado los resultados que esperaba.
— Pajarita…— Estoy de acuerdo, pero, no puedo evitar sentirme culpable por todo.— No te sientas mal porque tengo que trabajar en más cosas, mejor vamos a concentrarnos en agradecer que tenemos la oportunidad de poder estar juntos. Porque sea paseos lujosos o no, lo único que me interesa es poder compartir contigo y nuestra Eloise.— ¿En serio piensas así? — pregunta ella completamente conmovida.— Sí.— Cariño, no me importa si estamos en una casa grande o pequeña, lo único que me interesa es que estemos bien y siento que aunque mi enfermedad a veces nos hace tener sustos, tú y yo estamos muy bien.Mi esposa se ve tan tranquila que siento que he logrado cosas increíbles solamente observando como ella incluso sintiendo dolor puede sonreír. Pero como quiero seguir escuchando palabras agradables hacia mí comienzo un drama.— ¿Qué hay de tu esposo? Él debe ser un buen hombre. — digo y puedo asegurar que parezco un perrito esperando mucho cariño.— ¿Eh?— Ya sabes a lo que me refiero, quiero saber si tu esposo es alguien increíble. — digo y ella niega.— Puede hacerlo mejor, pero no le digas a mi esposo, es alguien que se afecta muy rápido. — dice ella.De inmediato, la observo indignado y lo que hace es reírse en mi cara. Incluso lo hace tan fuerte que asusta a nuestra hija y ella comienza a llorar por lo que no tiene otra opción que abrazarla y arrullarla para poder calmarla.— ¿Te has dado cuenta de la injusticia
Llegamos a nuestro destino y solamente cuando mis escoltas me dicen que todo está bajo control es que permito que mi esposa baje para poder sentarse en el césped con nuestra hija mientras los chicos comienzan a colocar sus tiendas de campaña.— Pensé que todos iban a dormir en su casa rodante. — dice mi esposa y yo niego.— Eso no es posible, querida, hay muchos hombres que nos están escoltando para obtener buena seguridad y por mucho que quisieran ocupar el menor espacio posible, no entrarían todos en el vehículo.— No crees entonces que deberíamos nosotros…— Te agradezco mucho que pienses en los chicos, pero nadie va a invadir nuestro espacio personal. El único que tiene permitido entrar a nuestra casa rodante es el conductor o si algo sucede y los escoltas necesitan cuidarnos desde adentro.Mi pequeña pajarita está por quejarse, porque parece
Narra AxaelLo reconozco no hay un solo momento de mi vida en el que yo no me siento la mujer más afortunada del mundo desde que todo ha mejorado entre nosotros. Claramente, mi esposo no es el hombre perfecto, pero, al menos se esfuerza por complacerme de tal manera que sin duda todos los hombres deberían aprender de él para ser buenos esposos.— Realmente recuerdas cada detalle que menciono.— Incluso cuando no te amaba quería complacerte y para ello se debía estar atento a cada cosa que mencionabas. No sabía que ibas a ser tan importante para mí, pero el hecho de que no lo supiera no me daba el derecho a ignorarte.>> No hay un día en el que deje de reafirmar que conocerte fue lo más increíble de mi vida, uno en el que Dios fue tan bueno conmigo que me dio la oportunidad de conocerte y permitió que ello cambie completamente mi mente.‘Amo cuando se expresa
Todo en este momento podría clasificarse como la más grande felicidad para mí, porque aunque no me he curado de todas mis enfermedades, por lo menos ahora es más fácil de manejar.Ahora todo es tranquilidad para mí, ya no tengo que preocuparme porque mi hija nazca con vida, tampoco me preocupan los efectos de la quimioterapia porque ya lo han suspendido o que cuando muera mi hija no sea bien cuidada.‘Una a una se han ido todas las preocupaciones, sin duda eres una mujer bendecida por Dios.’ Me dice mi mente y yo no podría estar más de acuerdo.— Te amo, mi increíble y magnífica esposa.— Y yo a ti.— Sin duda, todo es perfecto en mi vida.Quiero decir que en mi vida también lo es porque muchas preocupaciones se han marchado y ahora disfruto de lo que realmente es una Luna de miel.Sin embargo, la paz que siento en estos momentos es interrumpi
