Milenka KellerEstaba todo listo, llegó al cuarto donde estaban los niños y empezó a despertarlos, le hubiera gustado que ellos descansaran un poco más, pero había llegado la hora y era necesaria la presencia de los dos. El Alfa Ramsés necesitaba de sus dos hijos, ahora más que nunca, era un momento muy importante y decisivo para todos.–Mis amores, ha llegado la hora de partir. Espero que ya estén preparados para las indicaciones que les hemos dado, lamento haberlos venido a despertar, pero las cosas tienen que ser así.A Milenka no le gustaba importunar a sus hijos, pero en asuntos de vital importancia, como era este que estaba por pasar, no podía hacer caso a sus sentimientos, debía obedecer a la razón.– ¿Ya es el momento, mami? – Preguntó Alexis.–Sí, ya su padre volverá a estar con nosotros, tenemos que darle la bienvenida, ha sido mucho el tiempo que se ha tomado, pero volverá para siempre a nuestro lado y vamos a recibirlo del modo que se merece.Esa era la mejor noticia que a
Ramsés KellerMildred se acostó abrazada a Ramsés, estaba segura que él ya había empezado a quererla, de lo contrario no hubiera accedido a dormir con ella en la misma cama. Se durmió con una gran sonrisa en los labios, todo estaba dando resultados, sabía que solo era tiempo de esperar y ahora dormía con más tranquilidad estando en los brazos del lobo que ella pensaba que sería suyo por siempre, sin saber que esa era la primera y la última vez que iba a dormir a su lado.Ramsés había normalizado su respiración como si estuviera durmiendo, cerró los ojos para que Mildred no sospechara. Pero su mente ya estaba trabajando de diferente manera. Ella podía ver solo que él le quería mostrar. No tuvo que ejercer ninguna disputa interior, pues ahora sabía por qué su corazón no latía por ella y nunca podría hacerlo, su corazón había sido entregado tiempo atrás a su verdadera dueña.–Hola, mi amor, buenos días. No quería despertarte, estabas muy a gusto durmiendo y quise dejarte descansar. No me
Milenka KellerTodos estaban en el campamento, Nora, tenía todo preparado, el día empezaba a comenzar y la alegría era generalizada. Liam había mandado el mensaje en el momento justo que Mildred, Mason y Ramsés salieron del castillo, solo iban en un auto los tres.Antes de que salieran de los límites de Black Claw, fueron interceptados por un par de camionetas que les cerraron el camino. Mason iba conduciendo, Mildred estaba de copiloto y Ramsés se encontraba en el asiento trasero con los ojos cerrados, bajo el efecto de lo que había colocado Mason en el desayuno. – ¿Qué está pasando, hermano? No entiendo por qué no podemos pasar, esto debe ser una broma de muy mal gusto. Nosotros tenemos que irnos a como de lugar.No se podían mover, ni para adelante, ni para atrás. Pues en la parte trasera se encontraban dos camionetas más. Esto era una emboscada que ellos no vieron venir y ahora Mildred estaba que no la calentaba ni el sol, pensaba que su triunfo estaba por llegar y, por el contra
Ramsés KellerMildred cayó al suelo, en el momento que todos se fueron, ahora le hacían falta sus poderes, no podía hacer nada, ni siquiera podía hacerlo con el pensamiento, en verdad ella ya no contaba con toda esa sabiduría de la que tanto se jactaba. De su mente prodigiosa había sido borrado todo por completo.No podía pedir ayuda, estaba sola en medio de la nada, por así decirlo. Sola, sin el amor de su lobo o el que ella creía que era su amor, pues Ramsés nunca la tuvo realmente en su corazón.–Esto no me puede estar pasando, deben darme una oportunidad y les demostraré que nunca más atentaré en contra de nadie. Yo no quise hacerles daño, solo me enamoré de Ramsés, ¿Qué hay de malo en eso?, ¿Qué hay de malo con querer buscar una felicidad?Mildred podía gritar todo lo que pudiera, nadie iba a ir en su ayuda, había desperdiciado toda esa sabiduría en solo hacer el mal, su castigo sería una lección para todo el que la conociera. Ella había cometido el grave error de dejarse envenen
