Desde el punto de vista de Emily

Me miré, frunciendo el ceño.

—Maldita sea —susurré en voz baja.

No llevaba ropa y no tenía ropa interior limpia para cambiarme. ¿Debo llamar a Calvin? Ni hablar, tenía algo urgente que hacer. Al menos eso es lo que parecía.

—Llevar su ropa sólo un día no te matará, Emily —susurré para mí, luego fui al armario y saqué una camiseta negra larga con una sonrisa.

La mayoría de su ropa era negra o de un tono más oscuro. Me llevé la camisa a la nariz e inhalé profundamente.

—Celestial —murmuré suavemente cuabo de repente un escalofrío se extendió por mi cuerpo.

El aroma de Calvin era realmente excitante, me relajó totalmente y me hizo muy feliz. Me lo puse lentamente mientras su aroma me envolvía. La camiseta me llegaba hasta las rodillas y combinaba perfectamente con el vestido.

No fue tan malo, ¿verdad? En realidad era mejor que estar desnuda. Abrí un cajón y saqué un par de bóxers.

—Aquí no me sirve nada —susurré mient