No hablaré —Dijo aquella persona misteriosa. Su semblante era de alguien que denotaba frialdad, no mostraba nada de emoción, Magnus lo miró con mucha curiosidad.—¿Eres o te haces el tonto? Has estado viviendo en mi casa por tanto tiempo y ¿todavía me hablas así? —lo fulminó con la mirada.—¿Sabes quién soy? —cuestionó Magnus irritado, a lo que aquel personaje respondiera con magestuocidad.—¿Tu casa? ¿De verdad crees que es tu casa? Jaja. Yo podría decir lo mísmo.—Bien, no me hagas ser cruel contigo, me dirás quién eres y que hacías en mi casa y en partes donde era prohibido entrar y salir —gruñó el hombre fuerte, alto y temido por muchos, pero no por este sujeto.—¿Sería por que es mi hogar, mi casa como tú lo llamas? Sabes, pareces tonto y eso que has estado viviendo fuera y con todos los conocimientos ante ti —continuó.—No cabe dudas, la ignorancia está en pleno siglo XXII.No preveía que Magnus lo abofeteara, recibió un golpe en su cara que lo dejó viendo estrellas por unos seg
Tómame, soy tuya —dijo Sara —si un hombre no se volvía loco de pasión al oír decir eso a su chica, no se consideria de carne y hueso.Magnus se volvió y la agarró como animal salvaje hambriento por mucho tiempo sobre la carne fresca.—"Estas volviéndome loco amor mío"—¡Que sea locura de amor si, mi amor! —dijo Sara.Ellos empezaron a tocarse y besarse, su mundo de fantasía había empezado, Magnus tomó a Sara y la cargó levantado sus piernas y cruzando con éstas su extremidad, su sexo con su sexo juntado y rozando era un punto en el que hallaba satisfacción al hacer fricción.—Ohh... —gumió Sara.—Enloqueces mis sentidos amor —rugió Magnus sintiéndose estar sobre nubes aterciopelados.Magnus, un hombre que estaba sobre el botón del llamado lujuria, mujeres a cantidades, vicios, los lujos y la vida loca como dijera Ricky Martin, había estado con muchas mujeres que el quiso estar, pero jamás sintió tanto deseo emanando de su cuerpo, tantas ganas de follar así a una mujer y sentir que to
Marcus salió de aquel carcelario y se cruzó la calle, no entendía como había logrado liberarse.Estaba muy cómodo así, ahora debía preocuparse de dónde meter la cabeza, porque su mundo era aquellos aposentos sub enterrados debajo del subsuelo, escondido ahí, apenas hace unos meses había logrado descubrir tres de las fuentes de salida y entrada a aquellos pasadizos secretos.Las entradas de acceso que Marcus conocía habían sido bloqueadas para el paso, así que muy molesto se fue a sentarse en un lugar abierto y concurrido, no sabía que el parecerse a Magnus le traería muchos problemas.Se había dado cuenta que estaba solo y que no contaba con nadie para resolver sus propios problemas.Se sentía abandonado y sintiéndose destruido cuando apareció una enorme camioneta 4x4 todo terreno, de su interior dos sujetos tiraron a matarlo. Marcus solo quedó petrificado, no sabía que estaba pasando, salió corriendo y cayó entre montón de cajas que estaban arropados para ser movidos.Marcus sentía q
Nunca se puede dar por hecho algo que todavía no ocurre, pero mientras Sara disfrutaba su amor junto a su esposo Magnus, el hermano perdido en el mismo mundo que él, se estaba decidiendo quedarse con lo que él tenía.Marcus buscaba la forma de quedarse con la mujer que estaba al lado de Magnus, la quería para sí, pero esto fue muy aparte de sus deseos de arruinarlo, de verdad Sara le atraía.Para eso, Marcus empezó a vigilar a la pareja, buscaba la forma de quedarse a solas con Sara.Aunque lo que hiciera fuera en vano, obviamente eso él aún no lo sabía, porque a como dijera la frase del dicho y las experiencias de vida, no hay peor lucha que la que no se hace.Marcus no conocía a muchas mujeres, sin embargo, vió a las mucamas, pero no le llamó la atención. Podría ser que Sara le llamara la atención por que era la mujer que venía acompañada de un hombre que a su ver era igual en casi en todo a él.Más adelante Alfred le revelaría la identidad de ese otro hombre, lo recordaba casi siem
