Lea:
Otra mañana más. De lo único que soy consciente es que era sábado y probablemente mi pequeña Halia vendría hacia mi cuarto en cualquier momento y solo eran las 7 de la mañana. Mi hija tiene 3 años, pero en dos meses cumplirá 4, no podía creer como crece tan rápido.
Mami, mami – dijo una pequeña voz acercándose por el pasillo.
-Halia – dije con alegría justo cuando brincaba hacia mi cama. Le di un gran beso y nos quedamos abrazadas por un momento.
Tengo hambre mami.
Ok pequeña, ¿quieres desayunar hot cakes?
Siiiii – dijo llena de vigor. Me sorprendía como los niños nunca se cansaban.
Ven vamos a la cocina hoy tú serás mi ayudante.
Yeih
Mi departamento no es muy grande, las dos habitaciones que tenemos son muy pequeñas y ni hablar de mi diminuta cocina en la que realizaba maravillas. Realmente era muy buena cocinando y a Halia le encantaba todo lo que hacía para ella. Sabía que debería haberme dedicado a estudiar gastronomía o algo así, pero la vida siempre te cambia los planes.
Después de que Halia me ayudo a poner todos los ingredientes en un tazón, le dije que mejor fuera a ver sus caricaturas, solo faltaba mezclar y poner al sartén todos los ingredientes, pero me pone de nervios tenerla cerca cuando la lumbre esta prendida. Tengo que admitirlo soy muy sobreprotectora con mi hija y el hecho de que no tuviera a su padre me entristecía.
¿La historia? Es la misma de siempre, quede embarazada de un tipo que prometió estar conmigo toda la vida, pero que desapareció como si la tierra se lo hubiera tragado después de hacer “su travesura”, nada extraordinario y tristemente demasiado común, pero, así es la vida, y una debe de seguir adelante con su hijo o su hija a como de lugar.
Cuando estuvieron listos los hot cakes, pasamos a nuestra mesita y me sorprendía que cada vez podía comer mejor sola. Estos niños de hoy están muy adelantados.
Princesa, ¿Qué te parece si vamos al parque?
¿Hoy no trabajas? – pregunto ocultando un poco la emoción antes de decirme que si.
No pequeña hoy me dieron libre – trabajo en una librería y el día de hoy iban a hacer algunos cambios drásticos de decoración e iba a estar cerrado por el fin de semana.
Si quiero, quiero llevar mi carrito, mi pelota, mi muñeca, mi oso … - allí es cuando tuve que intervenir.
Pequeña no puedes llevar tantos juguetes, además solo iremos por un rato porque después iremos con tus abuelos.
Yeih ¡mis abuelos – mis padres consentían demasiado a Halia, pero era su orgullo ya que era su única nieta y probablemente sería la única. Se que solo tengo 24 años, pero encontrar una pareja era complicado por mi hija. Había salido algunas veces, pero apenas se enteraba que tenia una pequeña huían despavoridos.
Terminamos nuestro desayuno, vimos caricaturas por un rato, nos vestimos y fuimos hacia el parque solo cargando el carrito. Halia dio unas vueltas y después la ayude para mecerla en el columpio y otros juegos pequeños; se divertía mucho. Después de un rato le dije que ya era hora de irnos. Aun teníamos que bañarnos y preparar una pequeña maleta para nuestra estadía en casa de mis padres por esta noche.
Tan pronto estuvimos listas, llame a Renata.
Hola mama – dije cuando contesto.
Hola Lea, ¿vas a traer a Halia? Ahora no me avisaste nada – cuando trabajaba en sábados dejaba a mi hija con sus abuelos y entre semana recurría a una guardería.
Mmm por eso hablaba, hoy no trabajo y me pregunto si podíamos pasar la noche con ustedes y poder hacer algo como familia mañana.
Claro hija, las esperamos. Maneja con cuidado.
Te veo pronto. Adiós.
Vamos princesa es hora de irnos.
Se acerco hacia a mí y la lleve cargando hasta el auto. En el camino hacia abajo nos encontramos con mi vecino Gerard padre, él tenía unos 60 años y cada que veía a Halia tenía un dulce para ella y hoy no fue la excepción, le dimos las gracias y continuamos bajando. No era nada agradable vivir en el quinto piso.
