Narra DaliaSé que Damián fue al club la noche de tan sorprendente noticia con esa mujer, así que supuse que buscaría a Isis, sólo que mentí en que ya había renunciado y que había alguien mas en mi lugar, fue lo mejor no quiero estar mas con él, ni como Dalia, y mucho menos, como Isis. Es lo mejor.Ya es hora del almuerzo, lo que significa que debo ir a comer con el molesto de Erik. Tomo mis cosas y él ya me estaba esperando cerca del ascensor, se abren las puertas y entramos, y antes de que se cerraran, mi jefe entra y nos mira con cara de pocos amigos. Antes me habría sentido mal e incómoda, pero ahora, me es indiferente.¡Dios! Siento que el viaje a lobby es eterno, y otra vez me siento un poco mareada. Siento que alguien me sostiene.—¿Estás bien, Dalia? —Por un momento me sentí decepcionada.—Si, no te preocupes. —Debería ir al médico, esto ya no es normal. Salimos de la empresa y Erick me abre la puerta del copiloto, me subo y antes de que él suba, miro discretamente a Damián
Narra DaliaNo cabía de la felicidad por la que estaba pasando en estos momentos, esperando a mi segundo hijo o hija, sin embargo… no se lo puedo decir a Damián, porque cuando lo concebimos, yo era Isis. Y el día que se dé cuenta de ello como Dalia, pensará que es de Erick, algo que nunca pasó.—¡¿Es en serio?! —Gritan Megan y Becky al mismo tiempo y casi me dejan sorda.—¡Por dios! Bajen la voz o llamarán la atención de Rosie. —Les digo y ellas sonríen apenadas.—Lo sentimos. —Se disculpan.—¿Le dirás a…? ya sabes quién. —Pregunta Becky con curiosidad.—No y no es no quiera decirle, es porque fue como Isis y no me puedo presentar como tal y darle la noticia, además, será muy raro que “dos mujeres” estén embarazadas al mismo tiempo. O sería descubrirme o… no lo quiero ni imaginar. —¿Desde cuándo mi vida comenzó a ser un caos?—Vaya, tu vida es complicada. —Dice Becky y tiene razón.—Ni que lo digas. —Miro hacia la ventana y por instinto, acaricio mi vientre.…Los días se hacen mas p
Narra Damián No soporto mas a esa mujer y estar viéndola todos los días, así que le he puesto mucho trabajo, quiero que se cansé y termine por irse por voluntad propia. Que haga su vida, pero lejos de mí. Además, me he estado llevando cada día mejor con Amelia, es comprensiva y sé que no me engañara con otro, o al menos eso espero. —Cielo, vine por ti para ir a comer. —Y hablando de Amelia. Y está muy sexy. —Mejor adelantemos el postre. —La cargo en mi regazo y la recuesto en el sofá, le quito su rompa intima y saco a mi amigo quien ya la dese4 y entro en ella, así como le gusta, de una sola estocada haciéndola gemir. —¡Damián! —Grita mi nombre y la envisto con más fuerte hasta que ya no puedo y me vengo dentro de ella. —¡Dios! —Me recuesto a su lado. … Una vez que nos vestimos, Marcela le llama para invitarla a comer. —Lo siento, mi cielo, pero tu hermana me solicita. —Me da un casto beso en los labios y se va. Llamo a mi asistente para entregarle más trabajo, quiero que se c
4 meses después Narra Dalia Ya han pasado 4 meses desde que me llevé la decepción con Damián, Amelia no ha dejado de venir a la oficina, con el pretexto de visitar a su “novio”, rara vez tienen s**o y eso me molesta y mucho, digo ¿no se pueden ir a un motel? Es un área de trabajo, no un lugar más íntimo. Además, la estúpida, me trata muy amablemente, no se la compro. —¡Querida Dalila! —Y 4 meses llamándome así, sé que lo hace para molestarme. —Buenos días, Srta. Cooper. —Y yo manteniendo mi profesionalismo con esta cínica. —Ya te he dicho que me digas Amelia. Recuerda que somos amigas. —¿Amigas? ¡¿En serio?! —Srta. Cooper, yo no soy su… —Me veo interrumpida. —Amelia, cielo ¿Qué haces aquí? —Siento que voy a volver el desayuno. Damián está sorprendido por la visita de su novia. —Amor, vine a visitarte y a llevarte a un restaurante para comer. —Se acerca a él y lo besa. —Como la odio. —Bien, vayamos. —Se toman de la mano y se van. —Esa mujer sí que es una m*****a. Mira que hace