Marcus se quedó en aquel lugar en donde se brindaba ayuda a los necesitados, él se quedó ahí, pero no feliz. Por primera vez sintió las emociones reventarse dentro de su cuerpo.Sintió ganas de hacerle daño a Magnus, deseó estar en su lugar, también lo odió, sentía como si Magnus no mereciera vivir y quería querer matarlo con sus propias manos.Aún así, también sintió el sentimiento de querer complacer a Sara, no quería que Sara lo rechazara, así que si Sara pidió quedarse en aquel lugar, él lo haría.Se frustró mucho los siguientes días, pues Sara no volvería, primero por que Magnus hizo todo lo posible para que Sara no volviera a ahí y segundo la llevó de viaje por lo mismo.Magnus y Sara fueron de luna de miel, además que Magnus aprovechó hacer unos negocios mientras duraba el viaje. En total de días fueron mes y medio que Sara y Magnus estuvuera lejos de casa, mientras tanto sus entradas y accesos seguían siendo vigilados, Marcus no le había quedado más remedio que seguir en el al
Para los que ven de afuera, ven mejor el espectáculo que el mismo protagonista desde adentro.Magnus se había empeñado a ser audaz, siempre dándole mazo sin dejar cabos sueltos, hasta que se enamorara, y ahí empezara su adicción por ella, a matar por solo verla, desearla, Magnus se volvió un asesino frío y despiadado.Sara empezó a preocuparse por él, por que a pesar de ser lo que fuera él, ante sus ojos, seguía siendo su esposo, su hombre.Y por que siempre lo hacía sin reclamarle nada, tan solo veía la actitud de algún hombre morboso, le era suficiente para querer borrarlo de la faz de la Tierra.Sara por su parte, siendo tan observador, solo se fijaba en su reacción, y eso que él apenas mostraba reacciones, pues sabía esconder muy bien sus sentimientos y emociones, pero su chica era rápida y hacia grabar en su mente sus gestos y sus cortas y rápidas reacciones de él.Cuando Magnus quiso acomodar a Marcus en un penthouse de veinte millones de dólares, éste se negó rotundamente, pegó
Sin haber movido un dedo, Marcos había logrado hacer que la pareja tuviera su primer encontronazo.A lo mucho, Clara jamás sintió llegar su fin, para ella esta era una buena forma de mantenerse en la cúspide de la riqueza, pero primero puliria bien sus atributos ya después planearia su seducción para luego dar el zarpaso al italiano Galuzo, luego lo convencería de ser ella su mejor opción.Ella tenía el temple para ser su esposa, juntos conquistarian el mundo, saldrían adelante serían los primeros en todo.La vida terrible sería para otros, ellos tendrían, las agallas, a los más rebeldes, ella simplemente ordenaria venderlas directamente al mejor postor.Llegarian a tener sus vidas como jefes mafiosos, los decadentes serían otros, así se imaginaba Clara.Mandaría a violar a todas reiteradas veces para que aprendieran a respetarlas, lo cierto era que Clara tenía una mente retorcida.Ni porque ella padeció esa crueldad se detenía a pensar en ello, a lo sumo después de que les pasara eso,
—Magnus, iré a ver a Marcus —Magnus quedó en silencio.—Es que sufrió un atentado —Magnus había oído esa noticia, sabía que lo habían confundido con él.—¿No harás nada? —Siguió sumido en sus pensamientos.La verdad era que él nunca había sido así de fijón, hasta ahora había descubierto que era inseguro de si mismo. Eso de alguna manera lo tenía inconforme.—Sara, el no es tu esposo para preocuparte por el, haré lo necesario para ayudarlo, ¿entiendes eso?—Si, entiendo, pero no está demás que le brinde mi ayuda, a veces no es la ayuda económica la que necesita una persona, sino un poco de tu tiempo.—Si, y también tomad en cuenta que ese hombre está interesado en ti, no alimentes su ilusión, pensará que tiene esperanza contigo.—No lo veo así —dijo ella mirándolo fíjamente. —Debes aprender a confiar en mi mi amor —se acercó a su esposo y lo abrazó.—No desconfío de ti, si no de los de allí afuera, de las malas intenciones de aquellos, por favor, tengo lo suficiente para obligarte, pe