La casa de mis padres estaba a unos 20 minutos en las afueras de Seattle. Ellos insistían en que viviéramos con ellos, pero sabía que necesitábamos nuestro espacio, aunque este fuera pequeño.
Apenas me estaciones afuera de la casa, mi padre salió a recibirnos.
Donde están mis princesas – como me hacía reír que mi padre aun me viera así.
¡Abuelo! – grito Halia saliendo del carro tan pronto le quité el cinturón y abrí su puerta. El la recibió con un gran abrazo y se acercó a ayudarme con mi pequeña maleta.
¿Cómo estás papá?
Muy bien Lea. ¿Todo bien en el trabajo? – supuse que mi mama ya le había comentado de mi inesperado descanso.
Si solo me dieron el día libre por una remodelación en la librería – su rostro se tranquilizó ante esto. Es de esperarse, al ser madre soltera solo yo me ocupo de mi hija, perder el empleo es algo catastrófico.
Que bien. Pero pasen que está un poco fresco aquí afuera.
El resto de la tarde le ayude a Renata a preparar la cena y Halia no dejo de jugar un segundo con mi padre. Después de cenar comimos pastel y vimos una película en la que mi pequeña se quedó dormida. La lleve a dormir al cuarto de huéspedes esperando que durmiera hasta la mañana siguiente.
El resto de la noche la pasamos platicando acerca de cómo me iba en el trabajo y el hecho de que Halia entrara al kínder el próximo año escolar. Hicimos planes para mañana ir a caminar al bosque y hacer un picnic.
Pronto llego el domingo y todos nos preparamos para nuestra caminata. Solo debíamos manejar unos 10 minutos para llegar a una parte del bosque muy agradable. Tan pronto llegamos comenzamos a caminar por unos 15 minutos para llegar aun claro que ya conocíamos. Mi padre llevo cargando todo el tiempo a Halia, pero tan pronto llegamos empezó a correr con ella lanzando la pelota.
¡Halia ten cuidado con las piedras de alrededor! – dije algo preocupada.
¡SI MAMI! – grito desde lejos.
Después de un rato vi que mi padre ya estaba cansado así que me dirigí hacia ellos
Vamos Halia deja descansar a tu abuelo. Yo jugare contigo.
Lanzamos un rato la pelota y después me dijo que quería brincar sobre las piedras de alrededor. La coloque encima de una de ellas e iba sosteniéndola de una sola mano. Las piedras eran bastante grandes así que no me tenía que agachar.
Pero como son los descuidos de un momento, que de pronto sentí como caía mi pie en un hoyo lo cual hizo que perdiera el equilibrio y soltara la mano de Halia. Ella cayo del otro lado de la roca y solo de pronto escuche sus gritos.
¡LEA, HALIA! – decían a gritos mis padres acercándose en un momento.
Mi madre se acercó y me ayudo a incorporarme pero mi tobillo me dolía un poco y no podía apoyarlo. Mi padre salto la roca atléticamente y se acercó a mi pequeña que no dejaba de llorar.
Lea cariño, Halia se fracturo el brazo – menciono Evan del otro lado.
En ese momento me sentía tan insegura, ni siquiera podía caminar para ayudarla. Mi padre la llevo cargando y mi madre me fue dando apoyo para poder regresar al auto y poder ir al hospital enseguida.
Serán cosas del destino, pero como agradecía que íbamos en la patrulla de mi padre. El prendió la sirena y llamo al hospital reportando el accidente para que nos pudieran atender enseguida. Mi pobre Halia iba en mi regazo y no paraba de llorar y solo decía
Me … me duele mami, me duele.
Lo se cariño, ya vamos a llegar – su bracito bueno solo se aferraba más a mí y el camino hacia el hospital no se me pudo haber hecho más largo. Solo daba besos en su cabecita, pero ella sufría mucho.
Cuando llegamos al hospital inmediatamente un par de enfermeros nos acomodaron en sillas de ruedas, saludaron a mi padre y le prometieron que nos atenderían en seguida.
Poco sabia yo que este momento me llevaría a conocer al hombre de mis sueños.
