Mylene siguió a la mujer, tratando de no perderla de vista mientras avanzaban por la casa. La rubia caminaba con una actitud un poco apresurada, como si estuviera molesta o impaciente por algo.Estaba empezando a sentirse un poco incómoda con la situación, pero no quería parecer descortés.Pronto, se dieron cuenta de que estaban alejándose cada vez más del jardín donde se llevaba a cabo el funeral. Mylene se preocupó un poco por esto, ya que no estaba segura de a dónde se dirigían.Además, los pasillos por los que pasaban eran oscuros y estaban decorados con cuadros antiguos y muebles antiguos. A ella le parecía como si estuvieran en un laberinto, y cada vez le costaba más reconocer el camino de regreso.Finalmente, la mujer detuvo su marcha en una habitación que parecía una biblioteca. Había estantes llenos de libros de todo tipo y una gran mesa de madera en el centro. La mujer se sentó en una de las sillas.Sin una pizca de sonrisa en su rostro, mientras Mylene se quedaba de pie, in
Mylene seguía sentada en el sofá, tratando de asimilar todo lo que la esposa de su padre le había dicho.Sus palabras la habían dejado confundida y preocupada, preguntándose si había estado equivocada todo este tiempo al pensar que el amor y la felicidad eran lo más importante en la vida.Recordó su infancia en el campo, cuando pasaba sus días jugando en la naturaleza y ayudando a su madre en la granja.Siempre había sido feliz con las cosas simples de la vida, pero ahora, en su nueva vida en la ciudad, se estaba sintiendo abrumada por todas las expectativas y presiones.Miró alrededor de la sala, llena de lujosas decoraciones y muebles elegantes. La vida que ahora llevaba era completamente diferente a lo que estaba acostumbrada, pero no estaba segura de que esto fuera lo que realmente quería.Aunque había aprendido a apreciar la belleza y la comodidad de su nueva vida, seguía anhelando la sencillez y la tranquilidad del campo.Decidió que no le diría a Leo sobre la conversación con l
Mylene y Leo se dirigieron hacia la entrada del edificio, con las multitudes de personas apresurándose detrás de ellos.Era difícil moverse a través de la multitud, y Mylene se aferró a la mano de Leo con fuerza, temiendo perderse. Pero Leo no parecía preocupado, y le dio una pequeña sonrisa tranquilizadora.Finalmente llegaron a la entrada, donde una pequeña multitud de personas se había reunido para presenciar la ceremonia de inauguración de la placa conmemorativa en honor al abuelo de Mylene.Leo la guio a través de la multitud, asegurándose de que no se quedara atrás, y finalmente llegaron a la primera fila.El rubio la abrazó suavemente, mientras la placa era revelada, y Mylene se sintió reconfortada por su presencia. Había sido un gran apoyo para ella durante todo el proceso, y ahora estaba ahí con ella para honrar a su abuelo.Observó con orgullo el escrito, que estaba adornada con el nombre y la fotografía de su abuelo. Se acercó para mirar un poco mejor aquella imagen, logran
Mylene abrió los ojos con sorpresa y miró de nuevo al hombre con detenimiento, notando ahora ciertas similitudes entre su apariencia y la de Leo.Su cabello rubio y la forma de su rostro, eran características que compartían, pero nunca había pensado en la posibilidad de que fueran familiares.-¿Usted es su padre? -preguntó Mylene, todavía sin poder creerlo del todo.Alonzo asintió con una sonrisa y se presentó formalmente ante ella. Mylene no podía evitar sentir una sensación extraña en su pecho, como si estuviera en medio de una película de drama familiar.-Mucho gusto, Mylene. -dijo Alonzo, con una sonrisa amable.Mylene se sintió un poco avergonzada por la situación y no sabía muy bien cómo responder. Por un lado, estaba feliz de haber conocido al padre de su novio, pero por otro, se sentía un poco intimidada ante la presencia de alguien tan importante en la vida de Leo.-Mucho gusto, Alonzo. Es un placer conocerlo. -respondió Mylene, tratando de mantener la compostura.-Puedes lla