Milenka KellerMientras Milenka observada a su esposo descansar a su lado, Mildred seguía buscando una forma de regresar a Black Claw, tenía que informarle a Yulenka que se habían llevado a Mason y que a ella le había quitado todos sus poderes, pero no tenía la capacidad de encontrar el camino. Estaba totalmente desorientada y perdida. Su desesperación estaba a punto de volverla loca.–Tengo que llegar al castillo, ya han pasado varias horas y sigo aquí mismo, he estado dando vueltas en este mismo sitio. Tengo que ver que le han hecho a mi hermano y espero que no le hayan quitado la vida.Ragnar estaba hablando con Mason, explicándole el porqué de las acciones que se estaban tomando en contra de Mildred, de él y más adelante se harían en contra de Yulenka. Mason estaba molesto por lo que le estaba diciendo Ragnar y empezó a negar con la cabeza. No podía creer que después de todo lo que hizo Milenka, ellos la estuvieran defendiendo.–Todo esto es por culpa de Milenka, si no nos hubier
Ramsés KellerEl Alfa Ramsés despertaba después de haber pasado unas horas de descanso, la bebida que le dio su padre, había hecho su efecto y ahora sentía que era un lobo renovado. Abrió los ojos y a su lado estaba la mujer más hermosa, y sabía que era su esposa. No entendía cómo es que pudo olvidarla por un breve periodo de tiempo, una mujer como ella es muy difícil de olvidar.–Hola, esposa mía. Parece que no hemos estado juntos por mucho tiempo y me da mucho gusto verte.Ramsés se sentía dichoso de ver por fin a Milenka ahora que todo había terminado, él se sentía muy afortunado por estar de vuelta con su esposa y alejado de todo el mal al que había sido sometido.–Hola, Ramsés, mi amor ¿Has regresado por completo? Espero que así sea, todos te hemos estado esperando ansiosos por verte volver.–Desde luego que he regresado por completo, no iba a dejar que esa mujer me separara de mi esposa y de mis hijos. Ustedes, mi familia son lo más preciado para mí y siempre lo han sido, por es
Milenka KellerLuego de que Ragnar hablara con Mason, él estaba muy avergonzado de haber creído todo ese tiempo que su prima Milenka era la que siempre atacaba a Yulenka, y que se comportaba de una manera muy déspota con todos los demás. Él se sentía mal por haberse dejado llevar por las mentiras y engaños de Yulenka, pues lo cegó el amor y la buena relación que tanto él como Mildred llevaban con ella desde niños.–Buenas tardes, prima, Reina del consejo de los siete reinos, siento mucho todo el daño que te hemos causado mi hermana y yo. Perdóname por tratarte todo el tiempo de la forma en que te traté.Mason le externó a Milenka sus más sinceras disculpas. Él no quería dejar pasar la oportunidad de disculparse con ella, se sentía muy mal por haberle hecho daño por no conocer las dos versiones de las cosas.–No hay nada que perdonar, primo, sé que todo eso lo hicieron Mildred y tú, por la influencia negativa de mi hermana gemela. Aunque tu hermana ha atentado contra mi esposo, ella ya
Ramsés KellerAl siguiente día de haber abandonado Black Claw, Mildred y Mason, le había llegado el turno a Usher que fuera puesto en libertad. Ya Liam se encontraba en el campamento y ya les había dejado las instrucciones a los miembros de la antigua manada, todos estaban listos y sabían que debían hacer. –Dentro de poco llegará Usher al castillo, tenemos que estar pendientes si Yulenka le cree lo que le vaya a contar. Puede que ella le crea todo o que no le crea nada, la moneda está en el aire.Milenka sabía que lo primero que haría Usher, sería contarle lo que había pasado ese día cuando él salió en busca de Nora. El tiempo espacio en el que se mantuvo encerrado no era algo que se pudiera contar. Era como si estuviera viviendo unos días nada más. Por eso había entrado en desesperación, pues le había parecido muy lento y a la vez lo desubicaba en el espacio. Le podía parecer que esos días fueron eternos y no haber pasado ni veinticuatro horas. Era algo intangible. No tenía en el