Capítulo 56. El juego de las escondidasRamsés KellerEstaban pasando un día en verdad maravilloso, los niños estaban disfrutando de las atenciones de los adultos, eran los que habían ideado ese día de pícnic, querían que todos estuvieran felices por la boda de sus padres, así como lo estaban ellos.El día de pícnic estaba llegando a su final, habían disfrutado de los manjares que habían llevado, pero los niños querían que todo fuera memorable y decidieron que sería muy divertido jugar antes de que se ocultara el sol y tenían el juego ideal para que todos participaran. –Podemos jugar a las escondidas, los abuelos también pueden jugar, ya que es un juego sencillo. Solo tenemos que estar el mayor tiempo posible escondidos sin que nos encuentren, pero todos tienen que participar.–Está bien, pero sin trampas.Milenka se había dirigido a Alexis, sabía de la mente ágil que tenía y podía confabular con su hermano para que hiciera uno de sus trucos. Ya tendría que ir controlando todo lo qu
Capítulo 57. Muchas atenciones hacia la reinaMilenka KellerMilenka no tenía ninguna objeción en ir hasta la manada Cooper Claw, le había caído muy bien el Alfa Lycaon, aunque le pareciera un lobo bastante meditabundo, de seguro era por los años de vivir en soledad. Que muchos lo tomaban como un ermitaño. –¿Qué te parece que llevemos? ¿Estás botellas de vino o solo llevamos una canasta con frutas?–Podemos llevar las dos, no creo que sea prioritario, no nos compliquemos y llevemos lo que tengamos, además no nos ha dado tiempo de salir a ningún lado por un obsequio. Nosotros no teníamos esta cena prevista.Ambos sabían que no podían llegar a esa cena con las manos vacías. Tenían que llevar consigo lo mejor que pudieran brindar a ese Alfa que se tomó tantas atenciones para invitarlos.–Tienes razón, no nos vamos a complicar. Déjeme y le digo su majestad, que está usted muy elegante el día de hoy. Tengo muchas ganas de no ir a ningún lado, pero tenemos que cumplir con ese compromiso.–
Capítulo 58. Aceptar su destinoMilenka Keller– ¿Qué es lo que está pasando, acaso esto es una broma? Me has engañado con todo eso que la cocina debe estar lejos del comedor ¿Para qué me has traído aquí? Exijo una explicación.Dijo Milenka al ver que al abrir la puerta, no se trataba de la cocina, sino de un lugar que nada tenía que ver con comida.–Necesito que me acompañes, hay muchas cosas que tengo que hablar contigo, discúlpame que te aborde de esta forma, pero es la única que puedo emplear.– ¿Tienes el descaro de disculparte cuando me has traído a la fuerza? Milenka desaprobó totalmente ese comportamiento inaudito por parte de Lycaon. Ella nunca le ha dado pie para que se tome este tipo de atribuciones, tenía que regresar pronto al lado de su esposo.–Te quiero, Milenka y sé que lo nuestro puede llegar a funcionar, yo haré que funcione. Me has impresionado desde el primer momento en que te vi y me tienes loco por ti.A él no le importaba nada. Estaba decidido a luchar por esa
Capítulo 59. De asistente a LunaMilenka KellerMilenka se dio cuenta de que podía escuchar voces, pero no con claridad, y eran las de Ragnar y Ramsés. Estaba recordando como lo que le había pasado cuando el Beta traicionero la mantuvo prisionera. Pero esta vez, había algo diferente. Los podía sentir, pero a la vez estaban muy lejos. Tal como había dicho Lycaon, estaban en un mundo paralelo. –Tengo que salir de aquí a como dé lugar, allá afuera están mis hijos y están esperándome en casa, si entra Ramsés te hará pedazos. –Olvídate de ese lobo. Ya te dije que los puedes traer con nosotros, es más, ellos van a ser unos excelentes hermanos mayores para nuestros hijos. He visto como son y son unos niños muy bien educados y ellos le pueden enseñar a sus hermanitos menores.Lycaon no dejaría de pelear por lo que él considerara justo y él quería a toda costa hacer entender a Milenka que su lugar estaba a su lado y que era prioridad que se olvidara de Ramsés.–Estoy empezando a pensar que n