Narra DamiánEstoy en casa revisando unos documentos que me había enviado Leonard, y poder enviárselos a mi asistente para que organice la junta.Se abre la puerta y es Marce con mi hijo en brazos, últimamente a estado así, cuando era un bebé muy tranquilo, ni siquiera está a gusto con Amelia, lo llevé al medico por si estaba enfermito, y fue descartado.Entonces nadie de aquí comprende lo que le pasa.—Intenté darle de comer y nada. —Me pasa a mi hijo quien aún sigue llorando y mi hermana está desesperada.—Debe extrañar a su mamá. —Digo mientras trato de calmarlo.—¿Tú crees? Pero a penas dio a luz y se fue de viaje. —Se altera y sé que tiene razón.—Perdón que me meta donde no me llaman, pero… las pocas veces que estuvo Dalia aquí, vi que hicieron una conexión. —Interviene Amelia y me sorprende de su parte, a pesar de que intenta llevarse bien con mi asistente aun no se aceptan del todo.—Ni se te ocurra nombrar a esa mujer. —Marce cambia de actitud que me deja confundido.—¡Martin
Narra Dalia—Acepto su propuesta del nuevo trabajo. —Firmo el contrato, sólo así podré saber de mi querida hermana, y aunque no lo quiera, también debo ir a busca a papá, lo que significa encontrarme con esa mujer desagradable.—Muy bien Srta. Carter. Puede irse a recoger sus pertenecías, pero ropa no, porque se le hará un nuevo cambio de imagen. —Era de esperármelo. Un momento…—Y ¿Mi hija? Ella tiene que venirse conmigo, no la puedo abandonar. —No había pensado en ella.—No se preocupe, puede llevarla a la casa. —Vaya, al menos.—Y su amiga Megan la puede ir a visitar. —Dice con tranquilidad y yo asiento.—Entonces ¿Hoy mismo me mudaré? —Tenía esa duda.—Mañana, para que no corra con prisas. —Menos mal.—Muchas gracias. Así será. —Me despido y salgo de su oficina y recojo mis pertenencias.—¿Qué pasó ahí? —Recuerdo a ver leído sobre la confidencialidad de no decir sobre ser madre sustituta de su hijo, nadie sabe que su difunta esposa, era mi hermana gemela. Así que puedo cambiar las
Narra Dalia—¿Cómo que tu consentida? ¿Qué hay de mí? —Estoy molesta y confundida al mismo tiempo.—Se supone que tu madre te debió llevar y no a mi Mariana, a ella la quería mucho. —Lo que me faltaba.—¿Y yo dónde quedo? —Me mira con repulsión—Nosotros sólo queríamos una hija, y estábamos felices cuando nos dijeron que tendríamos una bebé, ya que al parecer la otra bebé no salía en la ecografía, hasta que llegó la hora del parto y ahí nos dimos cuenta de que eran gemelas, sin embargo, Mariana destacaba más que tú, estaba regordetita y hermosa, en cambio tú, delgada y enfermiza siempre debíamos de cuidarte y desatendíamos a u hermana. —No puedo creer lo que me está diciendo. En verdad que no.—Hasta el día que nos divorciamos, ella se la llevó lejos de mí y dejándote conmigo. —Ahora entiendo el por qué no me ponía mucha atención y se casó con está idiota para “cuidarme”. A parte de que ella le lavaba el cerebro en mi contra.—Ahora dime, ¿Dónde vive ella? —Y fue por eso a lo que vine
Narra DamiánMañana llega Dalia a la casa para cuidar de mi pequeño, y como no puedo estar tranquilo, decido ir al club, ya sé que mi diosa ya no trabaja ahí, pero al menos desahogar mis penas.Me siento alejado del escenario y …—¡No lo puedo creer! ¡Es ella!Me habían dicho que había renunciado, entonces ¿me mintieron? No puede ser posible, ¿Por qué lo hizo? Ella hace un anuncio antes de hacer su espectáculo en donde ahora si se retira de los escenarios y dará paso a una nueva artista.…Una vez que termina, sin que nadie me vea, voy en su búsqueda, hasta que la encuentro, la abrazo y ella se sorprende al verme y le hago el pequeño reclamo del por qué me había me habían mentido y ella no sabía bien que decirme, y me da las razones del por que se va, tiene que viajar y no me gustaría que se fuera, así que le pido entonces una última noche con ella, y estaba por negarse así que la beso con desesperación, la cargo y la llevo a su camerino, donde volvemos hacer el amor.Sólo que esa for