James se quedó en silencio por segundos, luego reaccionó y colocó el documento sobre la cama —no me pidas algo que está fuera de mi alcance, firma ¿Será que lo puedes hacer?— pregunta algo disgustadoCharlotte lo mira, mientras las lágrimas se deslizan por sus mejillas, y sin más, agarro el bolígrafo y firma. —¿Contento?— pregunta sarcástica—puedes quedarte a dormir en esta habitación— James se coloca el pantalón y luego sale de su habitación, cierra la puerta de un portazo, dejando a Charlotte sola —¿Por qué Charlotte, por qué te enamoraste de él? ¡Eres mi terca!— se reprende ella misma..—¡Maldicion!— James golpea la pared del pasillo, está enojado, al llegar al despacho, Samuel lo estaba esperando —pense que te habías ido— lo fulmina con la mirada —¡Tienes que ver esto!— Samuel le pasa su celular móvil, dónde a su padre, el cabecilla Brown, le están haciendo una entrevista—¿Es cierto que su hijo James Brown, su heredero, se casó?—mi hijo solo está jugando con esa mujer, no e
Charlotte vuelve a mirar a su alrededor, el temor se apodera de ella. —¿Qué esperas?— la voz de la pelirroja la pone más nerviosa, sí esa mujer no tuviera un arma, Charlotte grita, pero la tiene bajo amenaza y ella piensa en su bebé Justin.—por favor... Dile al cabecilla que está noche me marchó —¡No puedes desobedecer al cabecilla!—solo dígale que está noche, lo juro por mí hijo, está noche me marchó, quiero despedirme de mi hijo, por favor—La pelirroja la fulmina con la mirada, y luego la abraza, tratando de ser amistosa, para no llamar la atención de los escoltas. —tienes hasta la noche, o si no ese bebé va a morir, y tú serás la culpable ¿Entendido?— Charlotte asiente con la cabeza Charlotte observa como la mujer se marcha con una amplia sonrisa en sus labios, actuando tan normal que los escoltas no se percatan de nada.Ella abraza a Justin y se coloca de pie rápidamente mirando a su alrededor. —por favor, llévame a la mansión— pidió tratando de ocultar su temor —como ordené
—¡Soy la señora de esta casa!— espetó —no desobedezcas mis órdenes, quiero sorprender a mi esposo, pero estás siendo un obstáculo— lo mira con enojó por lo que Owen le dice—lo lamento señora, puede marcharse— se hace a un lado y Charlotte se quería disculpar por la forma en que le habló, pero guardó silencio y se apresura a salir de la mansión.Los nervios que siente en estos momentos, no la dejan pensar con claridad, sin embargo, un auto se acerca, y ella al ver, es aquella pelirroja.—¡Sube al maldito auto!— ordena, y Charlotte mira hacia los lados —¡Rápido!— gruñó y ella se sube al auto, con los nervios a flor de piel.La pelirroja conduce para salir del largo camino y encontrar la vía principal, donde justamente está ingresando James Brown.El hombre está ansioso, por todo lo que debe decirle a Charlotte.—¿A dónde me llevas?— pregunta —¡Con mi jefe! Él te dará el dinero, eres bien estúpida, si yo estuviera en tu lugar, agarro ese dinero y me largo de vivir una buena vida —afo
—por favor, no me mates— súplica Charlotte al ser arrastrada por el suelo, su rostro está lleno de sangre, su cuello y su precioso vestido con el que quería que James al menos la pudiera verla—¡Cállate!— la pelirroja la jaloneo más, y agarra la maleta del dinero, vuelve a agarrar a Charlotte para así, salir de la casa.—¡Qué alguien me ayude por favor!— Charlotte ya se está sintiendo débil—eso te pasa por estúpida— sube la maleta al auto y luego a Charlotte en el baúl, para luego cerrar y poner seguro —¡Auxilió...!— Charlotte se siente débil, además, necesita oxígeno y estar encerrada le dificulta más —que suerte tienen las pobretonas— dijo la pelirroja con desprecio, para luego subirse al auto y conducir, prende un cigarro y empieza a fumar mientras escucha música electrónicaCharlotte con su poco aliento, intenta salir, pero un golpe que se dió en la cabeza, la hizo quedar inconsciente.La chica ruda, conduce hacia una callé solitaria, dónde un auto color negro mate, espera su
