Todavía podía recordar el maldito día en que perdió todo por culpa del imbécil de su hermano, quien gracias a una trampa logro impresionar a su padre y de esta forma él consiguió ser considerado el próximo líder a pesar de ser el segundo hijo, aunque él no se quedó de brazos cruzados y busco vengarse de su hermano.

Lamentablemente no obtuvo el resultado deseado porque el miserable ya tenía un hijo, por lo que el título de líder se delegó a sus hijos alejándolo más de ese sueño de ser el próximo capo de la familia Domínguez, por lo cual se vio en la necesidad de asesinar a sus sobrinos y limpiar el camino.

Cuando supo de la muerte del segundo hijo de Martin se sintió ganador y ya solo faltaba esperar la llamada de su padre, pero se distancio un poco de esos asuntos para atender un problema con su hijo, aunque jamás se imaginó que, por ausentarse una semana, Martin aprovecharía ese corto tiempo y presentaría como heredera a su tercera hija.

Se maldijo internamente ya que jamás pensó que