Desde tiempos antiguos, las marcas sean considerado maldiciones en el entorno de los seres sobrenaturales. Una marca en el cuerpo significaría maldición y eso maldice a toda la comunidad, sea una manada de lobos, un clan de vampiros, una guarida de hadas entre otro tipos de clases de seres sobrenaturales.

Así que se abrió el caso de que todo ser marcado seria alejado o sino asesinado, ya que estas marcas solo aparecían cuando el ser habia profanado con un familiar, haciendo llamar esto un incesto.

Y eso paso de cada generación, haciendo que muchos se alejaran, otros se suicidaran o solo permitieran que los mataran, todo para no cargar con tales marcas y que el mundo los juzgara. Otros escondían las marcas, pero la cosa era que siempre se sabia la verdad tarde o temprano.

Eso fue lo que paso con ella.

Intento con lo que más pudo de esconder esa horrible marca, pero un día todos se dieron cuenta de tal atrocidad.

— Es una asquerosa.

— ¿No le da pena? Que desgraciada.

— No te acerques, puede pegarte la plaga.

— Nunca nadie la amaran.

— Ella no tiene ni dignidad.

Muchos comenzaron a señalarla y nadie se preguntó lo que en verdad había pasado.

Todos notaron la gran marca de garra en su espalda, pero nadie se preguntó que fue lo que en verdad le paso, tampoco se preguntaron, porque era tan grande esa marca y no solo una marca pequeña en cualquier lado de su cuerpo.

Ella tuvo que aguantar todo tipo de insultos, incluso abusos de todos, solo para demostrar lo fuerte que era... Pero como dicen: dar mucho y recibir poco, también cansa. porque si, ella dio mucho para que lograran ver que ella nunca hizo nada malo, pero nunca recibió nada, solo insultos y maltratos... Eso hizo que llegara a su limite.

— ¡¡Todos son unos desgraciados, verán como surjo y ustedes se hunden, pedazos de m****a!!

A ella solo le quedo estar sola... Bueno no tan sola, tenia una amiga, esa persona que si confío en ella desde un principio y que a pesar de saber la verdad, prefirió guardarla, porque sabía que ni a ella le iban a creer... A nadie le creerían si supieran la verdad.