Capítulo 49. La piedra sagrada

Milenka Gauthier

Milenka mantuvo la mirada todo el tiempo en el Alfa, observaba como en su cara del lado izquierdo se le iban saltando las venas en color negro, el maleficio que le había hecho Yulenka podía llegar pronto al corazón y sería fatal, al llegar a la casa, Ramsés fue trasladado a la sala. Obviamente, se podía observar la gravedad del asunto.

– ¿Qué le ha pasado a mi hijo?

–Yulenka le ha causado una herida envenenada a Ramsés.

– ¿Entonces ese es el verdadero nombre de esa traidora?, había dicho que tú habías muerto y que eras Yulenka.

Amira estaba asustada al ver la gravedad de la herida en su hijo y al saber por fin el nombre de esa usurpadora por los propios labios de Milenka sintió una corriente de odio corriendo por sus venas. Esa mujer no se podía salir con la suya, su hijo tenía que vivir.

–Así es, yo soy la verdadera Milenka, ella quiso usurpar mi lugar en todo. Para ella era más fácil ser yo, pues había deseado todo lo que yo poseía,