Mi mañana ha sido un completo desastre. Mi humor amaneció de los mil demonios después de no poder dormir tranquilamente toda la madrugada.Me levanto bastante fastidia, tomo una ducha, me coloco algo cómodo y salgo de mi habitación para bajar a desayunar.Antes de bajar soy interceptada por Alfredo él cuál al verme me sujeta de mi brazo deteniendome.—Nena, pensé que vendrías a mi habitación anoche.—Soy Jimena para ti imbécil.Me suelto de su agarre, lo fulmino con la mirada y sigo mi camino ignorando su llamado detrás mío.Al bajar a la planta baja camino rápidamente al jardín encontrando en la mesa solamente a Catalina, Bastian y su hermana.—Buenos días —Musito tomando asiento en la mesa.—Traes una cara cuñada —Réplica Bastian —. ¿Dormiste bien?—Si. —Me limitó a contestar.—Buen día.Alfredo llega a la mesa y se sienta a mi lado. Empieza a conversar con Bastian y yo me limitó a desayunar en silencio.Al terminar este nos dice a Catalina y a mi que vayamos por vestidores de baño
—¿Puedo pasar? Lo miro completamente asombrada, entra sin esperar una respuesta de mi parte. Observa toda la sala y me giro rápidamente cruzándome de brazos. —¿Qué diablos haces aquí? —Espetó molesta —. Debes aprender a respetar la privacidad de las personas. —Tenemos que hablar. ¿Por qué me tuviste esquivando luego de lo que sucedió en tu habitación? —Por qué no tenemos nada que hablar, ahora si eres tan amable hazme el favor de irte de mi casa. —Jime, no pue... —Jimena, me llamo Jimena —Espetó molesta —. Mira, fue excelente el sexo ocasional que tuvimos, pero eso fue todo y tú y yo no podemos ser amigos. Niega, introduce las manos en los bolsillos de su pantalón y se acerca acortando la distancia entre ambos. No menciona ninguna palabra, me mira fijamente y una de sus manos acaricia mi mejilla mientras sonríe levemente. Acorta más la distancia, sus labios rozan los míos mientras sus hermosos ojos me miran intensamente. Cuando está a punto de atrapar mis labios, el tim
Regresar a la oficina después de perderme un fin de semana completo, me hace regresar a la realidad. Al llegar lo primero que me recibe es una enorme torre de papeles y trabajos atrasados en la editorial respecto a las relaciones públicas de esta.El teléfono de mi oficina suena, Laura me comunica que el señor Zahir necesita verme en su oficina. Salgo de mi oficina yendo a ella, su secretaria me deja pasar y al entrar me mira fijamente. —Jimena, pensé haberte dicho que esperaba verte el sábado en mi oficina muy temprano —Cruza sus brazos sobre su escritorio —. No viniste a trabajar y sobre ello no contestaste tu teléfono todo el fin de semana. Me mira esperando una respuesta, arrugó los ojos y suspiro. —Lo siento mucho Jaime, pero tuve un problema personal bastante grave y no pude contestar teléfono y mucho menos venir a la oficina. —¿Tiene que ver con tu hermana?—Un poco, pero ya todo está solucionado. —¿Y por qué traes el cabello pelirrojo? —Me mira extrañado. —Quise p
Llegamos al famoso antro, para ser martes en la madrugada el ambiente está al cien y las personas superactivadas bailando y tomando. Nos acercamos a la barra, pedimos la primera ronda de tragos y nos disponemos a bailar en la pista de baile. Alesssio se mueve tratando de seguirme el paso al compás de la música, reímos mientras nos movemos. Volvemos a la barra, pido un shot de tequila y él pide un trago de whisky. Observo todo el lugar y me detengo al ver en una mesa en el balcón VIP a Alfredo, el cual conversa y ríe con una elegante mujer. Tomo, otro shot, observó a su dirección y parece darse cuenta de mi mirada porque mira directamente a mi dirección. Alessio coloca su mano sobre mi cintura y se acerca susurrando algo a mi oído. Alfredo se levanta de su silla, se sujeta del barandal del balcón y mira a mi dirección. Niego, me acerco a Alessio enrollando mis manos sobre su cuello y le sonrió sin saber que fue lo que me susurro. Observo hacia donde está Alfredo, sonrió y miro fi
