Vincenzo terminó de hacer la revisión de los documentos y Kaia abrió los ojos, ya se sentía mejor, pero de todos modos necesitaban ir a esa revisión, no estaba de más que se tuviera esa cita con la obstetra, para que los dos estuvieran más tranquilos.— ¿Ya te sientes mejor?— Sí, mucho mejor, voy a cepillarme los dientes, para que nos podamos ir a la consulta.— Estaba a punto de despertarte, tenemos media hora para llegar. Así que tomate el tiempo que necesites.La clínica estaba muy cerca, así que no tenía prisa, estaba pendiente de lo que le pasaba a su esposa, por lo que siempre le decía que dejara la puerta abierta del cuarto de baño.La veía todavía soñolienta, aunque ella le había asegurado que se encontraba mejor, todavía se le veía el cansancio en los ojos y en la forma de caminar casi arrastrando los pies.— Ya estoy lista, siento que dormí mucho, aunque sé que no fue más de media hora, mi cuerpo lo ha sentido así, creo que era lo que me hacía falta.— Buenas tardes, señore
Vincenzo no quería perder el tiempo dándole vueltas en la cabeza a las cosas, cuando tenía una corazonada le gustaba llegar hasta el final, no importa si había consecuencias.— Tuve mucho miedo, mi amor, no quiero que nada le pase a nuestro bebé.Ella en esos momentos deseaba que su madre estuviera ahí, para que la apoyara en esa prueba tan dura, pero no quería preocupar demasiado a los demás, por eso ya no le dijo nada a su esposo.— No les va a pasar nada a los dos, ya escuchaste a la doctora.La ayudó a que se recostara en la cama, lo que le había aplicado la doctora, la había relajado y él esperó hasta que se quedara dormida, lo que ella había comido lo había retenido en el estómago, y esa era una buena señal.Tomó su teléfono y salió al balcón, no quería incomodar a su esposa, por lo que cerró un poco las puertas, esperaba que ella no se despertara. Llamó a una persona que sabía que le iba a dar la información que necesitaba. Pero no quería despertar ninguna sospecha, él iba a ll
Vincenzo terminó la llamada con su abuelo y de inmediato llamó a su asistente. Eso no lo podía dejar pasar, debía actuar de forma rápida, tener las pruebas en las manos lo llevaría a saber de qué manera iba a actuar y si solo era una persona o varias que estaban implicadas.— Alonzo, puedes llevar el suplemento que ha estado tomando mi esposa a los laboratorios; el envase se encuentra en la mesa de la cocina, y que le hagan una prueba, hay que saber que otros ingredientes se encuentran en el polvo, aparte de la lista que me envió el abuelo.— Desde luego que sí, señor, en este momento me dirijo al ático a tomar la muestra.Vincenzo quería descartar cualquiera posibilidad de que los suplementos hayan sido manipulados, pero ya estaba la duda sembrada en su alma y en su corazón. Por su mente podían pasar muchos escenarios y esperaba estar equivocado, de lo contrario, haría pagar al responsable.Alonzo subió al ático y tomó el recipiente que contenía el suplemento y lo guardó en una bolsa
Vincenzo le había mandado un mensaje a Alonzo que solo se iba a necesitar a una enfermera, esperaba que no hubiera hecho los trámites para las tres enfermeras que había pedido. Al día siguiente, la habitación principal y el cuarto de baño parecían un hospital, con todos los accesorios necesarios para atender a Kaia. — Esto es una locura, acabo de salir del cuarto de baño y parece que entré a hacerme unos análisis.Dafne ha sido la primera en llegar al ático, en cuanto Vincenzo le contó lo mal que se había sentido Kaia, el día anterior y que le habían recomendado reposo absoluto, lo primero que hizo fue regañarlo. Por no haberle dicho ese mismo día. Luego se calmó al saber que tampoco le habían avisado a Abigaíl.— Le he dicho a Vincenzo que es un exagerado, solo tengo que reposar una semana a lo sumo, pero esto ya va más allá de una clínica particular.Cuando llegaron las cosas para el cuarto de baño, se asombró demasiado, una silla donde se podía sentar para bañarse, soportes para l
