Unos tontos, eso somos. Complicamos tanto todo por no ser sinceros y eso nos hizo sufrir más que la decisión misma que pudimos tomar si no hubiésemos dado tantas vueltas. Pero, afortunadamente, después de tanta presión y acciones confusas, las cosas se aclaran.
— El bebé debe estar lamentándose por tener unos padres tan tontos.— Yo soy el tonto, tú no, pajarita.— Los dos lo somos, tú por dar tantas vueltas con tu padre por no querer ser sincero y yo por creer tu mentira. Los dos somos unos tontos. — susurro y Maximiliano baja un poco su cuerpo para besar mi abdomen tensionando tanto mi cuerpo.— Lo siento, hijo, yo no te odio. Solo soy un padre incapaz de protegerte y que teme tanto por renunciar a ti, que solo puedo elegir cobardemente.— Vamos a tener a nuestro bebé, Maxi. No decidas tontamente, porque no aceptaré interrumpir mi embarazo.Estamos locos, de eso no hay duda, porque él se equivoca mucho y yo lo perdono rápido e incluso le entrego mi cuerpo para que disfrute completamente del placer que le proporciono al hacerme el amor.‘Quizás por eso necesitan terapia.’ Me dice mi mente.Afortunadamente logro calmar la desesperación de Maximiliano, porque se toma su tiempo para besarme y recorrer tanto mi cuerpo, que siento que la que va a entrar en desesperación soy yo.— ¿Cómo no iba a caer en tus manos si tu cuerpo es perfecto y tu forma de ser es demasiado atractivo? ¿Tenía oportunidad de no amarte cuando reparas lo que no has dañado y me ayudas a ser fuerte?— No digas ese tipo de cosas, por favor.— Por decir mentiras te hice sufrir y con eso casi me muero, así que, necesito ser honesto contigo para que mis disculpas sean sinceras. — dice Maximiliano dejando de besarme para da
Despierto desorientada y confundida, porque la cama todo está completamente oscuro y mi cuerpo siente como si hubiese dormido durante toda una estación. Complacida por no tener dolencias, miro el techo de la habitación hasta que las náuseas me hacen correr al baño.Toda celebración parece empañarse con el malestar, sobre todo, porque de inmediato, Maximiliano aparece para sostener mi cabello y acariciar mi espalda.— Todo está bien, tranquila. Estaremos bien. — dice Maximiliano.— Pensé que no iba a vomitar.— Lo he averiguado, me dijeron que son las náuseas matutinas. Es algo normal, parece que traer seres humanos al mundo es así de terrible.— Bueno, me alegra que no sean mis enfermedades las que se muestren con el vómito, si no, el pequeño revoltoso que tengo en mi interior. — susurro.— Pequeño revoltoso, entonc
Maximiliano trae mi cepillo de dientes, mientras yo me aseo después de vomitar, él calienta la comida y se sienta conmigo para desayunar. Cuando eso sucede, ya ha amanecido, por lo que, puedo ver sus hermosos rasgos faciales que ocultan la preocupación que de su mente no puede salir.En silencio, desayunamos pero, sé que incluso cuando come está pensando en el problema que parece ser serio, por eso, me levanto y me acerco a él.— Deberías comer. Solo has estado jugando con la comida sin llevar un poco a tu boca. — susurro y Maximiliano parece no escucharme, por eso, aparto el plato y coloco mi mano para que note el cambio.Pero, esta tan perdido en sus pensamientos que hace los mismos movimientos que realizaba con la comida, lastimando un poco mi mano.— ¡Maximiliano!— ¿Qué pasa? ¿Qué te duele? ¿Debo llamar una ambulancia? — pregunta Maxim
