Narra Maximiliano
Quiero mantener el control de mis emociones, pero es difícil. La confrontación con mi esposa es complicada, porque no puedo herirla y que al intentarlo solo podría causarme daño internamente, no es algo que es común en mí.Todo lo que sé sobre cómo manejar los problemas se van al demonio porque con mi esposa no puedo usar algo de eso y lo peor es que ella tiene razón, tiene la maldita razón, porque pude decirle que olvidé todo y apoyarla, pero mi orgullo y miedo pudo más.‘¿Qué vas a hacer, Maximiliano? Es tu oportunidad de oro para arreglar las cosas con tu esposa.’ Me digo mentalmente.— Esto es una maldita encrucijada. — digo con molestia.— Jefe…— Necesito un momento a solas. — digo con enojo.— Es difícil, ¿no es así? Mantener un matrimonio no es una tarQuería golpearme, porque soy un hombre destruido por no ser capaz de enfrentarme a situaciones que mi padre me expuso y yo estoy haciéndole lo mismo a mi esposa que ya tiene suficiente con su enfermedad.— ¿Qué debería hacer? Esta mierda es molesta.— ¿La quieres?— Más que mi vida, Axael está en lo más profundo de mi alma. Ella es la persona más valiosa para mí y por eso, me he esforzado mucho para que pueda quedarse más tiempo.— ¿Eres consciente de todo lo que has hecho? — pregunta mi padre.Solo recordar las personas a las que les rompí el cuello con mis propias manos por intentar secuestrar a mi esposa, me resulta estimulante. Estuvimos peleados, pero cualquier grupo que se atrevió a estar siquiera a un kilómetro de mi esposa, era capturado y si confirmaba mi sospecha, eran torturados hasta que la muerte se compad
Narra AxaelLos chicos suspiran profundo negando ante el fracaso de disculpa de su jefe, por lo que, después de varios minutos, uno de ellos lo busca y al poco tiempo él regresa.— Bien, continuemos hablando.— Lo dejaré claro, Maximiliano: no voy a renunciar a mi bebé. Tampoco quería renunciar a ti, pero si sigues determinado a tratar mal a la bebé deseando su muerte, puedes continuar el resto de mi vida lejos de mí.— ¿Qué quieres decir?— Podemos divorciarnos, Maximiliano. Desvinculemos cualquier conexión que tengamos y que cada uno siga su camino.— ¿Acaso no comprendes que todo lo que me está molestando es saber que alguien más me está robando tu tiempo conmigo? — pregunta Maximiliano ofendido y yo sonrío por su comentario.‘Es increíble lo ciego que alguien puede ser.’ Me digo mentalme
Amo a este obstinado hombre, de eso no tengo dudas, porque si no lo quisiera todo fuera más sencillo. Lo mismo sucedería con él, pero hemos demostrado el amor de la forma menos correcta.Pero, no puedo perdonar todas las faltas que nos ha hecho a nuestra hija y a mí por miedo. Lo hice una vez y quizás por hacerlo tan rápido fue que no pensó mucho para volver a hacerlo, por eso, ahora necesito que lo entienda.No quiero ver esto con orgullo, porque por el bienestar de mi hija, lo que menos necesito ahora es el orgullo, pero, si necesito que él entienda que con la única persona que nuestra hija y yo contamos es con él. Yo necesito que Maximiliano ame a la bebé mejor de lo que me amó, porque al final, será con él con quien se quedará mi bebé.— ¿Qué tipo de acciones quieres que realice?— Deja de desear la muerte de mi hija. No me
Maximiliano no es un hombre que cede completamente, en realidad, él se muestra más incómodo y preocupado aunque finge que todo está bien. La seguridad, es tan importante para él, que revisa que los chicos están haciendo sus rondas y como si estuviera un enfrentamiento importante, tiene auricular conectado en su oído, para comunicarse con los chicos.Aunque ha cedido sobre relajarnos un poco, la realidad es que sigue observando minuciosamente cada plan como si esto fuera una inversión importante que requiere de un estudio arduo.— A Maximiliano le gusta tener todas las cosas bajo control, pero cuando algo o alguien le importa demasiado, duda mucho y se desespera porque todo salga a la perfección. Pareciera que tuviera un trastorno obsesivo con la seguridad, los doctores y todo lo que puedas necesitar.— ¿Lo mismo sucedió con Luxie?— Se preocupó, pero no así
