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Capítulo 29. Misiones divididas
Capítulo 29. Misiones divididas Milenka GauthierLos niños llegaron hasta la casa y así como se había escapado Alexis, así mismo entraron los dos por el pasadizo secreto. Salieron de la habitación y se dirigieron a la de Milenka, ella se encontraba acostada, pero no estaba dormida, sintió la presencia de Alexis, pero también la de alguien más.–Mami, mira quién vino a visitarnos.Alexis le tocó el hombro a su madre esperando que abriera los ojos y cuando los hizo, se encontró con dos pares de ojos Azules idénticos, sus dos preciosos amores estaban parados viéndola y sonreían.–Pero ¿qué pasó, mi amor, te escapaste del castillo? ¿Esa mujer te hizo algo?Ella se levantó de un salto de la cama, se puso a la altura de los dos y los abrazó a ambos, pensando que Yulenka pudo haberle hecho algo a Alexey, eso si no se lo iba a tolerar.–Tranquila, mami, ella no me ha hecho nada, solo quería venir a verte a ti y a Alexis, nadie piensa que me he escapado, hice un hechizo y estoy ahora durmiend
Capítulo 30. Anular el matrimonio
Capítulo 30. Anular el matrimonioRamsés KellerLas cosas no podían estar peores, ahora con lo que le había dicho Ragnar, se encontraba delante de un dilema, se había casado con la madre de su hijo, pero en realidad ella no era su Luna destinada, su verdadera Luna. No entendía como era que no se había dado cuenta después de tantos años.Yulenka había sabido manejar bien la situación, hasta ese último celo, pues todo había dado un giro inesperado, Ramsés ya no pudo aguantar más, debido a que al percibir otra presencia y otra vibra en su corazón dejó de seguir con la farsa del matrimonio feliz.–Yo no le demos más vueltas a esto, hijo, Ragnar tiene razón, has tenido un hijo con la Luna equivocada, pero se puede arreglar lo de tu matrimonio, si se puede anular hay que hacerlo. ¿No sé qué digas tú, Ragnar?Amira se encontraba desesperada, ella quería que el matrimonio de su hijo ya llegara a su fin, sabiendo que la mujer con quien se había casado no era la Luna destinada para él y lo que
Capítulo 31. Durmiendo con sus cachorros
Capítulo 31. Durmiendo con sus cachorrosMilenka GauthierSe encontraban los tres en la cocina, Milenka les estaba preparando una deliciosa taza de leche caliente. Con eso de seguro se iban a dormir a gusto, pero Alexey tendría que regresar al castillo. Antes de que se hiciera más tarde, lo llevarían cerca, pasando el escudo.–Alexey, hijo, tienes que regresar al castillo, ya ha pasado mucho tiempo y se está haciendo tarde. Te podemos acompañar cerca de la puerta del castillo.–Mami, hoy quiero dormir con ustedes, en el castillo todos mañana se levantan tarde, así que puedo irme muy temprano y nadie se dará cuenta.Alexey externo sus deseos de pasar la noche con su madre y también con Alexis, era la primera vez que pasaría una noche en familia por así decirlo, pues a pesar de que en el castillo estaba su papá, él nunca dormía con él, siempre dormía solo en su habitación.– ¿En el castillo se levantan tarde? Eso me va a encantar.–No tan de prisa, aquí todos nos levantamos temprano, as
Capítulo 32. Caminos diferentes
Capítulo 32. Caminos diferentesRamsés KellerLos dos días siguientes continuaron con los puntos de la reunión, algunos de los reyes expusieron sus casos, algunos tenían problemas de organización y entre todos fueron dando una posible solución a cada uno de esos problemas. Los asuntos privados se llevaban a cabo a puertas cerradas con Ragnar.Algo que también le tocó a Elvira, aunque Ragnar ya sabía el motivo de su visita, Milenka estaba a punto de convertirse en la jefe del congreso de los siete reinos y su estabilidad se había visto comprometida al estar cerca de su lobo designado, no era mucho de pensarse que entre ellos se tenía que preparar un encuentro. –Lo sé, Ragnar, Milenka tiene que liberar todo ese potencial que ha estado guardando durante estos años, ella no quiere tener ningún contacto con Ramsés, y tú y yo sabemos que es necesario que se lleve a cabo de nuevo esa unión.–Desde luego que sí, Elvira, si Milenka no une su mente y su cuerpo con su lobo designado, mucho de s
