Richard Punto de VistaUna vez que tomé la decisión de que no iba a entrevistar a Mary, pensé que el asunto estaba resuelto. Sabía que probablemente tendría que darles una explicación a Amelia y a Albert, pero pensé que podría hacerlo alegando que había candidatos maravillosos. Pero cuando revisé todas las solicitudes, surgieron dos problemas: Uno era que los candidatos eran más o menos buenos. El segundo, que había una solicitud de Mary.«Maldita sea». Pero no iba a darme por vencido tan rápido. Durante una de las reuniones que teníamos todos mis hermanos y yo para hablar de negocios, saqué a relucir el hecho de que sería inapropiado considerar a Mary para el puesto.—Está perfectamente calificada para el puesto —dijo Albert—. Ha hecho algunos trabajos de marketing por cuenta propia en el pasado, y es muy creativa artísticamente hablando. Creo que sería un gran activo.—Es una barista a tiempo parcial, una autónoma a tiempo parcial y una artista a tiempo parcial. Este trabajo requier
Mary Punto de VistaPresenté mi solicitud y fui a la entrevista simplemente para poder decirle a mi hermana que lo había hecho, pero no tenía intención de conseguir el trabajo. Así que me presenté preparada para no estar cualificada. Mi vestido era profesional, pero probablemente era una talla más pequeña y tenía colores muy chocantes por todas partes, completamente inapropiados para un entorno corporativo. Si esto no molestaba a los hermanos Torrens, seguramente lo haría mi pelo color lavanda. Y si nada de eso funcionaba, el hecho de que no tuviera experiencia trabajando en un departamento de arte corporativo debería hacerme inelegible para el trabajo. No es que no pudiera conseguirlo si realmente lo quisiera, porque estaba segura de que podría. Pero la idea de estar en un cubículo todo el día me erizaba la piel.Aunque mi hermana se había casado con Albert, no conocía muy bien a sus hermanos. Había conocido a Richard en la boda, pero no había hablado mucho con él. Solo conocía su re
Richard Punto de VistaFue bastante malo despertarme a la mañana siguiente con una erección enorme gracias a Mary y a ese beso abrasador que me había dado el día anterior. De mala gana y con rabia, esa mañana me masturbé en la ducha con las imágenes de su inteligente boca envuelta en mi. Todavía estaba molesto después de correrme sobre los azulejos de la ducha porque era muy irritante que ella pudiera, simultáneamente, molestarme, ponérmela dura y provocarme un orgasmo tan bueno.Al llegar a la oficina, me encontré a Albert sentado sobre mi escritorio diciéndome que tenía que contratar a Mary. Era como si no pudiera escapar de ella.—Aunque le ofreciera el trabajo, no lo aceptaría. La entrevista no fue bien y está claro que no quiere trabajar aquí.Albert me miró fijamente durante un rato y luego tomó asiento en mi silla, como si pensara quedarse.—Estoy seguro de que no hiciste nada para disuadirla de querer el trabajo.—No encaja aquí, Albert. Ella sería la primera en decírtelo. —To
Mary Punto de VistaNo me cabía la menor duda de que estaba sentada en este restaurante de lujo tratando de no sentirme completamente fuera de lugar mientras Richard estaba haciendo alarde de su poder, su riqueza y su influencia sobre mí, y eso me molestaba muchísimo. Odiaba aún más cómo era capaz de darle la vuelta a la tortilla y hacerme quedar como una imbécil. Hubiera preferido reunirme en su oficina o en una cafetería en lugar de tener que disfrazarme y parecer que pertenecía a la élite de San Diego. Ahora mismo, yo era esa clavija redonda dentro de una caja cuadrada que siempre intentaba evitar. Estaba segura de que todo el mundo podía darse cuenta de que no pertenecía a este lugar. Al menos, estábamos en un comedor privado. No tenía ni idea de que existieran cosas así, lo que demostraba que no pertenecía al mundo de Richard Torrens.Estaba claro para ambos que no nos llevábamos nada bien. Al mismo tiempo, mis hormonas no podían evitar calentarse y excitarse al verlo. La habitac
