Acarició su cabello mientras la observo dormir profundamente por el tranquilizante que hace un rato le dí.Observo el moreton en su pómulo mientras la comisura de su labio se encuentra hinchada aún y con una pequeña fisura. “Maldito Infeliz” Mi teléfono timbra, se trata de mi abogado el cuál se encuentra en la estación policial en representación de ella. Observo el mensaje que me ha dejado y necesita de mi presencia en la estación. Escucho el timbre del elevador llegar, salgo de la habitación bajando las escaleras y me encuentro a tres chicas en medio de la sala observando todo su alrededor con asombro. —Buenas noches —Camino hacia ellas —. Ustedes deben ser las amigas de Jimena. —Yo soy Macarena, ellas son Anabel y Lucy.Habla la rubia señalando a una chica de crespos rojizos y una morena de cabellera castaña oscuro.—Un gusto conocerlas, yo soy Alfredo Ocaso. —¿Qué le paso a Jimena? —Pregunta la de crespos ansiosa. —Su ex espero que saliera del edificio para atacarla y golpe
Observo por décima vez mi rostro percatandome de que el golpe se encuentre perfectamente tapado por el maquillaje.Al despertar esta mañana Alfredo se aseguró de acompañarme a mi apartamento a arreglarme para salir a la oficina.Al llegar a la oficina me acompaño a mi oficina y luego se despidió para reunirse con Jaime antes de la reunión con los demás socios en la sala de juntas.Pensar en todo lo ocurrido la noche anterior hace que me sienta en shock. Jamás pensé ver a Martin comportarse como una bestia y mucho menos golpearme.Unos toques en mi puerta hacen que salga de mis pensamientos. Levanto la mirada y veo a Alfredo mirarme fijamente.—¿Te encuentras bien?—Si, pasa —Entra cerrando la puerta a sus espaldas y se acerca a mi —. ¿Hablaste con Jaime?—Si, la todo está en orden para firmar el acuerdo entre ambas empresas.—Bueno, solo queda esperar llecuen los demás para reunirnos.—¿Como sigue tu herida? —Se acerca besando castamente mis labios —. ¿Ya no te duele?—Ahora me duele
Mis días de vacaciones estaban pasando con mucha tranquilidad y diversión.Durante el día me la pasaba junto a las chicas las cuales también tomaron vacaciones en sus trabajos.Íbamos de compras, al gym, incluso nos pasamos en casa de cualquiera de las cuatros cocinando y conversado como hace mucho no lo hacíamos.En las noches, me la paso con Alfredo . Ya sea en su penthouse o en mi apartamento, cocinando o viendo películas y series.La noche cae y voy a su penthouse como habíamos quedado. Al llegar, saludo al señor de recepción y subo al elevador privado.Al llegar no veo rastros de su presencia, camino a la cocina dejando las compras sobre el mostrador.Camino a su despacho pero esta vacío, subo las escaleras buscandolo en las habitaciones y de igual manera están vacías.¿Dónde estará?Saco mi teléfono marcandole pero sale apagado. Le dejo un mensaje, guardo el móvil y voy a la cocina a preparar la cena.Empiezo a cocinar, coloco algo de música y me sumergo en la cocina.Meto al ho
No había podido estar tranquila durante todo el camino. Los nervios y asiedad al saber que conocería a la madre de Alfredo me estaban haciendo sentirme mal. Hace mucho tiempo no me sentía así, diría que ya no sabía cómo se sentian esos nervios.El auto llega a un resinto privado, nos estacionamos, me ayuda a bajar y Hanna se estaciona detrás nuestro con una sonrisa.Observo fijamente y hay varios carros estacionados.“Más personas”Alfredo baja un bolso de regalo del auto, toma mi mano y entramos a la casa acompañados de su hermana.Caminamos al jardín donde veo una gran mesa, con varias personas en ellas que al notar nuestra presencia giran sin ningún disimulo asombrados.—Hijo. —Su madre se levanta y él se acerca a darle un beso —. Qué bueno que viniste.—Es tu cumpleaños mamá, no me lo perdería.Le entrega la bolsa y ella sonríe. Hanna se acerca a ella abrazándola.Me mira fijamente y sonríe.—Mamá, te quiero presentar a Jime...—Su novia —Lo interrumpe Hanna y la miró en shock —.