Los doctores justifican su mala noticia, mientras yo siento como el mundo se me derrumba, porque las cosas no están bien. Nada lo está.— Maximiliano…— Prometí ser más comprensivo. Así que, ahora te pido lo mismo, Axael. Esto es importante y si tanto quieres cuidar a la bebé, aceptarás esto. Porque no quiero que por complacerte, lo que tanto te ha costado proteger, muera.— No, no quiero eso. — digo sabiendo que no puedo priorizar mis deseos por encima de los de la bebé.— Entonces, ¿Qué piensas hacer, Axael?— Aunque te diga algo diferente estaré internada.— Me alegra que lo comprendas, cariño. — dice Maximiliano para continuar con la conversación desalentadora de los doctores.El señor Barack se acerca a mí, la lastima con la que me observa es evidente. Pero, no tengo energía para
Narra MaximilianoIntento despertar a Axael, imploro que despierte mientras masajeo su cuerpo o acaricio su vientre, pero escasamente abre los ojos, aumentando así mi angustia.— Por favor, Axael, mi amor, despierta.— Debe estar cansada. — dice mi padre, pero, yo siento que algo malo le está pasando.— ¡Está teniendo una crisis! — dice uno de los doctores y varias personas me apartan de ella mientras intentan hacerla reaccionar.No entiendo que está pasando o quizás, sí sé pero me niego a que ello suceda, porque aunque sé que puede pasar en cualquier momento, no me siento listo para renunciar a Axael. Porque esta vez, no podré verla en videos ni engañar mi mente diciendo que todo está bien cuando no es así.— Déjenme estar con ella. No me separen o se molestará porque…— Maximiliano, reacciona, el
Con dolor retrocedo dejando que los doctores se la lleven mientras las enfermeras se acercan a mí para darme los consentimientos para las cirugías, cuando eso no nos asegura que podrá salvarla.— ¿Por qué se ha adelantado todo? Dijeron hace poco que la iban a monitorear.— Su condición es delicada, señor Barack. Una de las razones por la que no aceptaron darle el alta es porque esto podía pasar en cualquier momento. Así que, comprenda que medicamente hemos hecho todo lo posible, incluso ahora nos estamos esforzando para tener a la bebé y la madre con vida. — dice la enfermera y yo reacciono.— Es verdad, no he orado lo suficiente. — digo firmando todos los documentos para correr a la capilla que hay en el hospital.‘¿Cómo pude olvidarlo? ¿Acaso creí que orar una vez al día era suficiente?’ me digo mentalmente deseando
Mi corazón se acelera frenéticamente, mientras mi mente comienza a proyectar la primera vez que cargaré a mi hija, cuando cambiaré su pañal, le dé su biberón, juegue con ella, permanezca despierto para cuidarla y muchas cosas más.Es entonces cuando comprendo que no quería vivir porque aún no estaba viviendo, no sentía y por eso, todo me parecía sin color… aburrido. Pero, ahora todo ha cambiado, me siento mucho mejor, porque incluso las cosas sin importancia a las que no les prestaba atención, vienen a mí con rapidez.‘Debo cambiar a mis escoltas, solo mujeres pueden entrar a la casa, quien miré por más de cinco segundos a mi hija, debe morir. Si alguien la hace llorar, va a pagarlo con su vida, si la ropa o juguete que quiere se lo arrebatan, va a morir esa persona.’ Me digo mentalmente.Uno a uno escribo que voy a tolerar y que no, pero,