Narra DamiánLos dias pasan y ya ni ganas he tenido de ir al club en busca de Isis, siento que ella sólo era un sueño, creyendo que podía ser mi Mariana, sin embargo, ya he descartado esa probabilidad, quizás la aluciné aquella noche, ya que había tomado mucho. Y ahora no dejo de pensar en Dalia y sus besos que me vuelven loco y con unas ganas de hacerla mía. Algo en ella me atrae, aun no sé qué pueda ser.—Vamos está noche al club, tengo ganas de distraerme. —Dice Frank y yo niego.—No quiero, quiero estar con mi hijo. —Aunque la verdad me gustaría verme con Dalia, sin embargo, ella también tiene sus responsabilidades con su hija.—Te has vuelto muy aburrido, últimamente. ¿A caso estás saliendo con la diosa? — Eso quisiera.—No, ya te lo he dicho, sólo quiero pasar más tiempo con mi hijo. —Ya está exasperando mi paciencia.—Bien. Pero una cosa te digo, voy a conquistar a tu diosa. —Dudo que Isis le haga caso.…Salgo de la oficina y ahí está ella, guardando sus cosas, miro a todos la
Narra DaliaDamián me había invitado a su casa por idea de su hermana, al principio me sentía un poco incomoda, ya que ella ni nadie sabe de mi noviazgo con mi jefe. ¿Cómo lo tomaría ella? Digo, ella es muy agradable, pero ¿Cuál sería su reacción hacía nosotros?—Mira, este vestido es el más decente que tienes ¿Por qué no lo usas en el trabajo? —Lo miro y ¡no puede ser! Y ¿A eso le llama decente? Ese vestido lo tengo desde antes de casarme con el padre de mi hija y no lo he vuelto a usar.—Es muy llamativo —Digo y ella bufa al mismo tiempo que rueda los ojos. Es un vestido n***o de tirantes y entallado que llega a la mitad de mis muslos.—¿Y que tiene? —Dice alzando los hombros para restarle importancia.—¿Cómo me voy a presentarme con ese vestido en donde estará su hermana? ¿Qué va a pensar de mí? —Digo y ella se queda pensativa por unos segundos.—Tienes razón. Ese sería para una ocasión mas especial. —Sonríe pícaramente y ahora soy yo quien bufa.—Por cierto, ¿Qué harás con esa pel
Narra Dalia—¿Qué haces aquí, Megan? Ya es tarde. — Trato de calmar mis nervios.—Escuché ruidos y quería saber si estabas bien. —¿Qué dijo? Entonces ¿si se escuchó todo lo que hice con Damián?—¿Ruidos? ¿Qué ruidos? —Me hice la desentendida. Me mira con los ojos entre cerrados y comienzo a ponerme más nerviosa.—Muy bien. Tal vez lo imaginé. —Siento que no me creyó. Se despide y se va. Cierro la puerta y Damián está a medio vestir.—¿Qué quería? —Dice con tranquilidad. ¿en serio no esta nervioso de que nos vean?—Escucho ruidos y por eso vino. —Lo veo sonreír. Sale de la habitación y antes de que la pueda cerrar, me da un casto beso en los labios.—Descansa. — Cierro la puerta y me voy a recostar. Como me habría gustado amanecer a su lado.Definitivamente me he enamorado de ese hombre, pero ¿Él lo estará de mí? O ¿Sólo seré un pasatiempo para Damián? De tan sólo pensarlo me siento triste, quizás si sea un buen polvo.…A la mañana siguiente…Me levanto con una gran dificultad, y ¿Qu
Narra Marcela¡No puedo creer lo que me dijo Damián! Pero que descaro el suyo de estar saliendo con su asistente, lo que le dije es verdad, la estimo mucho y a su pequeña, pero de ahí a que tengan una relación, para nada. Además, no lo quise decir que Dalia tiene un parecido ligero con Mariana por que tal vez en se ilusionara con ella y ahora resulta que esos dos están en una relación.—Eso no lo puedo permitir, Amelia es la mejor para su esposa.Digo, sé que es mi amiga y es loquita y mimada, pero es muy agradable y no es una trepadora comparando con otras mujeres que se acercan a mi hermano, y sé que Dalia no es así, ella si se gana la vida para sacar adelante a la pequeña Rose.—¿Qué puedo hacer para separarlos?Suena mi teléfono sacándome de mis pensamientos. Veo el identificador y es Frank, y eso me da una idea.—Hola, mi querido Frank. —Lo saludo con mucha amabilidad.—Hola, Marce, Hermosa. ¿Por qué tanto amor? —Se sorprendió.—Sabes que te quiero mucho. Y ¿A que debo tu llamada
