—¡James déjala! ¡Esa perra se tendrá que cansar de tocar la puerta!— Chirly aún está furiosa —¡Carajo necesito un trago, necesito calmarme porque soy capaz de salir y dejarla sin cabello, ¡La odió!— Chirly se marcha al minibar

—vamos amigo, vamos a tomarnos un trago— Samuel agarra a James del brazo —eso fue muy intenso

James acepta y se va con Samuel al otro extremo de la casa, necesita respirar, no sé imagino que Stefany fuera tan desalmada.

Chirly, Samuel y James, están en el jardín, cada uno con un vaso de trago y la botella en el pequeño centro de mesa.

—James, ojalá que no regreses con esa perra— habló Chirly, le picaba la lengua por hablar

—James no es tan idiota, solo un poco— dijo Samuel —el mundo es muy pequeño, no puedo sacarme de la cabeza el hecho de que Charlotte estuvo en prisión agonizando y esa hija de puta no fue capaz de decirlo, pues con razón Charlotte odia a todos, siento que trato de portarse bien por los niños, que por cierto James, que niños tan adorables, de