Dasha estaba en shock, no sabía que era lo que había pasado, solo recordaba haber tomado un trago de la bebida, haber cerrado los ojos, y al siguiente momento estaba en esa habitación. Eso estaba muy mal, el lugar era sumamente extraño para ella y lo peor que no era un sueño, eso realmente estaba pasando.— Regina, despierta. — Movió a Regina de un hombro para despertarla.— Déjame dormir Dasha, tenemos mucho tiempo para prepararnos. Aún no es hora, tengo mucho sueño y quiero descansar.Regina no se imaginaba que el plan de Dasha había fracasado por completo y pasó de tener ellas el control de la situación a estar perdidas y quién sabe en dónde.— Que despiertes, te digo. Ha pasado algo grave y tienes que verlo por ti misma con tus propios ojos.— Por qué haces tanto escándalo. No dejas que descanse y necesito más tiempo de dormir.Regina pensaba que todo cuanto estaba haciendo Dasha era una total exageración. A ella no le gustaba que la despertaran y menos cuando ella aún tenía que d
Habían buscado por todos lados y no encontraban sus bolsos, ahí se encontraban sus identificaciones y sus teléfonos celulares, entraron a un baño y se lavaron la cara, quedando completamente sin maquillaje. En el espejo pudieron ver sus rostros con una expresión aterradora. Ambas parecían sacadas de una película de terror.— ¿Y qué tal si son unos tratantes de blancas? O unos jefes de la mafia, o unos asesinos. No puedo creer que estemos en esta situación tan fea y muy preocupante. Hubiera preferido no hacer nunca este estúpido plan, todo ha sido un grave error.— Estamos pérdidas, Dasha, nuestras familias nunca van a saber a dónde nos van a llevar. Nuestra última salvación será que quien nos ha secuestrado ya hubiera llamado pidiendo un rescate por nosotras, solo así tendremos esperanza.— ¿Por qué se me vienen tantas tonterías a la cabeza? Necesitamos estar lucidas, en cuanto entre alguien podemos negociar y tienes razón, si piden un rescate nuestras familias los tienen que pagar y
Ahora en verdad si estaban horrorizadas, ellas nunca se hubieran esperado eso, eran las que aparecían en las fotos, tal cual como ellas pretendían hundir a Vincenzo con unas fotos similares, pero ahora ellas eran las que estaban expuestas. La situación se veía bastante turbia, porque ambas estaban con el mismo hombre, semidesnudas y disfrutando con él. Eso no podía ser de ninguna manera cierto, ellas no se acordaban de nada y no podían haber estado con ese hombre.— Esto tiene que ser un error, dime que estamos teniendo una pesadilla, Dasha, esta no puedo ser yo. Yo no conozco a este hombre, no pude haberme acostado con un perfecto desconocido.— Te pagué mucho dinero para que ahora me digas que has cometido un error, estas no eran las fotos que tenías que tomar.Dasha le reclamó con mucho coraje a la mujer que había sido contratada por ella, no podía creer que después de la enorme cantidad de dinero que había pagado, ahora le saliera con esta bajeza.— Pero fueron las que nos pidiero
Las dos estaban metidas en un gran aprieto, no podían hacer nada, solo esperar el castigo que sabían que Vincenzo les iba a hacer pagar. Dasha mejor que nadie lo conocía y su primo no era de los que dejan pasar por alto las cosas y menos ahora que ellas se habían pasado de listas con lo que intentaron hacer y él lo detectó para su mala suerte.Vincenzo siempre había mantenido una cara seria, no importaba en qué situación estuviera, todos lo consideraban como una persona muy fría. Que no tenía compasión de aquellos que alguna vez le habían jugado sucio, tarde o temprano, tenían su merecido. Y aquello era verdad, él no estaba dispuesto a tolerar a nadie que lo dañara y en este caso era peor aún, pues quisieron dañar a su esposa.— Creo que todavía ninguna de las dos ha aprendido la lección. Insisten en creer que sus estupideces iban a dar resultados, no cabe duda que pensaron que se saldrían con la suya. Las dos no tienen nada de sentido común, no sé qué pasó por sus cabezas, para que i
