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Capítulo 36. Extraño comportamiento
Capítulo 36. Extraño comportamientoRamsés KellerEntraron a la casa, donde los esperaban Demyan y el Beta Usher, Ramsés llevaba en brazos a Alexis, estaba encantado con el poder que al tener a su hijo cerca de él le trasmitía paz y amor. También estaba su esposa, pero esta no se le acercó como otras veces.–También te he extrañado, abuelita hermosa.–Yo también te extrañé, mi cielo.–Hoy quiero que me hagas muchas galletas con chispas de chocolate.Amira abrazó a su nieto con todo el amor del mundo y ella sintió una vibra muy bonita, pero diferente de las otras veces en las que abrazaba a su nieto, era como si estuviera abrazando a una persona diferente y así era, Alexis estaba despertando sensaciones diferentes en su abuelita.–Alex, hijo, ya sabes lo que le hace el azúcar a un niño como tú, hay que controlar todo lo que comes, debes ser un niño sano.–Yo quiero que la abuelita me consienta, hace mucho tiempo que no la veía y sus postres deben ser deliciosos, yo quiero probarlos tod
Un acercamiento
Capítulo 37. Un acercamientoMilenka GauthierEl día en casa de Milenka era de otro ambiente, Alexey estaba aprendiendo muy rápido, era como si no se hubiera ido Alexis. Los dos niños eran unas esponjas al absorber todo lo que les enseñaban. Elvira al ver a Alexey se daba cuenta del parecido que ellos tenían con su padre, y aunque el Alfa Ramsés no sonriera muy a menudo, esos hoyuelos en las mejillas eran como un signo distintivo en sus hijos.– ¿Mami, tú te puedes convertir en todo lo que quieras?–En algunas ocasiones lo he hecho, cuando es necesario, hay muy pocos cambia formas entre los licántropos, pero solamente algunos pueden cambiar a otras especies.–Mi otra mami, si lo puede hacer, la he visto convertirse en halcón, paloma, lobo, en muchas especies, pero más en pájaros.Alexey le estaba entregando información muy valiosa con respecto a Yulenka, eso la va a ayudar en cuanto quiera darle su merecido, su hermana tenía muchos poderes, pero hasta ahora Milenka se viene enterando
Capítulo 38. El encantamiento sale mal
Capítulo 38. El encantamiento sale malRamsés KellerSe fue acercando sigilosamente a la figura que le decía a gritos que era a ella a la que tanto estaba buscando. Ramsés se inclinó olfateándola, queriendo saltar sobre ella sin que le importara nada. Se encontraba en esos momentos en un punto que ya no había regreso, estaba demasiado excitado, deseaba poseerla en toda la extensión de la palabra.Ese era exactamente el lugar donde Yulenka lo quería tener, y que fuera lo más agresivo que pudiera, así su marca estaría en su cuello para siempre, solo así lograría calmar la furia interna que sabía que el Alfa estaba atravesando en esos días. Ella pensó en lo dispuesta que se encontraba a soportar todo lo que el Alfa le hiciera.El Alfa respondió de inmediato en cuanto ella se acercó a él, la tomó entre sus brazos y la besó como si su vida dependiera de ello. No podía dejar pasar esa oportunidad, la tenía de nuevo en su poder, era la loba indicada, encajaba en sus manos a la perfección.“O
Capítulo 39. Luna impostora
Capítulo 39. Luna impostoraMilenka GauthierHabían pasado dos días y Milenka veía lo feliz que era su hijo, se daba cuenta de que Ramsés había cuidado muy bien de él, nada tenía que reprocharle. Alexey era un niño sano e inteligente, que quería la felicidad para todos. Su mente tan inocente no podía procesar los conflictos que existían en las relaciones entre adultos. Para los niños todo se podía solucionar con un beso o con un abrazo.–Te noto muy pensativa, hija, no dejes que los malos recuerdos provocados por un tercero interfieran, en lo que tu corazón quiere y necesita. Tienes que ver las cosas desde otra perspectiva, por tu bien y por el de tus bellos hijos.–No es tan fácil, madre, hay tanto en juego, sé que Yulenka no va a estar conforme en cuanto yo aparezca, me ha quitado tanto. Y pensar que ahora Alexis está a su lado, lo tiene a su merced, me da miedo de que le vaya a hacer algo malo.Milenka no podía más con la angustia, temía lo peor, que algo le estuviera pasando a Ale
