Capítulo 20 Pensé que estabas alardeando—Abuela, escúchame arreglaré todo, no te preocupes, hablaré con Juliana—por la tarde, al llegar a la mansion, Zacarías considero conveniente hablar con la abuela y convencerla, sabía que cuando ella se proponía algo lo llevaba a cabo y en estos momentos su salud no era la mejor—No sé si ya se pueda arreglar algo—le dijo con pesar— esa mujer se atribuye derechos sobre mi casa, entra y sale, y hasta da órdenes, así no puedo vivir hijo, necesito una mayor tranquilidad—Abuela, voy a hablar con ella—le aseguro—Tienes una gran deuda de agradecimiento con el padre de Juliana, difícilmente la pondrás en su lugar y esto ha llegado a un punto en que ni siquiera defiendes a mi bisnieto de sus payasadas—Abuela ¿Qué dices? Ella no le ha hecho nada a Maximiliano, claro que el es mi prioridadLa abuela Perla suspiró— ¿Estás ciego? Yo estuve allí presente en el espectáculo que hizo en la habitación de Max. Si tú la quieres ver como una inocente paloma allá
Capítulo 21¿Qué paso? ¡Habla ya! Ante la exigencia de la abuela Perla, todos bajaron a cenar al comedor. El ama de llaves dispuso la cena de acuerdo a las indicaciones de la abuela. La habilidad musical de Abigaíl con un instrumento musical como el violín fue divulgado entre el personal de servicios.Nadie allí, ni siquiera Zacarías conocía de técnica musical o algo por el estilo, solo sabían que esa música les transmitía mucha paz y les llegaba al corazón, además trajo alegría a aquella casa tan silenciosa y tan grande. La abuela dispuso que Abigaíl y Zacarías se sentaran uno frente al otro y ella a la cabeza de la mesa como jefe de familia. Él bebe estaba en su cochecito al lado de Abigaíl. La abuela se veía muy alegre y eso complacía a Zacarías. En la tarde la expresión desanimada de su abuela lo había entristecido mucho, ahora gracias al concierto gratuito de la madrecita de su hijo ya había cambiado su expresión. Una llamada sorpresiva interrumpió la armoniosa cena —Dime Reina
Capítulo 22 ¿Eso es todo?Zacarías le gritó a Abigaíl a través del teléfono. Ella tuvo que retirar un poco el teléfono de su oreja y ponerlo en el altavoz, para responderle.—La abuela Perla se alteró mucho por el modo en que la señorita Juliana cargaba al bebé, intenté calmarla, pero de pronto se desmayó. Hay que explicarle eso al médico, ella tiene un problema nervioso, estrés o algo así, se altera ante el ruido, o algunos hechos, pueden ser sus nervios.—Está bien, hablaré con el médico —le dijo más calmado. y sintiendo remordimientos por como le grito, lo atribuía a su estado de ánimo...quiso disculparse, pero algo, no sabía que lo detuvo, quizás no quería que ella lo viera en esa posición de tener que disculparse—Por favor, necesito saber cómo está ella, no deje de avisarme, por favor —su voz sonaba muy angustiada.—Trataré, aún está con los médicos, te avisaré cuando pueda.—Si usted no puede, dígale al señor Santiago, no me acostaré para estar pendiente de cómo sigue la abuela
Capítulo 23 ¿Así es que la cuidas? Zacarías había tenido un día muy ajetreado, se sentía muy cansado, últimamente tampoco estaba durmiendo bien. Muchas cosas venían a su mente para preocuparlo, la salud de la abuela, su hijo Maximiliano, incluso los negocios con Reinaldo le preocupaban, desde su conversación sobre Juliana él se mostraba un poco frío con Zacarías. En estos momentos estaba sediento así que fue hasta la cocina a buscar un vaso de agua, y algo de comer. Al llegar allí contemplo con satisfacción todos los lujos que le rodeaban, esta era una cocina muy moderna se había decorado siguiendo las últimas tendencias. Se sentía orgulloso de todo lo que había logrado por sí mismo, desde que se distancio de su familia, nadie podría quitarle nunca lo que se había ganado con su trabajo y todo le pertenecería algún día a su hijo Max.Todo su esfuerzo no sería en vano, su trabajo estaba comenzando a dar sus frutos, no era todo lo exitoso que deseaba, pero cada día avanzaba más hacia e
