Llegaron al conglomerado y muchos se dieron cuenta de que el jefe había regresado muy rápido de su hora de comida, también se dieron cuenta de que a su esposa la sacó en brazos del auto, esos fueron los empleados que estaban en el estacionamiento que se pudieran dar cuenta.— Alonzo, en cuanto llegue el doctor, hazlo pasar al ático.— Desde luego que sí, señor.Alonzo muy atento los había esperado en el estacionamiento, Vincenzo subió al ascensor privado directo al ático, ahí esperarían al doctor. A los pocos minutos de haber acosado a su esposa, le mandó mensaje a Alonzo para que consiguiera algo del agrado de su esposa para que pudiera comer.— ¿Están bien los dos?El docto se había tomado su tiempo, la había examinado y no había encontrado nada extraño, Kaia era una mujer embarazada como cualquier otra en su estado, solo que estaba teniendo una reacciones muy fuertes hacia ciertos aromas. Lo demás estaba en perfectas condiciones. — No hay nada de qué preocuparse, la señora está en
Ya casi han pasado dos semanas y Kaia ha tenido unos días buenos y otros en los que no se ha querido levantar de la cama, Vincenzo ha decidido que todavía no es el momento para que se mudaran a la pequeña mansión, necesitaba estar muy cerca de su esposa, ahora más que nunca.— ¿Amor, te encuentras bien para ir a la oficina?Kaia se encuentra en la cama comiendo unas galletas de avena, que le ha llevado su madre en la semana, con una bebida no tan dulce, con jengibre y limón, que Vincenzo le calentaba, era lo que hasta el momento la ha mantenido más estable.— Estoy bien.Pero su cara decía todo lo contrario, ya se le empezaban a notar unas manchas debajo de los ojos, se notaba algo demacrada y ese aspecto no le estaba gustando para nada a Vincenzo. Su esposa no mostraba un aspecto sano. Tenía que llevarla a que la revisaran.— Ahora se han incrementado los malestares, creo que vamos a ir antes a la consulta, déjame salir de unos asuntos con Alonzo y vamos con la doctora Aileen. Sé que
Vincenzo terminó de hacer la revisión de los documentos y Kaia abrió los ojos, ya se sentía mejor, pero de todos modos necesitaban ir a esa revisión, no estaba de más que se tuviera esa cita con la obstetra, para que los dos estuvieran más tranquilos.— ¿Ya te sientes mejor?— Sí, mucho mejor, voy a cepillarme los dientes, para que nos podamos ir a la consulta.— Estaba a punto de despertarte, tenemos media hora para llegar. Así que tomate el tiempo que necesites.La clínica estaba muy cerca, así que no tenía prisa, estaba pendiente de lo que le pasaba a su esposa, por lo que siempre le decía que dejara la puerta abierta del cuarto de baño.La veía todavía soñolienta, aunque ella le había asegurado que se encontraba mejor, todavía se le veía el cansancio en los ojos y en la forma de caminar casi arrastrando los pies.— Ya estoy lista, siento que dormí mucho, aunque sé que no fue más de media hora, mi cuerpo lo ha sentido así, creo que era lo que me hacía falta.— Buenas tardes, señore
Vincenzo no quería perder el tiempo dándole vueltas en la cabeza a las cosas, cuando tenía una corazonada le gustaba llegar hasta el final, no importa si había consecuencias.— Tuve mucho miedo, mi amor, no quiero que nada le pase a nuestro bebé.Ella en esos momentos deseaba que su madre estuviera ahí, para que la apoyara en esa prueba tan dura, pero no quería preocupar demasiado a los demás, por eso ya no le dijo nada a su esposo.— No les va a pasar nada a los dos, ya escuchaste a la doctora.La ayudó a que se recostara en la cama, lo que le había aplicado la doctora, la había relajado y él esperó hasta que se quedara dormida, lo que ella había comido lo había retenido en el estómago, y esa era una buena señal.Tomó su teléfono y salió al balcón, no quería incomodar a su esposa, por lo que cerró un poco las puertas, esperaba que ella no se despertara. Llamó a una persona que sabía que le iba a dar la información que necesitaba. Pero no quería despertar ninguna sospecha, él iba a ll
