Narra DamiánEra fin de semana y como no había mucho trabajo, les dije a los empleados que podían retirarse temprano, lo cual les sorprendió mucho, y los entiendo, ya que nunca había sido así de considerado anteriormente, pero por alguna razón que aun desconozco, me he estado sintiendo bien y relajado, tal vez el pasar mas tiempo con mi hijo o se deba a algo más.>No empieces a idear cosas de las cuales no estamos seguros.—¿Sabes a donde ira tu asistente junto con la mía? —Y como es típico de Frank, entra sin tocar.—No es de mi interés. —y es la verdad.>Ignoro a mi conciencia.—Aun así, te lo diré. —Insiste y yo ruedo y sigo con mi trabajo.—Escuché a mi asistente decir que iría a un lugar donde realizan citas a ciegas y convenció a Dalia a ir. —Ahora si tiene toda mi atención. Sólo que disimulo mi interés.—Eso no me interesa, están en su total libertad. —Y de cierta manera es así. Aunque si debo reconocer que eso me molesta.—Como digas.
Narra DaliaNo les voy a negar que me encanta besar a Damián y hacer el amor con él, sin embargo, eso me confunde y mucho ¿Por qué? Por el hecho de que supuestamente quiere estar con dos mujeres, se supone que como su asistente me mantenía en un margen, pero con el tiempo se ha estado acercando a mí. ¿Será que siente que ya no tiene oportunidad con mi Isis? ¿Y es por eso por lo que me está buscando a mí?Nos separamos por falta de aire y me mira a los ojos, pero puedo ver ellos tristeza y ahora puedo entender en parte que su esposa falleció. Y supongo que quiera darse una oportunidad o sólo quiera pasar un buen polvo. ¿Es lo que yo quiero también? No, porque me enamoré de él.—Nos vemos mañana, Dalia. —Sonríe y se va. Y yo suelto todo el aire que estaba reteniendo desde el beso.—¡¿Qué fue eso?! —¡¿Qué?!—¿Desde hace cuanto tiempo que estás ahí? —La miro sorprendida.—Desde el principio, claro, miraba por la ventana. —Esto no puede estar pasándome.La tomo del brazo y la llevo adentro
Narra DamiánLos dias pasan y ya ni ganas he tenido de ir al club en busca de Isis, siento que ella sólo era un sueño, creyendo que podía ser mi Mariana, sin embargo, ya he descartado esa probabilidad, quizás la aluciné aquella noche, ya que había tomado mucho. Y ahora no dejo de pensar en Dalia y sus besos que me vuelven loco y con unas ganas de hacerla mía. Algo en ella me atrae, aun no sé qué pueda ser.—Vamos está noche al club, tengo ganas de distraerme. —Dice Frank y yo niego.—No quiero, quiero estar con mi hijo. —Aunque la verdad me gustaría verme con Dalia, sin embargo, ella también tiene sus responsabilidades con su hija.—Te has vuelto muy aburrido, últimamente. ¿A caso estás saliendo con la diosa? — Eso quisiera.—No, ya te lo he dicho, sólo quiero pasar más tiempo con mi hijo. —Ya está exasperando mi paciencia.—Bien. Pero una cosa te digo, voy a conquistar a tu diosa. —Dudo que Isis le haga caso.…Salgo de la oficina y ahí está ella, guardando sus cosas, miro a todos la
Narra DaliaDamián me había invitado a su casa por idea de su hermana, al principio me sentía un poco incomoda, ya que ella ni nadie sabe de mi noviazgo con mi jefe. ¿Cómo lo tomaría ella? Digo, ella es muy agradable, pero ¿Cuál sería su reacción hacía nosotros?—Mira, este vestido es el más decente que tienes ¿Por qué no lo usas en el trabajo? —Lo miro y ¡no puede ser! Y ¿A eso le llama decente? Ese vestido lo tengo desde antes de casarme con el padre de mi hija y no lo he vuelto a usar.—Es muy llamativo —Digo y ella bufa al mismo tiempo que rueda los ojos. Es un vestido n***o de tirantes y entallado que llega a la mitad de mis muslos.—¿Y que tiene? —Dice alzando los hombros para restarle importancia.—¿Cómo me voy a presentarme con ese vestido en donde estará su hermana? ¿Qué va a pensar de mí? —Digo y ella se queda pensativa por unos segundos.—Tienes razón. Ese sería para una ocasión mas especial. —Sonríe pícaramente y ahora soy yo quien bufa.—Por cierto, ¿Qué harás con esa pel