—Alfredo , ¿Por qué Jimena se fue así? —No lo sé madre —Replicó exasperado. —Algo sucedió Alfredo—Me cuestiona Hanna —. Debes pensar que pudo haber sucedido. Yo ni siquiera entiendo que le pudo haber pasado. Todo marchaba de maravillas entre nosotros.Entonces a mi cabeza viene la explicación rápidamente. “Mi móvil”Toco mis bolsillos y me doy cuenta que no lo traigo.Subo rápidamente las escaleras y al entrar a mi habitación lo veo sobre la mesita a un lado de la cama.Lo tomó y al encender la pantalla veo los mensajes que me llegaron. “maldición” —¡Mierda!. Estrelló el telefono contra el suelo y golpeó la pared completamente enojado. —Hermano —Réplica Hanna —. ¿Qué sucede? —Ya se por que se fue de esa manera —La miró fijamente —. Leyó unos mensajes que llegaron a mi teléfono. —¿Eran comprometedores? —Bastante para mi gusto. —Alfredo, erer un idiota —Se acerca enojada —. No puedo creer que sigas en tus cochinadas teniendo una chica como ella a tu lado. —Tú no entenderías
Regresamos a la mesa y quedo sorprendida al ver a Alonso el ex de Catalina junto a una mujer peli negra. Bastian se levanta y se coloca alado de Catalina como si estuviera marcando territorio o cuidando de ella. Alonso saluda a Catalina y esta se nota bastante seria. Observo a la acompañante de este la cual sonríe cínicamente. —Ya que ninguno se ha inmutado a preguntar sobre la presencia de la señorita Monte aquí, se los diré yo —La sujeta de la cintura y ella sonríe —. La señorita Monte es mi asistente y trabajará con nosotros en la empresa bajo el sello de mi compañía mientras dure la fusión. Anahí suelta una risa bastante burlesca, mientras Alfredo la mira seriamente. —¡Vaya!, pasar de ser jefa de recursos humanos en una de las mejores empresas a ser asistente en otra, ¡puf! —Suspira —. Baja mucho tú categoría laboral, sin ofender. —Mientras la paga siga siendo la misma, no tengo problemas —La tipa sonríe —. Es solo un puesto temporal. —Señorita Monte, si usted va ocupa
Catalina mira a Anahí duramente y al caer su mirada en mi su semblante se suaviza. —Anahí, no tenías que decir nada —Espeta Alfredo a mis espaldas —. A mi me correspondía responder eso, no a ti.Miro a Anahí completamente asombrada y en su mirada no hay rastros de arrepentimiento. —¿Ella es la mujer por la cual me dejaste? —Reclama —. ¿Ella es la que tanto te interesa? —Jimena,tenemos que hablar en un lugar más privado.Se para frente a mi, trata de tomar mi mano y me alejo. —No tengo nada que hablar contigo —Limpio las lágrimas que descienden por mi mejilla —. Necesito aire fresco.Salgo a pasos rápidos del baño tratando de buscan aire ante la sensación de ahogo. En el camino veo a Alessio y Bastian, rápidamente me alejo para no dejarlos verme de esta manera. Llegó a la salida y me detengo al escuchar mi nombre. —Jimena, aguarda —Me detengo y giro —. ¿Qué sucede? Alessio se acerca rápidamente a mi preocupado acunando mis mejillas en sus manos. —¿Por qué lloras? ¿Te hicieron
Observo fijamente la vista de la ciudad desde mi oficina, termino de tomar un sorbo de café y suspiro volviendo a mi escritorio. Las vacaciones ya pasaron y tengo un deber con mi trabajo en esta editorial y para mi pesar con la de Alfredo. Este último no se nada de él y por lo que me dice mi secretaria ni siquiera se ha presentado por aquí o ha llamado. Unos toques en la puerta me sacan de mis pensamientos, la puerta se abre y entra Alfredo con un aspecto un poco mal. —Hola —Musita suavemente —. ¿Podemos hablar? —¿Temas laborales o privados? —De nosotros Jimena , y de todo lo que ha pasado. Suspiró, le señaló la silla frente a mi escritorio y toma asiento. —Alfredo , creo que está de más repetir que ya no vale la pena que hablemos de ello. —Si lo vale Jimena, porque quiero recuperarte, recuperar lo que había entre nosotros. —Lo que hubo entre nosotros se dio por un acuerdo de treinta días. —Lo de había entre nosotros se dio desde la primera noche que pasamos juntos. —¿Y q