Narra DamiánDespués de la discusión con mi hermana, me fui a un bar, sé que debería estar con mi hijo o hacerle entender a Marcela que me estoy enamorando de Dalia, pero ¿Cómo se lo hago entender?Frank me ha estado llamando, así que apagué el móvil, no quiero que nadie me moleste.—Hola, ¿Quieres compañía? —Dice una mujer a mi lado.—No. —La ignoro y bebo de un solo trago todo el contenido del vaso y pido más.—¿Problemas con una mujer? —¡Por dios! Es muy insistente.—No es de tu incumbencia. Por favor, déjame solo. —Le digo y ella se molesta.…Llego a casa un poco tarde y no veo a mi hermana por ningún lado, así que ya debe estar durmiendo y mejor así no me verá en este estado etílico en el que me encuentro y tengamos que volver a discutir.—Damián. —Al parecer me equivoqué.—Marce, no quiero discutir nuevamente. —Digo y antes de pisar el primer escalón, me detiene.—Yo tampoco, hermano, sabes que te quiero mucho y en verdad quiero tu felicidad y lo sabes, así que, si Dalia te da
Narra Dalia No tenía ganas de salir, sin embargo, y como ya lo había pensado, hablaré con Marce para que me ayude con su hermano y decirle de una vez, que lo amo. —Este vestido es hermoso, así lo matarí4s de pasión por ti. —Megan de repente tiene unas ideas muy alocadas. —¿Qué cosas dices? Además, no creo que esté presente en la comida, Marce me dijo que será una reunión de chicas, así que tendré la oportunidad de hablar con ella. —Y espero convencerla. —¡Dios! Aun no puedo creer que ese idiota se atreviera a meterse con esa mujer y en su oficina. —Se ve muy molesta. —Estaba ebrio y de seguro, ella se aprovechó de la situación. —Ojalá fuera así. —No lo justifiques. —Dice y yo ruedo los ojos. —No lo hago, pero podría ser una posibilidad. —Rueda los ojos con fastidio. —No tienes remedio. Espero que sea así. —Nos despedimos y me fui a mi habitación para descansar, o al menos intentarlo, mañana es la comida, lo que significa que saldré temprano. Claro avisándole a mi Damián. Se que
Narra Damián No quería venir a trabajar y ver a esa mujer mentirosa, pero debo hacerlo y poner el buen ejemplo. Y ahí está ella, haciéndose la inocente, y yo tan idiota como siempre, creyéndole que no tenía nada que ver con Harrison, y la muy descarada se besa con él en horario de oficina. Y ahora le daré una lección de que conmigo, no se juega, y he tomado la decisión de salir con Amelia, pero sólo por un tiempo, no pienso casarme ni con ella, ni con nadie más. Ya amé una vez y no pienso abrir mi corazón a ninguna otra mujer. Y lo poco que comenzaba a sentir por … ni siquiera la voy a mencionar, ella terminó con eso. Una vez dentro de mi oficina, le escribo a Amelia para que venga a verme, necesito hablar con ella antes de hacer esto oficialmente y dejarle claro todo desde un principio, no quiero que se ilusione. Tocan a la puerta y sé muy bien quien es, sólo que no respondo, porque estoy en la conversación con Amelia, diciéndome que en 5 minutos. Vuelven a tocar a la puerta. —Ad
Narra DaliaMe habría gustado no haber venido a la dichosa comida, la hija de los señores no se despega de Damián, y a él parece no importarle. Entonces no estaba tan equivocada de que si es mujeriego y yo enamorada del idiota este.—Entones así quedamos. —Dice el sr. Robertson estrechando la mano de mi jefe.—Estaremos programando una reunión dentro de 4 meses para ver el avance. —Dice Damián con seriedad.—Perfecto. —Se despiden y se van, excepto la mujercita esa.—Damián, vamos a un antro a divertirnos. —¡Que patética es!—Tengo trabajo, además, novia. —Dice y se desilusiona. ¡Ja! ¡Tonta!—No te creo. Oye, tú. —Me llama y me hago la desatendida.—Dígame, señorita. —Digo sin ninguna expresión.—¿Es verdad que Damián sale con alguien? Y dime que no eres tú. —Eso me habría gustado en su momento. ¡Oh! Es verdad, empezábamos a ser “novios” y él se burló de mí.—Si tiene novia, y no se preocupe, no soy yo. Sólo soy la asistente “fea” del sr. McCarthy. —He escuchado varias veces decirlo a