Richard Punto de VistaNo estaba seguro si Mary había hablado en serio o no cuando dijo que se presentaría en el trabajo a mediodía. Era el tipo de persona de espíritu libre que podría hacer algo así. Pero se presentó a las ocho, como todo el mundo.La saludé y le dije que le enseñaría el lugar. Me miró con una expresión que parecía preguntar si era una buena idea. No estaba seguro de que lo fuera, teniendo en cuenta que la mayor parte del tiempo no podíamos decirnos ni una palabra civilizada. Anoche, después de forjar nuestro acuerdo, había sido la excepción. Pero, incluso, entonces, la relación entre nosotros no era normal, y mucho menos amistosa.La llevé a la sección del edificio que había albergado a la mayor parte del equipo de marketing y le presenté a los que trabajaban en ella. Tenía cierta curiosidad por saber cómo aceptarían a Mary como su nueva jefa. Físicamente no parecía ser alguien que acostumbrase a trabajar en una empresa corporativa, lo que me hacía preguntarme qué
Mary Punto de VistaPasé el primer día de mi nuevo trabajo conociendo a las personas con las que iba a trabajar más estrechamente. Lo que descubrí fue a un grupo de artistas y escritores que eran bastante agradables, y algunos de ellos eran extremadamente talentosos y creativos, pero en su mayor parte parecían vivir dentro de las líneas. Siendo una persona a la que le gusta colorear fuera de esas líneas, me decepcionó un poco que tanta gente solo quisiera mantener el statu quo, aunque al mismo tiempo no me sorprendió. Eran exactamente el tipo de personas que imaginé que Richard contrataría para crear el tipo de trabajo que parecía creer que vendería sus sandalias.También me dediqué a revisar algunas de sus campañas publicitarias más antiguas. La verdad es que algunas de ellas eran bastante buenas. El problema con esta nueva campaña era que no creía que le fuera a ir muy bien en Europa. De acuerdo, yo no era una maga del marketing como parecía serlo Richard, pero, aun así, Europa era
Richard Punto de VistaNo era ajeno al sexo, pero, carajo, la entrepierna de Maryse agarró a mi órgano como si nunca lo fuera a soltar. Las estrellas parecían estallar detrás de mis ojos. Mis caderas se movían de un lado a otro mientras conducía duro y rápido como un puto tren de mercancías hacia el olvido. No quería que terminara y, sin embargo, en cualquier momento mis pulmones iban a estallar y mis muslos iban a ceder.—Oh, Dios... —gimió, su entrepierna volvió a apretar mi órgano, y eso fue todo. Me sumergí con fuerza, empujando el escritorio mientras me corría. Seguí corriéndome, más y más con cada empuje, hasta que mi cuerpo se relajó por completo.Mis pulmones ardían mientras trataba de coger aire, después de que el intenso orgasmo casi me hiciera caer de rodillas. —Santo cielo.Finalmente, pude recuperar la visión y el enfoque, así que miré a Mary, de espaldas sobre su escritorio. Se llevó las dos manos a los ojos. —Oh, Dios mío, no puedo creer que haya hecho esto.Yo tampoc
Mary Punto de VistaNo estoy segura de qué me sorprendió más; Que acabara de tener sexo con mi jefe sobre mi escritorio o de que hubiera tenido sexo con Richard. Sabía exactamente lo que me había impactado más: que acababa de tener sexo con Richard. Definitivamente, podía ser de esas mujeres que tienen sexo esporádico sobre el escritorio de una oficina, pero no con Richard. Nunca con Richard. Y, sin embargo, lo había hecho.No solo había tenido sexo con él, sino que había partido de forma activa igual o más que él. Y, aunque ahora podía ver lo malo y peligroso que había sido, en ese momento había sido maravilloso. Tanto que, por un momento, consideré aceptar su indecente propuesta. Si bien podía actuar de forma impulsiva a veces, generalmente no era imprudente. Pasar tiempo con Richard tenía signos de peligro por todas partes. Era una imprudencia a la enésima potencia.Me puse de pie con las piernas temblorosas y ordené mi escritorio, recogiendo los bocetos que Richard había esparcido