El malestar hace que sea imposible para mí quedarme afuera observando como los chicos pelean entre ellos en forma de broma o simplemente se les cae más de diez veces la tienda de campaña que les ha resultado imposible de armar.— Creo que es momento de que entres. — dice Maximiliano y yo quisiera decir lo contrario pero me siento muy mal.— ¿Existe la posibilidad de que descanse un poco y regrese otra vez?— Solo si te sientes mejor, cariño. Recuerda que todas estas precauciones las hago por tu bien.— Lo entiendo, solo que no quiero estar todo el tiempo encerrada en la casa sobre ruedas.Comprendo perfectamente que mi condición no es la mejor, pero no quiero estar siempre encerrada, porque eso solo demostraría que he cambiado de lugar pero estoy en las mismas condiciones que antes cuando estaba en el hospital.— Debemos ser pacientes.— Hace mucho tiempo soy
Apenas me ha permitido Maximiliano despertarme levemente cuando ya me está diciendo todo los planes que tiene para nosotros durante estas vacaciones.— Lo mejor es que entres a la ducha, te bañes, coloques ropa abrigadora y cómoda, para que puedas salir a la fogata. Te aseguro que esta vez no habrá inconveniente porque yo seré quien va a encender la fogata y así evitaremos un incendio en el lugar antes que los chicos lo arruinen por completo.— Al menos deja que me despierte un poco.— No hay nada que la ducha no pueda despertar. Ve a bañarte, el tiempo apremia. — dice Maximiliano llevándome hasta la pequeña ducha de la casa sobre ruedas.‘Parece que este hombre está determinado a que no desperdicie un solo segundo de estas vacaciones, me sorprende que no me haya despertado antes.’ Me digo mentalmente— Si tienes algún problema con qui
El miedo me invade, apenas he podido tener minutos sin dolor de cabeza y ya sucede esto, tal parece que el destino se empeña en hacernos pasar malos momentos en estas vacaciones que posiblemente no puedan repetirse… por lo menos, no conmigo en ellas.— No puede ser.— Tranquila, pajarita, yo me voy a ocupar de todo esto. — dice Maximiliano todavía conmigo en brazos mientras todos los demás se encargan de todo para que no nos pase algo.— ¿Por qué razón se empeñan en hacernos tanto daño si nosotros no estamos molestando a alguien?— Voy a descubrir qué es lo que pasa, pero por favor no te alteres, eso te hace daño.Nuestra hija llora y no es para menos, los ruidos son demasiado fuertes incluso para mí, así que, continúo protegiendo a mi bebé con mis brazos mientras los chicos se mueven como un escudo cada vez que Maximiliano a
Aunque he podido calmar a mi hija, el hecho de que siguen disparándonos hace que ella salte del miedo y vuelva a llorar, por eso, Santiago busca algo por cada compartimiento del auto hasta que encuentra unos audífonos que de inmediato me entrega.— Estos aíslan el ruido por muy fuerte que sea, por favor úselo en la bebé. — dice Santiago sonriendo aliviado y yo no dudo en colocárselos a mi hija para ver si así puede calmarse.— Muchas gracias, realmente mi bebé necesitaba esto.Nuevamente entretengo a mi hija con los juguetes, mientras observo a mi alrededor implorando que esto termine pronto, pero las personas que han podido a acercarnos parecen ser buenos en lo que hacen.Un teléfono suena y yo tiemblo pensando en que pueden ser malas noticias, Santiago no duda en responder la llamada y la coloca en altavoz para que yo pueda escucharlo.— Estoy a sus órdenes, jefe.