Capítulo 60. Un Alfa enfurecidoRamsés KellerEstaba entre la espada y la pared, sentía a su mujer a menos de un milímetro de distancia, pero no estaba presente en ese lugar. Milenka se encontraba en paralelo, era como si de dos fantasmas se tratara. Ragnar tenía el presentimiento de que ellos dos estaban llegando a un acuerdo. Que Milenka y Lycaon, estaban teniendo una seria conversación, conocía muy bien a su sobrina, casi hija. –Te estás ahogando en un vaso con agua, Lycaon puede ser muy testarudo, pero no le va a hacer nada a Milenka. Tiene demasiado que perder si se atreve. Yo sé por qué te digo las cosas.Ragnar estaba dando sabios consejos al alfa Ramsés, él sabía que Milenka haría que Lycaon se diera cuenta de que estaba equivocado con respecto a ella. Ella es muy inteligente y en este punto seguramente ya había volteado todo a su favor.– ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? Si supiera donde están, arrancaría a mi esposa de su lado.–Están bien, él piensa que Milenka es su Luna
Capítulo 61. Pensando en regresarMilenka KellerRamsés estaba cegado por los celos, pero la voz de su Luna lo mantuvo en calma. Milenka tomó el rostro del Alfa para que se centrara solo en ella. No podía cometer un acto del cual después se iba a arrepentir, pues todo se había tratado de un malentendido, y Lycaon ahora estaba consciente de que había cometido una imprudencia. –Debes saber escuchar, mi amor, solo le estaba dando un consejo a Lycaon, las cosas no han sido como estábamos pensando, no debiste atacar sin antes preguntar.–Estaba seguro de que te había secuestrado, y sé que tiene intensiones amorosas hacia ti. No me puedes negar que Lycaon te pretendía, no sé qué haya pasado en todo ese tiempo que estuvieron ausentes, pero nada me quita de la cabeza que te dijo algo.Para Ramsés era evidente que Lycaon tenía interés por su esposa y por tal motivo no pudo contener su ataque de celos tan fuerte. Para él Milenka era más esencial que el aire que respiraba, ella era su todo y no
Capítulo 62. Un buen plan de ataqueRamsés KellerCuando todo ya había regresado a la normalidad. Empezaron a planear de qué forma podían ponerle fin a la usurpación del trono de Ramsés. Debían actuar de una manera muy cautelosa. Yulenka no se iba a dejar engañar tan fácilmente y eso todos lo sabían por la forma tan vil en la que ella les despojó del reino.–Creo que podríamos tratar de atacar desde adentro. Podríamos tener un aliado infiltrado en la manada.– ¿De qué manera? –Debemos atacar con el factor sorpresa, que Yulenka crea que todos están a su favor, que piense que nadie en su sano juicio la puede traicionar, un elemento importante de su plena confianza.A la mente de Ramsés llegó el nombre de su antiguo Beta, Usher McMiller, pero sentía que con él ya no se iba a poder contar. Si lo había traicionado a él, fácilmente lo volvería a hacer, por lo que había descartado esa posibilidad. –No estás del todo equivocado, Ramsés, sé que mi hermana confía ciegamente en Usher, pero no
Capítulo 63. En total desesperaciónMilenka KellerLas reservas de la manada Black Claw estaban a punto de terminar, Yulenka ya no hallaba la manera de terminar la relación de amistad con el jefe de los orcos. Se llevaba las manos a la cabeza de la desesperación y los miembros de la manada cada vez estaban a punto de desfallecer.–No puedo creer en mi mala suerte, Usher, tú como Beta debes saber qué podemos hacer en estos casos. Puedes convocar a alfas de otras manadas para que nos apoyen, aunque sea con los alimentos. Ya estamos a punto de estar en la miseria. Estamos muriendo de hambre lentamente y pronto moriremos también de sed.Los orcos habían estado destruyendo el reino, dejándolos sin comida y sin agua. Era evidente que más pronto de lo que esperaban, el reino estaría en ruinas.–Mi Luna, ya he pedido ayuda con muchos de mis contactos y con lo poco que nos han apoyado es con lo que hemos subsistido estos dos largos meses. Nadie quiere apoyar más allá de lo necesario. La mayorí