Charlotte pasa saliva, ahora sus rodillas arden y están sangrando, está recordando todo poco a poco y la desesperación se apodera de ella.Cómo mujer valiente, se coloca de pie, sosteniéndose de la pared sucia y rayada, para luego tocar el metal, y como arte de magia, la pared de metal, se abre. Ella retrocede mirando atemorizada. —¡Rápido! Es hora del baño— la voz prepotente de una mujer de aproximadamente 40 años, la hizo sentir un escalofrío en su cuerpo —¿Baño? ¿Señora que hago en este lugar?— Charlotte mira hacia los lados y cae en cuenta que está en prisión, está privada de su libertad—¿Qué haces?— se ríe a carcajadas —¡Eres igual a todas las reclusas! ¡Mueve tu maldito trasero! O si no, seguirás sucia, maldita drogadicta—¡Espere! Yo no soy drogadicta, jamás he consumido drogas, le suplico por favor, ayúdeme— Charlotte cierra los ojos, por el fuerte dolor de cabeza que le está dando—¡Cállate zorra! Aquí no tienes corona, de paso asesina, aquí pagarás por haber asesinado a l
Los llamados angustiosos de la doctora, llaman la atención de la oficial y su enfermera, las cuales se acercan de inmediato y presencian la escena escalofriante. —¡Ella necesita urgentemente ser llevada al hospital!— dijo la doctora muy desesperada—¡Deberás hacer algo para salvarle la vida, está prohibido que está reclusa salga de esta cárcel, así se esté muriendo!— la oficial dejo perpleja a la doctora y la enfermera—¿Qué hacemos, doctora, la chica se va a morir?— la enfermera se acerca, piensa proceder para ayudar a Charlotte—no tenemos opción, vamos hacer lo siguiente y si no funciona, lastimosamente esta mujer morirá..1 mes después.James Brown lleva ese tiempo en su despacho, consumiendo alcohol y fumando cigarro en exceso, la traición de Charlotte le dolió más de lo que se llegó a imaginar. La dulzura de ella y su inocencia se había impregnado en su corazón sin darse cuenta.Ha descuidado la empresa como CEO, pero afortunadamente, Samuel, que sabe todo lo que se debe hace
James Brown, está nuevamente impecable, referente a su aspecto, porque su mirada es más oscura y fría que antes. —estas perfecto— Samuel está aliviado. Pasaron tres días, para que James pudiera descansar y alimentarse bien, para retomar fuerzas. —¡No seas marica! ¡Mandy!— llama a la empleada —¡Mandy!— la vuelve a llamar, debido a que no responde—señor...— la mujer sale de la cocina, secando sus manos con el trapo de cocina —Owen te llevará a la nueva casa, alista todas las pertenencias de mi hijo—¿Nueva casa?— pregunta asombrado Samuel, no lo sabía —Sí. No pienso estar un minuto más en esta mansión, lo peor de todo es que no puedo venderla, al menos que la fugitiva aparezca, y firmeJames acomoda su corbata. —¿Y las cosas?—no quiero nada de esto, es hora de dejar esta mansión, la dejaré bajo el cuidado de dos escoltas, nada más Brown, camina hacia la cuna, y su hijo duerme como un angelito. —Samuel, busca vestimenta de calidad para Justin, no quiero que le falte nada, encárgat
—¡Señor!— gritó fuertemente, pero James se ha marchado —¡No puede ser...!— baja su mirada, está triste y perpleja —señora se va a enfermar— el de seguridad sintió pesar por la mujer—señor, el CEO... ¿A qué horas llega mañana?—el CEO no tiene tiempo exacto, es el jefe y puede llegar a la hora que quiera, así que es dificil encontrarlo señorita, si quiere, llévese mi paraguas, usted lo va a necesitar más— dijo extendiendo el paraguas y ella lo recibe —es usted muy amable— lo agarra, aunque es absurdo, está totalmente empapada, pero tampoco quiere recibir más lluvia, luego puede enfermar—vaya con Dios— el de seguridad se despide, e ingresa a la empresa, debe cerrar todas las puertas y hacer sus rondas de seguridadStefany Martinez, así se llama la doctora, la cual está perdida en sus pensamientos mientras camina por las desoladas calles. De pronto, un auto color negro estaciona a su lado y ella se asusta.Trata de caminar más rápido, y escucha pasos trás ella. Empieza a correr muy n