Penny con todo su maquillaje corrido e hizo recordar a una escena de una de esas horrendas películas adolescentes de gringolandia donde la chica insoportable que es la popular llora por culpa del capitán del equipo de futbol americano que todos los espectadores aun con las hormonas alborotadas y las neuronas de un ebrio caminando a su casa, sabíamos que la iba a engañar para quedarse con la protagonista que en muchos casos tampoco termina siendo mejor que la rubia popular.

Suspire y trate de dejar ir en esa escapada de aire el enojo que sentí por no ser de ayuda para ella, la cerveza es el mayor enemigo del razonamiento humano para la resolución de problemas de la vida.

Me levanté de la cama y decidí iniciar el día, mientras ella se despertaba del coma en el que cayó después de tomar tanto alcohol. Escuche el teléfono de ella sonando en la cama debajo de ella. Coño. Me acerqué hasta ella e hice lo que pude para sacar el teléfono.

"Hola, Penny. Mi mamá está preguntando si vienes hoy