Maximiliano duda un poco, por lo que, lo abrazo intentando persuadirlo con besos, pero alguien corre hacia nosotros y por eso, mi esposo saca el arma que parece aparecer con solo desearlo.— Maximiliano, las cosas se han complicado, el enemigo quiere aprovechar esta grieta donde debes elegir un equipo para destruirte, sin duda, no puedes hacer esto desde la distancia. — dice el señor Barack.— Esto debe ser una maldita broma.— Vayamos, te aseguro que seré muy cuidadosa. Pero, es momento de partir, las vacaciones se cancelan.— No, querida, iremos a solucionar el problema si aceptas quedarte con al menos cincuenta hombres para que te protejan.— ¡¿Cincuenta hombres?!Maximiliano me observa con mucha seriedad así que sé que no está bromeando al decirme ello, él realmente colocará a tantos hombres bajo mi cuidado.— Pueden ser más con el tie
Decir que el viaje es cómodo sería mentirme, tengo comida y Maximiliano me cuida, pero, estar en una bodega no es algo agradable sobre todo, porque llega un momento en el que necesitamos oxigeno con ayuda de la mascarilla porque aquí es reducido.— ¿Cuánto tiempo falta? — pregunta el señor Barack.— Poco más de una hora.— Oh, voy a enloquecer.— Puedes esperar, ¿verdad? — pregunta Maximiliano.— ¿Se siente mal, señor Barack? ¿Alguna de sus heridas están molestando? — pregunto preocupada.— Estoy bien.— Maximiliano, enciende la luz, necesito confirmar lo que dice tu padre. — pido.Su padre no se queja o intenta decirme que todo está bien, por lo que, me preocupo más. Maximiliano enciende la luz para encontrarme a su padre inconsciente.— Tu padre no se encuentra bien, po
Maximiliano, no se despide de su padre, solo bajamos de la ambulancia y somos llevados lejos mientras los chicos nos escoltan mostrando sus armas sin alguna preocupación por alertar a las personas a nuestro alrededor.‘Parece que le importa poco que se enteren de nuestra ubicación.’ Me digo mentalmente.— No es tu culpa. — digo y él tensiona su cuerpo.— Por favor, no hablemos de eso, no me siento bien. — dice Maximiliano sin atreverse a mirarme.— Jefe, ¿desea tener el reporte de cómo van las cosas en el “juzgado”?Maximiliano asiente y yo solo escucho todos los asesinatos que han tenido lugar en ese “juzgado” uno que dudo que sea un juzgado real. Por eso, me quedo en silencio, ya que, no tengo idea de cómo intervenir.Con una seguridad muy grande, llegamos a una casa que parece una cabaña, no es tan grande como las demás propiedade
Posiblemente me ve como si estuviera loca, porque lo he rechazado y ahora lo estoy abrazando, pero, aunque no estaba en mis planes esto, es lo que mi cuerpo realiza porque no soy capaz de mantenerme al margen cuando veo en su mirada que está completamente destruido.— Nos hemos equivocado, Maxi, pero afortunadamente tenemos la oportunidad de arreglar esos errores. Así que, no te cierres a castigarte y refúgiate en mí. Yo también requiero con urgencia sanar y para eso te necesito. — digo impregnándome de su olor corporal mientras sus latidos agitados son el ritmo que mi oído escucha.— Esto es complicado.— No lo es, cometimos el error de ignorar a tu padre y por eso, estuvo…— ¡Casi muere! Por poco se cumple lo que le dije cuando intentó asesinarte en el hospital. — dice él completamente destruido.‘Finalmente ha verbalizado lo que se esfuerz
No sé en qué momento me dormí, pero cuando me despierto sé que lo hice durante mucho tiempo, porque ha amanecido y yo tengo ropa limpia y cómoda, además tengo mi intimidad limpia y yo no fui al baño después de hacer el amor con mi esposo.— Sin duda, fue obra de Maximiliano. — digo sabiendo que mi esposo no dejaría que alguien más me toque.Apenas giro mi cabeza, me doy cuenta que hay una nota con puño y letra de mi esposo, sonriente, porque es la primera vez que me deja una nota y un vaso de jugo. Con la felicidad al máximo, tomo la nota y la leo<< Quisiera quedarme muchas horas a tu lado acariciando tu abdomen como un pequeño perro que ama ser acariciado, pero debo ir a trabajar. Esta reunión tomará un tiempo, así que, probablemente tarde dos días en volver. Pero, no te preocupes, estaré bien.>>— Quien no