Micolash:Hoy era el gran día. Lo presentía, la situación será perfecta, toda mi familia estaría allí. Por fin le pediría a Tanya que se casara conmigo.Sentía que ya estaba listo, ambos nos conocimos en la preparatoria y éramos amigos, pero al ir a la universidad ella se fue a California a estudiar. Paso el tiempo y hace dos años nos reencontramos, empezamos a salir y en cuestión de días ya éramos pareja. Quizá sueno como cualquier hombre pero agrego que mi novia es muy guapa. Su cabello rubio me encantaba. Ambos tenemos 28 años y creo que es la edad perfecta para establecernos. Tenemos un buen empleo, ella es publicista y yo soy doctor en el área de urgencias del hospital de Seattle. Nuestros horarios son un poco locos pero logramos manejarlo para vernos.Aun era temprano y afortunadamente tenia el día libre así que me duche y vestí para ir por Tanya e ir a casa de mis padres para el almuerzo. Me cercioré por lo menos tres veces de que llevaba el anillo, no quería quedar como un ton
Lea:1 mes después…Así que mañana ves de nuevo al hombre de tus sueños, ¿no es así Lea?Si Ariana, ya deja de repetirlo.Ariana trabaja conmigo en la librería y ha probado ser una gran amiga, puesto que en ocasiones me ha ayudado con Halia, además de que intercedió por mi cuando tuve mi incapacidad hace un mes, pues mi jefe casi me corre, argumentando que no tengo derecho ni de enfermarme.Ohh vamos Lea, sé que te mueres por verlo.Pues si lo quiero ver. Como cualquier mujer admiro a un hombre tan atractivo como el – como poder olvidar esos ojos verdes, su cabello cobrizo, su flamante sonrisa, su gran corazón.Pero no podía pensar así. Alguien así debe tener novia, o quizás está casado. Nadie dejaría escapar un partido como ese.Bueno Lea ya despierta tenemos mucho trabajo – menciono Ariana bajándome de mi nube.El día fue pesado, pues hubo demasiada gente. Pero era bueno pues mis comisiones aumentaban y en verdad necesitaba el dinero.Al salir del trabajo se me ocurrió que podría ha
Micolash:2 semanas después…Aun podía seguir saboreando ese pastel que Lea me obsequio. Como lo prometí lo llevé con mi familia, todos dijeron que les había encantado y mi padre estuvo muy conmovido con la acción. Solo Tanya se lo había perdido porque tenía mucho trabajo y por consecuente mi propuesta de matrimonio se vio retrasada aún mas todo este tiempo. Ambos estábamos muy ocupados, pero ya encontraría el momento.El dibujo que la pequeña Halia me dio, lo coloque en mi locker y siempre que lo habría o cerraba se dibujaba una sonrisa en mi rostro.Observé mi reloj y vi que eran las 7, sabía que si quería comprar un regalo para mi hermana era hora de irme. Hoy teníamos una pequeña cena por el cumpleaños de Alina y últimamente vi que estaba totalmente traumada con una película llamada PD: Te amo. Escuché que había un libro y decidí que eso iba a regalarle.Fui a la oficina de mi padre, me despedí de él y le dije que lo vería más tarde en casa. Sabía que la librería aun estaría abier
Lea puso manos a la obra y lo forro con el papel que anunciaba el nombre de la librería y le coloco un gran moño rosa.Allí tienes. Un regalo presentable – voltee para ver el reloj. Ya eran 8:20 y dije – A ella le encantara. Me dio gusto saber de ti, pero ya me tengo que ir.Si claro. Mucho gusto en verte de nuevo.El gusto es mío. Adiós Lea – dije extendiendo mi mano.Adiós – dijo recibiendo mi gesto. Se acerco a la puerta y me dejo salir. Subí al auto y vi de reojo que entro de nuevo a la tienda hasta que me aleje un poco.Conduje hasta la casa de mis padres y mi madre Abigaíl, salió a recibirmeMicolash ya era hora hijo, tardaste mucho.Lo siento es que tuve un imprevisto – me observo y vio mi pantalón roto.¿Te caíste? Y mira tu cabello todo desalineado.Mama ya no soy un niño – le dije riéndome – además eso fue lo que me dejo conseguir el regalo de tu hija.Vamos, llegaste justo a la hora de los regalos. Teníamos hambre y ya cenamos. Pero te calentare algo al terminar.Cuando ent