Dasha no salía de su asombro, su primo le había dado un ultimátum, y se escuchaba muy firme en lo que decía. No le iba a quedar otra que hacer lo que Vincenzo estaba exigiéndole hacer, de otra forma no veía cómo iba a salir bien librada de esta situación.— No es justo, yo tengo toda mi vida hecha aquí. Mi familia, mis amistades. No conozco nada fuera de mi mundo y tú no puedes ser tan vil para querer arrebatármelo. Además, no logré concretar mi plan y con eso debería de bastar para ti. No sé qué es lo que ganas tú al perjudicarme.Dasha no se medía y quería usar todo en su favor para que su primo desistiera de esa idea, ella no quería trabajar para nadie y no quería que su vida tuviera que cambiar por los caprichos de su primo.— Ya la decisión está tomada, prima, y no pienses que porque eres mi sangre, mi amigo te va a tratar con guante de seda, tendrás que cumplir con tus obligaciones todos los días. Y no pienses en volver por un largo tiempo. Esto te servirá como una buena lección
Vincenzo se encontraba en una encrucijada, sabía que la que había organizado ese funesto plan, había sido su prima Dasha, pero aun así Regina fue la que tomó la decisión de venir hasta Roma a confabularse en contra de él. Y aunque no era del todo la culpa de Regina, bien que había accedido al plan de Dasha y ahora no podía dejar pasar su falta como si ella en verdad fuera una persona inocente.— Creo que es hora de que te vayas a arreglar tu nueva vida, prima, para que vayas poniendo al tanto a mis tíos de que te vas a ir a realizar tu sueño. Es mejor que lo hagas ya, estás próxima a marcharte y para que no te agarren las prisas.— Todavía tienes el descaro de burlarte de mí, ese no será ningún sueño a cumplir, me vas a mandar de sirvienta con tu amigo. No es para mí, un motivo de alegría.Dasha seguía indignada con su primo y no le quedaba más que ir a avisar a sus familiares de su partida, ya no había marcha atrás y cuanto antes avisara de la situación, mejor iba a ser.— Por algo t
Vincenzo, viendo que ya todo estaba tomando su curso normal, nunca esperó que su prima pudiera llegar tan lejos, si Giuliana no hubiera estado al mando de la organización de los meseros, todo lo que esas mujeres habían planeado hubiera dado resultados. Ahora estuviera en un gran lío con su esposa, porque ya a estas alturas le habían llegado las primeras fotografías de los tres. Menos mal que no había sido así y que la situación se resolvió de manera favorable para él.— Aquí ya no hay más nada que hacer, desalojemos la habitación y vayamos al despacho, debemos cerrar este amargo capítulo. De esto no debe quedar ni el recuerdo, ya ese par tendrán su merecido castigo por el daño que hicieron.Vincenzo quería olvidar ese trago amargo que no valía la pena recordar, no era algo que él quisiera guardar en su mente, quería desechar todo mal que lo contaminara y centrarse en tener alegría y calma, él estaría bien al lado de su familia.— Claro que sí, señor, dentro de un momento volverá a est
Cuando Vincenzo regresó al ático, casi podía asegurar que su esposa lo estaba esperando, no se iba a dormir con la duda y aunque ya era bastante tarde, se merecía saber por lo menos que ya no había ningún peligro que temer, ella iba a tener más calma sabiendo que no había nada que pudiera poner en peligro su vida y la de su bebé. Pero al entrar, se dio cuenta de que ella estaba profundamente dormida y que en el sillón estaba dormido su sobrino Kell.No iba a despertarla, pero movió a su sobrino, para que fuera a dormir a la habitación que le había asignado, él se encargaría en esos momentos de velar el sueño de su amada esposa, ya en unas horas le contaría con lujo de detalles todo lo que había sucedido con esas mujeres y estaba seguro de que ella se iba a alegrar de saber que seguían con vida y que todo había salido bien.— Hola dormilona, buenos días. Cuando llegué no quise despertarte, estabas plácidamente dormida.Le dijo Vincenzo a Kaia al salir del cuarto de baño, y estaba a pu