—¿No te parece que es muy apresurado todo eso? —le dije—casarnos. —Claro que no, cariño. Me parece una estupenda idea, estaremos juntos. Ya no tendremos que pelear por herencia. Además, yo te quiero, Amanda, no se si te has dado cuenta. Miré a Luke, su carita tan guapa, su piel suave y su cabello medio despeinado y no pude evitar sentir que estar con el me haría muy feliz. Siendo su esposa, aunque nos vivamos peleando y no estuviéramos de acuerdo en nada... no estaría mal. Peine el cabello de Luke mientras le sonreía. Todo el miedo de los disparos se me había quitado por todo lo que me estaba diciendo Luke... se veía han emocionado y apurado. —¿Quieres que sea tu esposa? —quise saber. —Claro que si —me besó, acostándose conmigo en el sofá—Quiero que seas mi mujer, la madre de mis hijos, todo. ¿Quien iba a pensar que venir aquí me iba a encontrar con el amor de mi vida? Eso eres para mi, Amanda, no quiero que lo dudes por favor. —acarició mi cara. Me encantaba su olor, me encantaba
Llegué a casa con la mente muy confundida. Estoy segura que había visto a Andrés, no puedo atribuir mi confusión a los últimos hechos. ¿pero por qué fingiría su muerte? Además, si es él, ¿Por qué no simplemente viene a mi y me habla? No tengo nada en su contra, tampoco creo que Luke lo tenga. Hablando de él… escucho sus pasos hacia mi dirección. —¿Qué pasa?— me pregunta poniendo su mano en mi espalda— te veo preocupada. Pensé que el buscar el vestido te haría feliz, pero mira que lo que me encuentro es totalmente lo contrario— acaricia mi mentón. Lo eleva de forma que nuestros ojos están frente a frente.— ¿hay algo que no me has dicho y quieras decirme?— veo sus pupilas, el color de sus ojos hermosos. Es notable la preocupación que tiene por mi y eso es tierno, pero aún me cuestiono si será conveniente decirle la verdad. Luke me ha demostrado lo mucho que confía en mi, es lo menos que puedo darle de mi parte. —Si— asiento temerosa. No debería tener miedo, pero mi corazón no falla
—Ahora si, oficialmente te has convertido en Nerea Grayson —le digo a Nerea, quien venía con su pequeña maleta entrando a nuestra casa. Por fin se había resuelto ese problema y ahora Nerea estaría con nosotros toda la vida. Me sentía orgullosa de haberla sacado de la calle. Me veía en ella cuando Andrés hizo lo mismo. Ella tenía la misma expresión que yo tuve en ese entonces cuando entré por primera vez acá.—No tengo palabras para agradecerte, Amanda —Nerea me abraza—Gracias… muchas gracias. —Ya no tienes por que preocuparte por nada, Nerea, ahora estás a salvo. —le dice Luke. —¿Están listos para la boda? —nos pregunta Nerea. A Luke le habían confirmado que casándonos entonces podríamos tener la herencia en ese momento. —Claro, se realiza el próximo sábado. Ya quiero casarme con esta belleza —Luke me da un pequeño pico. Le sonreí, aunque todavía tenía la duda de los mensajes que le encontré la otra vez, aunque, pensándolo bien, solo pudo ser su equipo de seguridad. Luke es muy a
LUKE POVSentado en una banca del hospital y con las manos cruzadas, me sentía impotente por lo que había pasado. Esto solo podía ser obra de mi mayor enemigo. Si quiere pelea, se la daré. No voy a permitir que me arrebate, por segunda vez, a la mujer con la que deseo casarme. Kev estaba a mi lado. Por un momento, quise discutir con él, pero no valía la pena. Entiendo que debe sentirse mal porque Amanda también fue su novia.Lo que más me llamaba la atención era que Kev sabía cosas sobre mí. No he querido hablar con Amanda porque sé que, cuando lo haga, dejará de confiar en mí e incluso quizá decida separarse. He decidido decirle la verdad cuando todo esto pase. Quiero casarme con ella desde lo más profundo de mi corazón.Un médico salió de la sala con unos documentos.Apresuradamente, tanto Kev como yo nos pusimos de pie en busca de noticias.—Dígame que todo ha salido bien —dije, sacudiendo los hombros del médico. Pero por la expresión en su rostro, supe que no serían buenas noticia