La tensión entre ella y su padre se hacía cada vez más evidente, y las palabras duras que le había dirigido hacían que se sintiera aún peor.Mylene intentó mantener la compostura y seguir comiendo, pero la comida no tenía sabor y sentía un nudo en el estómago que no desaparecía.Nadie parecía darse cuenta de lo que estaba sucediendo en esa mesa. Los invitados a su alrededor estaban tan ocupados en sus conversaciones que no se daban cuenta de la incomodidad que se respiraba.Solo cuando algún ejecutivo importante se acercaba a la mesa principal, su padre suavizaba su mirada y hasta hablaba un poco con ella. Pero tan pronto como la persona se alejaba, su padre dejaba de prestarle atención y hacía como si no existiera.Se sentía utilizada, como si su padre solo la usara como un accesorio para impresionar a los invitados importantes. Era como si no fuera una persona real con sentimientos y pensamientos, sino más bien una herramienta para aumentar su estatus.La esposa de su padre ni siqui
Mylene se quedo de piedra al oír las palabras de la rubia, sintió como su boca se secaba y como su estomago se revolvía levemente.Trató de disimular su incomodidad y siguió abrazando a Irene, aunque no podía evitar sentirse un poco tensa. Se preguntó si Leo había escuchado lo que había dicho Irene y si también se sentiría incómodo al respecto.En ese momento, Irene se separó del abrazo y corrió hacia los brazos de su madre, quien estaba parada a pocos metros de distancia.Todavía en shock por la situación. Leo, que estaba parado cerca de ella, notó su expresión.-¿Estás bien, Mylene? -preguntó el rubio, con preocupación.-Sí, sí estoy bien. -respondió Mylene, con una voz débil.Pero Leo sabía que no era cierto. Él conocía a Mylene lo suficientemente bien como para saber que algo le estaba molestando. Se acercó un poco más a ella y le puso una mano en el hombro.Mylene no podía evitar pensar en la rubia y en lo que había dicho sobre Leo. Finalmente, decidió preguntarle directamente.-
Mylene se sentía un poco confundida y molesta por la actitud de su hermana. A pesar de que Irene parecía estar tratando de ser amable y educada, podía sentir una energía incómoda entre ellos. Era como si su hermana quisiera recordarles que originalmente ella era quien debería estar con Leo, no ella. Se preguntó si había alguna intención detrás de las palabras de Irene, o si simplemente estaba siendo paranoica. Por otro lado, los padres de Irene observaban la escena con una sonrisa maliciosa, como si estuvieran disfrutando del espectáculo. Mylene no podía entender por qué sus padres parecían estar disfrutando de la situación, y se preguntaba si había algo más que ella no sabía. Comenzó a sentir una sensación de inquietud, como si su familia estuviera tramando algo que ella no podía entender. Intentó descartar esos pensamientos, pero no pudo evitar sentir que algo andaba mal.Podía sentirse en el aire que tenían algo entre manos. De repente, Irene se alejó y comenzó a caminar hacia d
El rubio era conocido por su actitud jovial y su aparente fortaleza. A menudo ocultaba sus emociones y se mostraba como un hombre perfecto, pero ella sabía que había mucho más detrás de esa fachada.Ella había aprendido a leer su lenguaje corporal y a notar incluso los cambios más sutiles en su comportamiento. Podía ver a través de su máscara de fortaleza y entender que había momentos en los que se sentía vulnerable y triste.Mientras lo observaba desde lejos, podía notar como aquellos ojos azules tenían un destello de melancolía.A veces, el rubio parecía llevar todo el peso del mundo sobre sus hombros, como si se sintiera responsable de hacer todo bien y no permitirse mostrar debilidad. Pero ella sabía que era importante que se permitiera sentir sus emociones y que no tenía que ser fuerte todo el tiempo.Se levantó del sofá y se acercó a Leo con paso lento. No quería hacer que se sintiera incómodo, pero al mismo tiempo, no podía ignorar la sensación de que tenía que preguntarle si t