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Terry el detective privado

Hace un año y unos tres meses atrás una mujer llamada Flor me contrató para investigar a Penny Blackhat, según ella la tal Penny era una mujer despiadada que descuido a su esposo y que por eso Flor lo consolaba de formas poco apropiadas, no entraré en detalles porque mi trabajo era investigar que clase de mujer era Penny para enviarle a ella fotos "de evidencia" que Bruno vería para convencerlo de que le pidiera el divorcio a su esposa. Tenía mis dudas sobre agarrar este trabajo o no, porque algo en esa mujer que me contrató no me daba buena espina, sin embargo mi madre me obligó a tomar el trabajo porque según ella "Flor es una santera y aunque no creamos en esa religión, uno nunca sabe y es mejor evitar desgracias". 

Cuando me dispuse a investigar a Penny, encontré mucha información de ella solo con hackear su usuario de redes sociales, efectivamente si está casada con Bruno con todo y papeles, están juntos hace muchos años, tienen tres hijos Peter, Gregory y Manuel, ella vivía en casa de sus suegros junto con ellos, trabaja en una empresa de importación de pescado por todo el Distrito capital, en ese trabajo lleva el cargo de jefa de la administración de recursos humanos, en casa vende pasapalos para las fiestas, hace cuadros y cosas en masa flexible -o porcelana-, tiene a sus dos padres con vida y viviendo juntos-eso si que es una novedad, creo que el porcentaje de divorcios han aumentado últimamente-, tiene una hermana menor. Sus hijos estudian en colegios-liceo en caso del hijo mayor- de Santa Mónica lo que significa que ella es una mujer consciente de que la situación en las escuelas públicas no es muy buenas y además de ellos se esfuerza el doble para pagar el liceo de su hijo mayor, toda esa información me da a entender que no es como Flor me la describió. Igual tengo que terminar el trabajo y pasarle fotos a Flor de cómo según ella Penny le estaba siendo infiel a Bruno -que descaro, lo sé-.

Le tomé unas fotos a Penny cuando salió del trabajo a beber con unos compañeros del trabajo, le pase fotos a flor para que ella comprobará si le eran suficiente "prueba´. 

Ese es el resumen de cómo la mujer esa convenció a Bruno de pedirle el divorcio a Penny, lo que yo no suponía era que esa tal flor como que lo hipnotizó y de paso es tan desconfiada consigo misma que me ofreció más dinero si me encargaba de mantener a Penny lejos de su "novio". Siendo honestos si yo fuera ella con esa horrenda cara y ese cuerpo de tanque, también me preocuparía que una mujer tan atractiva y atrayente como Penny se acercará a mi novio.

Acepte el trabajo que ella me ofreció por lo mismo que acepte el primero. Sin embargo yo no tenía idea de que acercarme a Penny fuera tan peligroso, joder es tan hermosa y coqueta, parece una mujer sacada de un comic o algo así, m****a que belleza, si no me enfoco en mi trabajo puede que me termine enamorando de ella, esa salida de hoy me lo comprobó. No solo es bonita y coqueta, sino que también es una chica consciente de que no puede abusar de quien le va a invitar las cosas, no pidió absolutamente nada que pasará de 10 dólares, aun cuando le revele que soy millonario continuó pidiendo cosas que no son para nada costosas desde mi posición económica, desde la de ella seguramente si son costosas.

Esto de mantenerla alejada del pensamiento de querer conquistar a Bruno se me está volviendo difícil. A juro debo estar cerca de ella y estar cerca de ella es como sentarse al lado de la mesa de aperitivos en una fiesta y que entre los bocadillos este el que más te gusta comer.

-¡Hijo, que bueno que ya llegaste! Pensé que no habías regresado. 

Me saludó mi madre la cual salió de su cuarto para encontrarse conmigo en la sala principal que está de camino a la cocina.

 Mi madre era una mujer que estaba sobre los 60 años ya rozando sus  talones, pero eso no le impedía seguir vistiéndose de forma elegante y comportándose como toda una dama.

-Mamá ¿Qué haces yendo a la cocina a está hora? 

