En algún lugar del mundo

Bred se levantó de la silla enseguida, había perdido la comunicación de la chica y lo único que sabía era que ahora estaba con los hombres de Pizzo. Se restregó la cara con sus manos y luego su cabello, estaba frustrado y ansioso, esperó lo peor por un segundo.

—¡Quiero que me consigan la ubicación de Hasley!—le gritó a sus hombres—. ¡Pero ya!

Diablo desde la base se levantó preocupado, su rostro se contrajo en uno desconcertado, le preocupó la situación de la chica y entonces pensó las millones de cosas que podrían hacerle los hombres de Pizzo. Diablo se dio la vuelta y miró directo hacia Mazón quien estaba sereno en su asiento.

—Quiero que envíes más hombres a la tienda— ordenó, pero Mazón no sé inmutó y eso lo molestó más—. ¡Los quiero ya!

Mazón rodó los ojos y se levantó de su asiento perezoso, le había agradado la idea que los hombres de Pizzo acabarán con Hasley, a la final le harían un favor a él. Mazón se adentró a su habitación y tomó su celular,