Narra Dalia—¿Qué haces aquí, Megan? Ya es tarde. — Trato de calmar mis nervios.—Escuché ruidos y quería saber si estabas bien. —¿Qué dijo? Entonces ¿si se escuchó todo lo que hice con Damián?—¿Ruidos? ¿Qué ruidos? —Me hice la desentendida. Me mira con los ojos entre cerrados y comienzo a ponerme más nerviosa.—Muy bien. Tal vez lo imaginé. —Siento que no me creyó. Se despide y se va. Cierro la puerta y Damián está a medio vestir.—¿Qué quería? —Dice con tranquilidad. ¿en serio no esta nervioso de que nos vean?—Escucho ruidos y por eso vino. —Lo veo sonreír. Sale de la habitación y antes de que la pueda cerrar, me da un casto beso en los labios.—Descansa. — Cierro la puerta y me voy a recostar. Como me habría gustado amanecer a su lado.Definitivamente me he enamorado de ese hombre, pero ¿Él lo estará de mí? O ¿Sólo seré un pasatiempo para Damián? De tan sólo pensarlo me siento triste, quizás si sea un buen polvo.…A la mañana siguiente…Me levanto con una gran dificultad, y ¿Qu
Narra Marcela¡No puedo creer lo que me dijo Damián! Pero que descaro el suyo de estar saliendo con su asistente, lo que le dije es verdad, la estimo mucho y a su pequeña, pero de ahí a que tengan una relación, para nada. Además, no lo quise decir que Dalia tiene un parecido ligero con Mariana por que tal vez en se ilusionara con ella y ahora resulta que esos dos están en una relación.—Eso no lo puedo permitir, Amelia es la mejor para su esposa.Digo, sé que es mi amiga y es loquita y mimada, pero es muy agradable y no es una trepadora comparando con otras mujeres que se acercan a mi hermano, y sé que Dalia no es así, ella si se gana la vida para sacar adelante a la pequeña Rose.—¿Qué puedo hacer para separarlos?Suena mi teléfono sacándome de mis pensamientos. Veo el identificador y es Frank, y eso me da una idea.—Hola, mi querido Frank. —Lo saludo con mucha amabilidad.—Hola, Marce, Hermosa. ¿Por qué tanto amor? —Se sorprendió.—Sabes que te quiero mucho. Y ¿A que debo tu llamada
Narra DamiánDespués de la discusión con mi hermana, me fui a un bar, sé que debería estar con mi hijo o hacerle entender a Marcela que me estoy enamorando de Dalia, pero ¿Cómo se lo hago entender?Frank me ha estado llamando, así que apagué el móvil, no quiero que nadie me moleste.—Hola, ¿Quieres compañía? —Dice una mujer a mi lado.—No. —La ignoro y bebo de un solo trago todo el contenido del vaso y pido más.—¿Problemas con una mujer? —¡Por dios! Es muy insistente.—No es de tu incumbencia. Por favor, déjame solo. —Le digo y ella se molesta.…Llego a casa un poco tarde y no veo a mi hermana por ningún lado, así que ya debe estar durmiendo y mejor así no me verá en este estado etílico en el que me encuentro y tengamos que volver a discutir.—Damián. —Al parecer me equivoqué.—Marce, no quiero discutir nuevamente. —Digo y antes de pisar el primer escalón, me detiene.—Yo tampoco, hermano, sabes que te quiero mucho y en verdad quiero tu felicidad y lo sabes, así que, si Dalia te da
Narra Dalia No tenía ganas de salir, sin embargo, y como ya lo había pensado, hablaré con Marce para que me ayude con su hermano y decirle de una vez, que lo amo. —Este vestido es hermoso, así lo matarí4s de pasión por ti. —Megan de repente tiene unas ideas muy alocadas. —¿Qué cosas dices? Además, no creo que esté presente en la comida, Marce me dijo que será una reunión de chicas, así que tendré la oportunidad de hablar con ella. —Y espero convencerla. —¡Dios! Aun no puedo creer que ese idiota se atreviera a meterse con esa mujer y en su oficina. —Se ve muy molesta. —Estaba ebrio y de seguro, ella se aprovechó de la situación. —Ojalá fuera así. —No lo justifiques. —Dice y yo ruedo los ojos. —No lo hago, pero podría ser una posibilidad. —Rueda los ojos con fastidio. —No tienes remedio. Espero que sea así. —Nos despedimos y me fui a mi habitación para descansar, o al menos intentarlo, mañana es la comida, lo que significa que saldré temprano. Claro avisándole a mi Damián. Se que