-Se me antojo comer una ensaladita, cariño. 

-¿Por qué no le dijiste a Lizbet que te la hiciera? 

-Cariño, Lizbet se fue temprano a casa hoy. 

-¿Por qué? ¿Le sucedió algo?

Lizbet es nuestra ama de llaves, es una mujer de 50 años que no me creerían si les dijera que tiene un hijo de apenas 7 años, no sé cómo sigue viva después de haber dado a luz a un niño a tan avanzada edad.

-No, a ella no, pero, parece que el pequeño Jesús tiene una fiebre que no se le baja y se fue temprano por eso. Ay mijo yo la deje irse, porque ante todo nuestros hijos ¿Para qué tanto trabajar si dejamos de lado nuestra razón de trabajar? 

Mamá me sobo el hombro y continuó su camino a la cocina, claro que la seguí, también me estaba pegando hambre.

-Mamá ¿Recuerdas el trabajo que me hiciste aceptar porque la mujer esa era santera? 

-Ah sí, mijo. Claro que lo recuerdo, esa mujer me da mala espina es mejor no llevarse mal con ella. ¿Qué sucedió con el trabajo? 

-Después de que me mandará a investigar a la mujer que es la esposa de su "novio", me pidió que impidiera que ella volviera a conquistarlo.

-Ay pues, que mujer tan ridícula, de verdad. Que falta de confianza... bueno si yo fuera ella, mijo también tendría miedo de que ese hombre se fuera, porque a mujer para fea esa. 

Mamá negó con su cabeza haciendo un gesto de que le daba asco de solo pensar en ella y no pude evitar reírme.

-¿Qué harás para alejarla?

-Lo único que se me ocurre para intervenir directamente, es que yo me la pase con ella.

Ella dejó de cortar la lechuga que usará para su ensalada y me miró sorprendida. 

-¿Estás seguro de que eso funcionará? 

-Al menos debo intentarlo, mamá.

-No será que ¿a ti te gusto la muchacha? 

Preguntó mamá riéndose dando a entender que solo me estaba jodiendo. Yo no pude decir nada y solo me le quedé mirando.

-Hijo... ¿De verdad te está gustando la mujer a la que investigaste? 

-Mamá, es que no la has visto. ¡Es bellisima, mamá! Yo no sé cómo ese hombre se atrevió a pensar en otra mujer teniendola a ella. Ya te la voy a mostrar. 

Busqué mi teléfono en mis bolsillos para meterme en la galería y mostrarle una foto de Penny a mi madre, en cuanto la vea me va a entender. Si mi madre no me ilumina sobre si terminar enamorado de ella es prácticamente imposible, no se quien o que lo hará.

-Es ella mamá.

Le mostré una de las fotos que le tomé en la salida de hoy cuando se comía su helado. 

Mamá abrió un poco los ojos y la boca mostrando lo impactada que quedó al verla.

-¿Dices tu que trabaja como administradora en la parte de recursos humanos? Debió haber sido modelo más bien. 

-¡Te dije! 

-Además si te apoyo en eso de no saber cómo ese hombre dejo a semejante hermosura por esa otra. 

-¿Quieres saber la mejor parte mamá? 

-¿Hay más? 

-¡Sí! Mamá hoy salí con ella en "una cita" y le dije que podía pedir lo que quisiera que yo le compraría lo que pidiera.

-Ya te gastaste todo hoy.

-¡No! Mamá no pidió nada que pasará de diez dólares

Ahora sí la logré dejar sin palabras, mamá quedó como las caricaturas, quedo con la boca abierta.

-¿No pidió nada que pasará de diez? 

-¡No! Ni las entradas al cine, ni lo que comimos para ver la película, ni el almuerzo que pidió, ni el helado que ordenó. Nada llegaba a diez.

-¿Será una especie de extraterrestre? 

-¡Lo mismo le dije yo hoy en la cita! 

-¡Hijo por Dios! ¡¿Cómo pudiste decirle eso en la cara?! ¿Qué va a pensar esa pobre muchacha? Que salías con puras mujerzuelas.

La  señale con el dedo, las mujeres tienen una mente de enjambre colectivo.

