Desde el punto de vista de Emily

Estaba agotada mientras me tumbaba en la cama pensando en cómo me trataba todo el mundo.

Todavía era un poco sorprendente cómo estaba rodeada por una manada de hombres lobo. Y el hecho de estar emparejada con el Alfa se sintió tan surrealista.

La puerta se abrió y entró Jason. Quería reírme a carcajadas y babearme encima de él. Pero me acordé de que primero teníamos que acomodarnos en la manada.

No había manera de que pudiera motivarlo a estar conmigo como yo quería.

Se quitó los zapatos, se subió a la cama y se acostó frente a mí.

—¿Pasa algo? —me preguntó suavemente, sorprendiéndome.

Bueno, intenté seguir sonriendo y haciendo lo que podía, aunque en realidad, echaba de menos mi casa.

—No, sólo salí un rato para ayudar con los niños. Beca me mostró mis deberes como Luna. Pero luego me cansé un poco y decidí echarme una siesta —respondí en voz baja.

—Realmente amas a los niños, ¿eh? —Me preguntó sorprendido.

Tragué con fuerza y respiré hondo. No ten