Lea:Hoy era el día. El cumpleaños de mi pequeña era hoy. Cumplía cuatro años y estaba súper feliz. Afortunadamente era sábado y logre acomodar mi descanso para este día.Bernard resulto ser una persona increíble. Nos hicimos amigos muy rápido y siempre se ofrecía a ayudarme cuando me veía con mis bolsas de las compras o para sacar la basura. Además de que se llevaba increíblemente bien con Halia. Incluso ahora ella lo llama Osito Ber.Él ya había conseguido trabajo como entrenador de un equipo de americano de una secundaria y siempre me contaba como iban sus muchachos. Prometió que un día nos llevaría para verlos en uno de sus juegos.Además, sabía que podía confiar en él, no solo porque él sabía que mi padre era el jefe de policía, sino porque era un hombre responsable y muy divertido. Por eso mientras yo iba a comprar las cosas para la fiesta él se quedaría cuidando a Halia.Cuando me despedí de Halia le di un gran abrazo y le dije que regresaría pronto. Hizo un poco de berrinche p
Lea:Toc, toc, toc …Voy – grite dirigiéndome a la puerta. Arreglé un poco mi blusa y abrí la puerta.Hola Bernard.Hola Lea – dijo dándome un beso en la mejilla – hey Peter, ya abrió la puerta – dijo gritando hacia abajo y en unos instantes el susodicho ya estaba frente a mi.Hola Peter – dije estrechando su mano.Bernard se había salido con la suya y acepte que me presentara a su amigo, el cual lo había conocido apenas hace 2 semanas. Aparentemente quería actuar como casamentera pero le aseguraba que no era necesario, además de que le dije que no me presionara. Si quería rehacer mi vida lo haría a mi propio ritmo.Hola Lea. Tu departamento es precioso – era la primera vez que lo veía.Gracias – desde el primer momento sabia que esto no funcionaria. Peter era un hombre atractivo, pero no me hacía sentir alguna conexión como lo había sufrido en otras relaciones. O como lo sentí las veces que me encontré con Micolash.Bernard nos observó y nos dijo que ya deberíamos irnos. El hombre es
Micolash:Ella solo me miro por un momento y dijoLo entiendo, a nosotras no nos gusta ver al novio platicando con otra.Me apena decir esto, pero creo que tienes razón. En especial si la otra persona es tan Lea como tú.Ella solo se sonrojo y no comento nada más. El resto del partido solo volteábamos y nos sonreíamos. Me ponían nervioso sus miradas, pero en un buen sentido, no me hacían sentir incomodo.Al término del partido el equipo del novio de Amanda gano y vi que ya era tiempo de conocerlo.Creo que iré por Halia para que te hagan la gran presentación.Ven, vamos – dije ofreciéndole mi mano para ayudarla a levantarse.Cuando llegamos a la banca Halia volteo a verme, corrió hacia mí y la cargueMicolash ¡gano Osito Ber! – con que facilidad se acercaba a mi esta pequeña. En verdad la quería.Si así es – dije ofreciéndole una sonrisa.Anda Halia ven acá, Micolash tiene cosas que atender – dijo Lea un poco autoritaria.No hay problema, déjala – dirigí mi mirada hacia mi hermana y v
Lea:Lea… Lea… ¡tierra llamando a Lea!Oh lo siento Ariana, ¿Qué pasa?Mujer deja de soñar despierta, el señor esta esperando su libro.Voltee a ver el libro que tenia en mis manos y reaccione. ¿Por cuánto tiempo estuve así?Ya voy. Después de que lo atienda tomare mi descanso. ¿Quieres que te traiga algo de almorzar?Si deja lo pienso. Pero anda ve y cóbrale el libro.Atendí al cliente lo mas pronto que pude y fui a mi locker a sacar dinero para el almuerzo. No tenia caso llevarme todo mi bolso, solo iba a un par de calles de aquí.Le pregunte a Ariana que le traería y solo me pidió un sándwich de pavo y un agua natural.En verdad era necesario que tomara mi descanso. Micolash rodeaba mi mente y no me podía concentrar en nada mas. Pero no solo era su ser lo que recordaba. El impulsivo beso que le di en la mejilla, el cual lo sentí como una maravilla. Su piel era tan suave y esa magnifica sonrisa que me entrego después de alejarme de el.Parece que alguien necesita una cubeta de agua