Negativo. No era compatible para ser el donante. Me sentí mal. Giré el cuello para ver a Kev, quien también abría el sobre.—¿Qué te salió? —le pregunté, estresado, por supuesto.—Positivo. Soy compatible —me respondió, y en sus ojos pude ver que ni siquiera lo hizo trastabillar un poco—. Supongo que ahora seré el salvador de Amanda —me sonríe de lado. Empuñé mis manos en señal de protesta, de enojo, porque ahora se llenaría la boca de halagos para él mismo.—Qué bueno —es lo único que le respondo.Kev se me acerca y me susurra:—No creas que esto lo hago ni por una pizca de ti. Lo único que me interesa es el bienestar de Amanda. Si fueras tú, no dudes que te dejaría morir como un perro. No me agradas y nunca me terminarás de agradar, Luke —palmeó mi hombro—. No creas que las cosas van a estar fáciles para ti.Y con eso se dio la vuelta para dirigirse a la sala de operaciones, donde seguramente estaba siendo esperado por todo el cuerpo médico.—Buena suerte —le digo en el momento en q
Despierto, adormecida y adolorida. Siento náuseas y mareos. Odio sentirme así. Cuando aclaro mi visión alguien se acerca. —No hagas esfuerzo —es Luke. —¿Que pasó, donde estoy? —me miré con tantos aparatos conectados a mi, suero en mi vena y sentía un dolor en mi espalda. —Te dispararon, ¿no lo recuerdas? Entonces empecé a acordarme de ese terrible incidente donde Kev estaba apuntándome con su arma y... —¿Kev me hizo esto? —quise saber, sintiéndome dolida. ¿Cómo pudo hacerlo? Tanto tiempo juntos y siento que no lo conozco. —No, Amanda, fue otra persona. Aún no sabemos quien... Kev te salvó. El te acaba de donar un riñón. Ahora estás viva gracias a él. —¿Tanto así? —quise saber. Asintió, se veía un poco preocupado y como si quisiera decirme algo pero no sabía cómo. Siempre intuía cosas y sabía que Luke me estaba ocultando algo y no sabía cómo decírmelo. —Vamos, Luke, dime lo que sea que me tengas que decir. —Nada, cariño. Es solo que me siento feliz de que estés bien. Además
—Marina... —susurro Luke, soltándome de la mano. Yo no sabía que estaba pasando. ¿Quien era esa mujer y por qué estaba irrumpiendo mi boda? Luke los miró... a ambos... estaba asombrado y luego su vista pasó hacia mi. —¿Que está pasando? —quise saber, tratando de mantener la calma. Por dentro mi corazón empezó a latir a mil por hora, parecía que se iba a salir. —Amanda, yo... —¿No nos invitaste a tu boda, Luke? —le pregunto la mujer que se llama Marina. —Parece que se ha perdido la invitación en el buzón. Ahora la mujer me miró. —Ella es muy hermosa, como siempre te han gustado. ¿Pero ya le dijste la verdad? ¿Ya le dijiste que estás casado conmigo y que tenemos un hijo? Sentí como si me hubieran golpeado el pecho muchas veces. Un dolor inexplicable. Me llevé la mano al estómago y me incliné porque sentía que me iba a desmayar de la impresión. ¿Esto es una pesadilla? Por favor que sea una pesadilla. Sentía que todo daba vueltas, que nada era real. Casado. Con un hijo. Miré al
Estaba ahí, con el arma en el pecho de Luke, dispuesta a dispararle... pero por alguna extraña razón no podía. No me iba a convertir en una asesina solo por alguien que no vale la pena. Aunque en el fondo me esté muriendo del dolor. Bajé el arma y empecé a caminar por el túnel. —Necesito saber que todos están bien: Nerea, Lupe, Rita, Ginger... no quiero perder a ninguna persona que amo solo por tu maldita ambición —le dije. —Amanda... —Cállate, no quiero escucharte. Impostor, sabía que algo ocultabas. ¿Por que un tipo millonario querría reclamar una herencia si no le hacía falta? Aún no logro entender cómo es que lograste burlar al juez. —Amanda, no sabes toda la historia. —Y no quiero saberla. Lo único que quiero es salir de aquí y volver con los míos. Y tú... —le dije mirándolo—... no creas que vas a escapar, tienes una deuda con la justicia. Caminamos por el túnel un buen trayecto hasta llegar a la puerta. —Espera... iré a revisar si todo está en orden —me dice, abre la pue