Vincenzo terminó la llamada con su abuelo y de inmediato llamó a su asistente. Eso no lo podía dejar pasar, debía actuar de forma rápida, tener las pruebas en las manos lo llevaría a saber de qué manera iba a actuar y si solo era una persona o varias que estaban implicadas.— Alonzo, puedes llevar el suplemento que ha estado tomando mi esposa a los laboratorios; el envase se encuentra en la mesa de la cocina, y que le hagan una prueba, hay que saber que otros ingredientes se encuentran en el polvo, aparte de la lista que me envió el abuelo.— Desde luego que sí, señor, en este momento me dirijo al ático a tomar la muestra.Vincenzo quería descartar cualquiera posibilidad de que los suplementos hayan sido manipulados, pero ya estaba la duda sembrada en su alma y en su corazón. Por su mente podían pasar muchos escenarios y esperaba estar equivocado, de lo contrario, haría pagar al responsable.Alonzo subió al ático y tomó el recipiente que contenía el suplemento y lo guardó en una bolsa
Vincenzo le había mandado un mensaje a Alonzo que solo se iba a necesitar a una enfermera, esperaba que no hubiera hecho los trámites para las tres enfermeras que había pedido. Al día siguiente, la habitación principal y el cuarto de baño parecían un hospital, con todos los accesorios necesarios para atender a Kaia. — Esto es una locura, acabo de salir del cuarto de baño y parece que entré a hacerme unos análisis.Dafne ha sido la primera en llegar al ático, en cuanto Vincenzo le contó lo mal que se había sentido Kaia, el día anterior y que le habían recomendado reposo absoluto, lo primero que hizo fue regañarlo. Por no haberle dicho ese mismo día. Luego se calmó al saber que tampoco le habían avisado a Abigaíl.— Le he dicho a Vincenzo que es un exagerado, solo tengo que reposar una semana a lo sumo, pero esto ya va más allá de una clínica particular.Cuando llegaron las cosas para el cuarto de baño, se asombró demasiado, una silla donde se podía sentar para bañarse, soportes para l
Las abuelas estaban encantadas con las imágenes del bebé, con las nuevas tecnologías se podían apreciar más los detalles. El bebé había crecido muy bien desde la anterior revisión.— ¿Ya han pensado en que nombre le van a poner?Ese iba a ser un gran enigma, tanto Kaia como Vincenzo no habían hablado del tema, era como si los dos se hubieran puesto de acuerdo y tal vez ni siquiera iban a pedir que les dijeren el sexo antes de que naciera.— Por el momento no hemos hablado sobre los nombres, pero yo ya tengo en mente, varios. No estoy segura si Vincenzo tenga ya algo por lo que esté inclinado.Kaia había pensado en varios nombres para niño y de varios para niña, quería que su bebé tuviera un nombre poderoso, que lo definiera y que fuera bonito.— Deben tener algún nombre antes de que nazca el bebé. Cuando se quieran dar cuenta van a tener al bebé sus brazos, el tiempo pasa volando.Por supuesto, pero ella había pensado que faltaba mucho, apenas estaba terminando en segundo mes de embar
Lo que ahora deseaba Vincenzo era tener los resultados de los análisis. El que le había hecho eso a su esposa tenía que pagar las consecuencias, eso no se iba a quedar así. Cuando ya la enfermera y las abuelas se habían marchado, ellos decidieron cenar, tanto Dafne como Abigaíl sugirieron que los dos necesitaban también su tiempo a solas.— ¿Te cansaste mucho el día de hoy?— Para nada, solo me he levantado del sofá para ir al baño, cuando la señorita enfermera y mi madre me ayudaron a bañar y cuando me he pasado a la cama.— Espero que puedas pasar estos días descansando como es debido, la enfermera me ha reportado que ha verificado la tensión de tu vientre y ya está regresando a la normalidad.— Así es, no he sentido nada de presión, ese medicamento está haciendo muy bien su trabajo.— Tú también lo estás haciendo muy bien. Deseo que pase ya esta semana, no estaré tranquilo hasta que veamos de nuevo a la doctora.— Yo también quiero que pase el tiempo rápido, aunque ya no sienta tan