Lo miro fijamente y no hay ni un poco de gracia en sus palabras. Me mira seriamente esperando una respuesta. —Con la primera condición no tengo ningún problema Alfredo, pero la segunda es una completa locura y no tiene nada que ver con lo profesional. —Tomalo o déjalo Jimena, en tus manos esta la oportunidad de firmar un gran contrato que nos beneficia a todos.Lo pienso detenidamente y no tengo otra opción que aceptar.—Esta bien —Me levanto —. Pero solo será un mes y no te prometo que suceda algo más de allí. —Entonces, mañana mismo estaré en las oficinas de la editorial firmando ese contrato —Se acerca a mi con una sonrisa —. Te juro no te vas arrepentir.Besa mis labios de manera casta y cuando veo su mano tratar de tocar mi trasero impacto mi pierna derecha en su entrepierna.—El que haya aceptado no quiere decir que puedes tocarme a tu antojo, hay cosas que dejaremos clara.—¿Cuáles cosas? —Susurra tocando su entrepierna.—Esas las discutiremos esta noche en tu apartamento.T
Acarició su cabello mientras la observo dormir profundamente por el tranquilizante que hace un rato le dí.Observo el moreton en su pómulo mientras la comisura de su labio se encuentra hinchada aún y con una pequeña fisura. “Maldito Infeliz” Mi teléfono timbra, se trata de mi abogado el cuál se encuentra en la estación policial en representación de ella. Observo el mensaje que me ha dejado y necesita de mi presencia en la estación. Escucho el timbre del elevador llegar, salgo de la habitación bajando las escaleras y me encuentro a tres chicas en medio de la sala observando todo su alrededor con asombro. —Buenas noches —Camino hacia ellas —. Ustedes deben ser las amigas de Jimena. —Yo soy Macarena, ellas son Anabel y Lucy.Habla la rubia señalando a una chica de crespos rojizos y una morena de cabellera castaña oscuro.—Un gusto conocerlas, yo soy Alfredo Ocaso. —¿Qué le paso a Jimena? —Pregunta la de crespos ansiosa. —Su ex espero que saliera del edificio para atacarla y golpe
Observo por décima vez mi rostro percatandome de que el golpe se encuentre perfectamente tapado por el maquillaje.Al despertar esta mañana Alfredo se aseguró de acompañarme a mi apartamento a arreglarme para salir a la oficina.Al llegar a la oficina me acompaño a mi oficina y luego se despidió para reunirse con Jaime antes de la reunión con los demás socios en la sala de juntas.Pensar en todo lo ocurrido la noche anterior hace que me sienta en shock. Jamás pensé ver a Martin comportarse como una bestia y mucho menos golpearme.Unos toques en mi puerta hacen que salga de mis pensamientos. Levanto la mirada y veo a Alfredo mirarme fijamente.—¿Te encuentras bien?—Si, pasa —Entra cerrando la puerta a sus espaldas y se acerca a mi —. ¿Hablaste con Jaime?—Si, la todo está en orden para firmar el acuerdo entre ambas empresas.—Bueno, solo queda esperar llecuen los demás para reunirnos.—¿Como sigue tu herida? —Se acerca besando castamente mis labios —. ¿Ya no te duele?—Ahora me duele
Mis días de vacaciones estaban pasando con mucha tranquilidad y diversión.Durante el día me la pasaba junto a las chicas las cuales también tomaron vacaciones en sus trabajos.Íbamos de compras, al gym, incluso nos pasamos en casa de cualquiera de las cuatros cocinando y conversado como hace mucho no lo hacíamos.En las noches, me la paso con Alfredo . Ya sea en su penthouse o en mi apartamento, cocinando o viendo películas y series.La noche cae y voy a su penthouse como habíamos quedado. Al llegar, saludo al señor de recepción y subo al elevador privado.Al llegar no veo rastros de su presencia, camino a la cocina dejando las compras sobre el mostrador.Camino a su despacho pero esta vacío, subo las escaleras buscandolo en las habitaciones y de igual manera están vacías.¿Dónde estará?Saco mi teléfono marcandole pero sale apagado. Le dejo un mensaje, guardo el móvil y voy a la cocina a preparar la cena.Empiezo a cocinar, coloco algo de música y me sumergo en la cocina.Meto al ho