Capítulo 33. Hechizo de amor
Capítulo 33. Hechizo de amorMilenka GauthierEsos días habían sido los más maravillosos para los tres. Alexey llegaba puntual cuando todos creían que estaba durmiendo. Luego se encontraba con Alexis en la casa del árbol y seguían con sus planes de unir a sus padres.Los dos habían soñado que ellos y sus padres vivan en el castillo y que eran la familia Real más feliz del mundo, no solo podían estar en el mismo sueño, también predecían el futuro y definitivamente, sus papitos eran felices estando juntos, ya la otra mami no aparecía por ningún lado. –Ha estado genial venir todas las noches a que mami nos lea muchos cuentos antes de dormir, la otra mami, ni siquiera le gusta jugar conmigo, solo lo hace cuando está papá.–Esa mamá es muy mala, yo si voy a hacer que juegue conmigo, le voy a dar una lección, así no son las mamis, ellas nos tienen que leer cuentos y hacernos reír mucho.Alexis no sabía cómo es que Alexey había podido vivir todos estos años sin esa clase de atenciones que
Capítulo 34. Dulce recibimiento
Capítulo 34. Dulce recibimientoRamsés KellerUn poco antes de llegar al castillo, al Alfa Ramsés se le erizaron los cabellos de la nuca, era como si alguien lo estuviera observando desde un sitio muy cercano, pero nada se asomaba a la vista. Pero claramente, podía sentir la presencia de alguien. Había un intenso aroma a feromonas dominantes que entraron en su nariz con mucha fuerza.Ahí estaba de nuevo, ese olor, haciendo que su boca se abriera y un calor indescriptible hacía que su sangre corriera demasiado a prisa por sus venas, pero se tuvo que contener, no quiso asustar a su madre que venía plácidamente hablándole de algo importante para ella.Ramsés tuvo tantas ganas de bajar de la camioneta y seguir el camino que sabía que lo conduciría hacia la propietaria de ese exquisito aroma. El cerebro del Alfa, dejó de funcionar por una milésima de segundo y volvió a la normalidad. Su madre lo estaba llamando por su nombre.–Dime, madre.–Te decía que siento a Alexey muy inquieto y eso q
Capítulo 35. Artes mágicas
Capítulo 35. Artes mágicasMilenka GauthierEn la casa del medio del boque, se encontraban Milenka y su pequeño hijo, en el jardín, Alexey, estaba recibiendo su primera clase de botánica, todos en la casa sabían que era el gemelo de Alexis, y por supuesto que estaban muy contentos con esa visita.Estaban esperando la llegada de Elvira, Milenka sabía que ya estaba a nada de llegar, su presentimiento de hacía unos momentos la puso alerta, sintió la presencia de Ramsés a muy poco pasos, como si él la pudiera ver. Dejó de mirar hacia donde sentía la presencia y se concentró en lo que le decía el maestro a su hijo.–Estas plantas son instrumentos muy poderosos para la prolongación de la vida, cada una de ellas tiene un propósito en cada una de nuestras vidas. Tu madre ha sido una excelente estudiante al igual que Alexis. Por eso estamos aquí para que tú aprendas lo mismo que han aprendido.Alexey miraba todo con ojos iluminados y con muchas ganas de aprender, a él le gustaba mucho lo que l
Capítulo 36. Extraño comportamiento
Capítulo 36. Extraño comportamientoRamsés KellerEntraron a la casa, donde los esperaban Demyan y el Beta Usher, Ramsés llevaba en brazos a Alexis, estaba encantado con el poder que al tener a su hijo cerca de él le trasmitía paz y amor. También estaba su esposa, pero esta no se le acercó como otras veces.–También te he extrañado, abuelita hermosa.–Yo también te extrañé, mi cielo.–Hoy quiero que me hagas muchas galletas con chispas de chocolate.Amira abrazó a su nieto con todo el amor del mundo y ella sintió una vibra muy bonita, pero diferente de las otras veces en las que abrazaba a su nieto, era como si estuviera abrazando a una persona diferente y así era, Alexis estaba despertando sensaciones diferentes en su abuelita.–Alex, hijo, ya sabes lo que le hace el azúcar a un niño como tú, hay que controlar todo lo que comes, debes ser un niño sano.–Yo quiero que la abuelita me consienta, hace mucho tiempo que no la veía y sus postres deben ser deliciosos, yo quiero probarlos tod