-¡Eso mismo me dijo ella! 

-Obvio, cariño. No puedes decirle eso a una mujer. 

-Ya aprendí mi lección.

-A ver hijo... dejame ver si entendí. Me cuentas todo esto porque seguramente ya te está empezando a gustar esa tal Peggy.

-Penny, mamá. 

-Bueno esa Penny te está empezando a gustar y no sabes que hacer. 

-Exacto. ¿Qué hago si termino perdidamente enamorado de esa mujer?

-Pues... decirle lo que sientes y salir con ella ¿Qué más?

-Tiene tres hijos.

Mi madre puso una mano en su cintura subiendo su cadera como la mamá peleona que es de vez en cuando.

-Hijo ese pensamiento es muy machista. ¿Que tiene que ver que tenga hijos? Si te gusta la aceptas a ella y a los tres paquetes que vienen con ella. ¿Cuántos años tienen?

-El mayor tiene catorce, el del medio 9 y el último 8 años creo.

-Están grandes, mejor aun no cambias pañales.

-Será peor aún, mamá. ¿Qué tal si esos niños me odian?

-¿Por qué te odiarían? 

-¿Qué no ves las películas mamá? Ah no.. tu solo ves novelas. ¿Qué no ves tus novelas mamá? Los hijos odian que "quieran" reemplazar a su padre biológico. 

-Pero es que tu no vas a reemplazar a su padre biológico.

Ella sonrió de manera casi macabra. 

-Serás como su querido tío divertido favorito o un amigo de ellos.

-¿Cómo crees que eso va a funcionar?

-Confía en mi, cariño. Funcionará.

-¿Eso no sería como comprarlos?

-No, no, no. Te acercaras a ellos como un amigo más y una vez te tengan apego, no van a querer que te vayas nunca. ¿Los investigaste a ellos? 

-No... mamá por Dios, son niños. Jamás investigaría a niños a menos que estuvieran involucrados en asuntos ilegales. 

-Bueno investiga a estos para saber cómo tratarlos.

Tal vez mamá en medio de su locura tenga razón.

-Estoy tan feliz de que por primera vez en estos treinta y cinco años que tienes te esté gustando una mujer de una forma tan sincera. Al fin podré ver a mi bebé feliz con una pareja.

-Si he estado enamorado antes.

-Lo tuyo con esas mujerzuelas no era amor, eran tus hormonas de hombre que buscaban desahogarse. Esto de ahora si es amor

-¿Cómo estás segura de que ésto sí es amor? 

-Porque es la primera vez que me comentas algo de una mujer que te interesa. Has estado con al menos ocho mujeres antes de esta y nunca me comentaste nada de ellas, pero de esta tal Peggy

-Penny. 

La interrumpí para corregirla.

-Esta tal Penny si te interesa porque viniste hasta a mi buscando consejo de que hacer con ella.

Odio admitirlo pero mi madre tiene razón nunca antes le había hablado de las mujeres con las que llegué a salir... No veía la necesidad de hacerlo, es decir, todas eran mujeres que estaban conmigo por interés cada una era más descarada que la otra y el colmo entre los colmos tiene nombre y apellido: Bárbara Diaz. Esa mujer vino a mi fingiendo que era una mujer inocente que no quería nada de mi dinero y una noche que la lleve a mi apartamento no me robo la cama porque no le entraba en el bolso que siempre llevaba encima, de pasó la muy descarada me dejó una carta en la mesa que decía "gracias por todo esto, mi cielo, ahora si podré irme del país" y le planto un beso al papel.

-Ni hablar de esa Bárbara, me vas a disculpar hijo pero tengo que decirlo, esa es una perra hija de puta. Sigo sin creerme eso que te hizo. Al menos te dejo las cosas más caras. piensa que pudo llevarse hasta los muebles.

-Mamá... no tienes que resaltar eso. 

-Esperó que eso te sirva de lección. 

-Si sirvió de lección madre.

El resto de la preparación de la ensalada que mamá hacía fue un sermón sobre que no debo dejarme engañar de nuevo por otra mujer.

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