Capítulo 40. La prueba de ADN estaba lista
Capítulo 40. La prueba de ADN estaba listaRamsés Keller– ¿Madre, donde está Alexey?Preguntó a su madre que se encontraba en la sala tomando una taza de té. Miró a Ramsés con preocupación, ya que no traía una buena cara, eso no auguraba nada bueno.–Se encuentra en su habitación, ¿qué sucede, hijo?Amira notó la preocupación en su hijo, era muy raro que estuviera tan ansioso por el príncipe en ese momento, algo tuvo que haber pasado.–Madre, es algo muy complicado, debo verificar algo.Se encaminó a la habitación de su hijo, no iba a creer en las palabras de esa otra mujer, estaba seguro de que ella no tenía como comprobar que eran dos niños, y no uno, esas mujeres lo querían volver loco, al llegar alcanzó a escuchar las palabras de su hijo y de nuevo la voz de Milenka.– ¡Tú no eres mi madre!Alexis no ha seguido el plan que le ha encomendado su madre, se estaba exponiendo a que Yulenka dedujera la verdad, pues ella tenía que mantener su posición dentro del castillo, si Ramsés toma
Capítulo 41. Conspiraciones
Capítulo 41. ConspiracionesMilenka GauthierApareció en el límite del escudo, había fracasado en su intento por recuperar a Alexis, sus lágrimas no dejaban de bajar por las mejillas de Milenka. No podía entender como el Alfa Ramsés no había creído en ella. Buscaría la manera de que creyera en su palabra.Limpió sus ojos antes de entrar a la casa, Alexey no debía notar que había estado llorando, no quería que se preocupara. No podía existir miedo en su mirada, nadie debía saber por lo que estaba pasando. Se mostraría fuerte y segura como siempre lo había sido.– ¿Mami, a donde fuiste? Te extrañé. Pero no me quería ir sin despedirme, Alexis no se ha comunicado y no sabía qué hacer.Alexey también estaba preocupado por la demora de Alexis, se suponía que ya tenían que hacer el intercambio. Se hacía tarde y sería muy peligroso que los vieran juntos. Por eso uno tenía que salir, poderse cambiar y entrar sin que nadie sospechara al castillo.–Fui a caminar un rato, mi amor, no te preocupes
Capítulo 42. Amantes bajo la luna
Capítulo 42. Amantes bajo la lunaRamsés KellerYulenka miraba su reflejo, era una mujer joven, hermosa, mucho más que la mayoría de las lobas de la manada. Era la Luna, su imagen destilaba lujuria y todos los lobos de la manada se preguntaban por qué el Alfa había dejado pasar tanto tiempo sin volver a tenerla. Porque todos en la manada Black Claw lo sabían. No era un secreto que ellos no mantenían relaciones.Bajó las escaleras, enfundada en un vestido rijo, pegado a su exuberante figura, tomó el camino que conducía hacia el final del castillo, nadie decía nada, no tenían por qué saber hacia dónde se dirigía la Luna de la manada, ya que no la podían detener.–Has llagado, mi Luna, tan bella como siempre.Un hombre hermoso la esperaba en el lugar donde habían acordado, él sí la trataba como a una reina, pero todo en ella tenía un propósito. No sería más usada por el Alfa como si fuera un saco de basura, se vengaría de todo aquel que la había humillado. –Aquí estoy mi lobo, no te iba
Capítulo 43. No había tiempo que perder
Capítulo 43. No había tiempo que perderMilenka GauthierElvira estaba leyendo el manuscrito que le había entregado Milenka, no cabía ninguna duda, Yulenka había utilizado ese hechizo para burlar a todos en el castillo, ella era en realidad la que gobernaba todo con su bajo perfil y el Alfa no se había dado cuenta de nada estando todo en sus narices. –Pienso que debemos atacar desde nuestro punto, no quiero que nadie salga herido en el proceso, madre, y más porque Alexis se encuentra en medio de todo esto.–Tenemos que esperar a que lleguen los hombres de Ragnar, es demasiado peligroso a lo que nos vamos a enfrentar, si su hechizo es tan poderoso para gobernar a toda esa manada, nosotras dos no seremos nada ante ese ejército.Milenka sacó todo tipo de implementos y los colocó arriba de la mesa, tenía prácticamente todo, empezaron a mezclar los ingredientes que estaban en el manuscrito.–Nos falta este ingrediente, es lo único que nos hace falta para que el hechizo esté completo, Ragn