Capítulo 24 ¡Puede dejar de ser un egoísta, por favor!—Muchachos ¿Qué es lo que pasa aquí? ¿Por qué discuten? Asustaron a Abi. ¡Ya son adultos! ¡Compórtense!—¡Abuela ahora mismo se vienen conmigo a mi casa!—le comento con autoridad— ¡No haremos tal cosa hijo! ¡Estamos bien aquí!—Perla ya sabia lo que estaba pasando, Zacarías nunca había querido compartir su cariño con su hermano, pero ahora parecía que tampoco quería compartir el afecto de Max y de Abigaíl— ¡Entonces me llevaré a Max!—Zacarías sabía que si Max se venía, Abigaíl también lo haría—Si quieres acabar con mi vida, puedes hacer eso, si quieres que siga viva te quedaras tranquilo y vendrás a vernos aquí—Abuela no me puedes chantajearme de esa manera, con ustedes aquí se me hace casi imposible venir a verlos, tengo problemas en la empresa, necesito tenerlos a ustedes conmigo, no puedo andar de aquí para allá—Allá en casa nos veías a las 9 de la noche, para tu propia comodidad ¡No señor!, te dije que nos quedaríamos un
Capítulo 25 ¿Qué hay de malo en eso?Zacarías West se quedó observándola, uno pensaría que la madrecita de su hijo, era una mujer sencilla y tímida, pero ya varias veces le había sacado su mal carácter, al menos cuando valía la pena hacerlo.Abigail se quedó contemplando al hombre, este tipo lograba sacar lo peor de ella, nunca había sido tan altanera o le había respondido de mala manera a nadie, pero el padre de su hijo tenía la propiedad de sacarla de quicio con sus tonterías.Escucha pueden quedarse un poco más, pero no permitiré que Alexander se tome atribuciones que no le corresponden contigo.— ¿A qué se refiere usted? ¿Qué motivos le he dado para que usted me acuse de dejar que se aprovechen de mí?—No sé por qué siempre me malinterpretas, lo que dije lo mencione por él, no por ti, aunque deberías darte tu lugar— ¿Y cuál según usted es mi lugar?—Tú eres la madre de mi hijo, no puedes estar coqueteando con cualquiera, eso avergonzaría a mi hijo en un futuro—esa frase la dijo h
Capítulo 26 ¡Mientras yo viva tú nunca tendrás a Zacarías West!En el día de hoy, Zacarías se sentía ansioso, él siempre había sido antes que nada un hombre de negocios y disfrutaba con el trabajo. Su única emoción diaria era competir y ganarle a uno de sus competidores.Hoy se sentía emocionado por algo más que el trabajo, olvido de lleno sus destrezas y victorias empresariales. Su mayor emoción esta vez consistía en pasar el día con su hijo. La idea se le ocurrió espontáneamente el día de ayer en la casa de la abuela y por consiguiente se dio a sí mismo varias palmadas de felicitaciones en la espalda. Tenía que admitirlo era sobradamente muy astuto. Con eso lograría pasar tiempo con su hijo e impedía que Alexander estuviera con la madrecita y su hijo a solas mucho tiempo. Sacudió su cabeza, seguía recordando la forma en que había reaccionado la madrecita de su hijo en su sueño, para su desgracia últimamente solo pensaba en eso, deseando que se hiciera realidad...por supuesto, no e
Capítulo 27¿Cómo podía envidiar a Max? Abigaíl entró detrás de Zacarías y espero que la condujeran a la salita con el bebé en brazos, la puerta de entrada al despacho seguía abierta y Santiago estaba allí esperando instrucciones. Zacarías la condujo a una especie de anexo bien equipado con cocina, baño, una gran sala y una espaciosa habitación. Ella se detuvo en la puerta y observo todo eso. La puerta de la habitación estaba abierta y desde allí se observó una gran cama que dominaba el centro de la estancia. Las ventanas estaban cubiertas con grandiosas cortinas de seda con cenefas del mismo tono que las paredes. El efecto era deslumbrante y habría sido abrumador de no ser por una colcha azul marino y varias almohadas alineadas contra el cabecero Abigaíl enseguida pensó en que este era el lugar donde él traía a sus mujeres y sintió una gran repugnancia y mucho asco. Él pareció leerle el pensamiento porque de inmediato le dijo—Este es mi lugar de descanso, cuando trabajo hasta