Las abuelas estaban encantadas con las imágenes del bebé, con las nuevas tecnologías se podían apreciar más los detalles. El bebé había crecido muy bien desde la anterior revisión.— ¿Ya han pensado en que nombre le van a poner?Ese iba a ser un gran enigma, tanto Kaia como Vincenzo no habían hablado del tema, era como si los dos se hubieran puesto de acuerdo y tal vez ni siquiera iban a pedir que les dijeren el sexo antes de que naciera.— Por el momento no hemos hablado sobre los nombres, pero yo ya tengo en mente, varios. No estoy segura si Vincenzo tenga ya algo por lo que esté inclinado.Kaia había pensado en varios nombres para niño y de varios para niña, quería que su bebé tuviera un nombre poderoso, que lo definiera y que fuera bonito.— Deben tener algún nombre antes de que nazca el bebé. Cuando se quieran dar cuenta van a tener al bebé sus brazos, el tiempo pasa volando.Por supuesto, pero ella había pensado que faltaba mucho, apenas estaba terminando en segundo mes de embar
Lo que ahora deseaba Vincenzo era tener los resultados de los análisis. El que le había hecho eso a su esposa tenía que pagar las consecuencias, eso no se iba a quedar así. Cuando ya la enfermera y las abuelas se habían marchado, ellos decidieron cenar, tanto Dafne como Abigaíl sugirieron que los dos necesitaban también su tiempo a solas.— ¿Te cansaste mucho el día de hoy?— Para nada, solo me he levantado del sofá para ir al baño, cuando la señorita enfermera y mi madre me ayudaron a bañar y cuando me he pasado a la cama.— Espero que puedas pasar estos días descansando como es debido, la enfermera me ha reportado que ha verificado la tensión de tu vientre y ya está regresando a la normalidad.— Así es, no he sentido nada de presión, ese medicamento está haciendo muy bien su trabajo.— Tú también lo estás haciendo muy bien. Deseo que pase ya esta semana, no estaré tranquilo hasta que veamos de nuevo a la doctora.— Yo también quiero que pase el tiempo rápido, aunque ya no sienta tan
Con el resultado en las manos, Vincenzo ahora tenía que encontrar las pruebas para inculpar al o a los culpables, aprovecharía que su padre y su hermano se encontraban en el ático para hacer una junta urgente con ellos dos.— Alonzo, puedes enviarles un mensaje a mi padre y a Keelan, que no se vayan sin antes pasar por mi oficina, por favor.— Desde luego que sí, señor. Enseguida les aviso.Alonzo siempre estaba dispuesto a ayudar en lo más que fuera posible a su jefe, era por eso que Vincenzo se sentía seguro en delegar tareas en su asistente y mano derecha.— Gracias por apoyarme en lo de los análisis, justo encontré lo que estaba buscando. No lo habría podido lograr sin ti.Vincenzo confiaba al cien por ciento en Alonzo, así que le contó lo que había sucedido, por lo que tendrían que los dos investigar por fuera como comprobar que esas sustancias terminaron en los suplementos del abuelo. Tenían que llegar al fondo del asunto y dar con el o los responsables de aquello.— Llamaré a m
Maximus y Keelan recibieron el mensaje de parte de Alonzo, desde ahí sabían que se trataba de algo muy importante, pues si Vincenzo quería hablar con ellos, de cualquier otra cosa, hubiera subido al ático. Así que se despidieron de sus esposas y bajaron a la oficina. Querían saber la urgencia que tenía Vincenzo para que los convocara.— Ya estamos aquí, hijo. Dinos ¿Qué pasa? Por favor.Maximus conocía a su hijo y sabía de sobra que él no es de los que los convoca por nada, algo estaba pasando ahí y quería saber a la brevedad de qué se trataba.— Quiero que tomen asiento, esto que les estoy entregando es de parte de los laboratorios del conglomerado.Los dos tomaron las dos hojas que les entregó Vincenzo, pero no tenían ni idea de que se trataba. Se quedaron mirando las hojas con caras interrogantes y al mismo tiempo llenos de muchas dudas.— No entiendo, hijo, ¿De qué se trata esto? No sé lo que quieras demostrar.— La primera hoja, me la dio el abuelo cuando fui por los suplementos