A keira todavía no le quedaban claras muchas cosas así que se hacia preguntas así misma, dudaba que su madre quisera responderlas, luego de que la plática se tornará un poco agresiva durante la mañana.

El día transcurría lentamente, keira parecía triste y sola, deseaba estar en el colegio y convivir con sus compañeros así como ver a su mejor amiga, esto realmente era sofocante, no poder salir de casa.

— ¿Enserio me vigilarán todo el día de hoy?

— No, no es necesario.

— ¡Así!

— De todas formas no podrás salir, todo tiene seguro, hasta las ventanas de tu habitación.

— Bueno ya que me has tomado como prisionera, al menos contesta mis dudas.

— Si no son tonterías, por supuesto.

— ¿ Por que no se ha casado antes Emmett?

— No lo sé

— Entonces ¿por que tienen miedo de que nos maten si no me caso?

— Es un hombre con mucho poder, además de que todos saben que es cruel hacia quienes le roban o traicionan.

— Eso quiere decir ¿que él ha matado personas?

— Posiblemente

— Con esa clase de hombre pensaste en casarme, que descarada eres madre.

— Desde ahora, no tienes permitido contestar de esa forma ve aprendiendo a el señor Emmett no le gusta entiendes.

— Ya tienes las deudas de la familia pagadas pero acaso ¿ Te dará más dinero cuando me entregues a él?

— Si así es, nos dará unos cuantos millones por ti

— Nunca te creí capaz, pero ahora que lo veo pareces una completa desconocida para mi.

— Entonces como debo dirigirme a él

— Señor Emmett o presidente Emmett, tendrás tiempo para preguntarle.

— y dime madre, por que no te casas tu en mi lugar, después de todo tu eres la desesperada por lamer los pies de ese hombre que te dará dinero a cambio de tu hija.

— No contestaré tus estupideces keira, ve a tu habitación y aprende aguardar silencio.

— Padre no dirás nada ¿ acaso te has quedado mudo?

— kei, no se que decirte.

— Más bien nunca has dicho ni hecho nada padre, mejor quédate callado, iré a mi habitación es mucho mejor que verles la cara.

Una vez que llegó a su cuarto, keira comenzó a revisar las ventanas de su habitación por un momento pensó que le estaban mintiendo respecto a poner seguro en las ventanas pero después de comprobar solo mordió sus labios.

— Era verdad esta cerrado completamente cerrado, ni siquiera puedo escapar por la ventana, oh Dios que es lo que haré yo no quiero casarme.

Mientras pasaba la tarde, keira se percató del regreso de su hermano así que corrió a recibirle con la esperanza de poder salir de casa.

— Si logro alcanzar a kail, ellos tendrán que abrir la puerta para dejarlo entrar así que yo podre salir y entonces correré lejos de aquí, me llevaré a kail conmigo.

Cuando justo estaba por aproximarse a la puerta sintió un jalón, era su padre.

— ¿A dónde vas?

— Padre yo.. yo...umm voy a recibir a kail.

— Tu madre ya fue, no hace falta que vayas, esperalo aquí.

— Pero yo, de verdad estoy cansada quiero salir.

— Tu madre va a enojarse, no compliques más las cosas kei.

— Sueltame, no tienes el derecho a decirme nada, solo haces lo que mamá te ordena.

— Solo vuelve a tu habitación.

No es necesario que me lo digas, lo haré por mi cuenta.

Keira regreso de nuevo a su habitación tenia ganas de llorar, pensaba que tal vez si se llevaba a su hermano no le importaría mucho lo que le pasase a su padre o a su madre, ellos ya le habían abandonado, así que entro a su cuarto y se metió en la cama.

Kailed que apenas había regresado del colegio, observo que la atmósfera era algo pesada así que decidió ir a su cuarto y de camino se le ocurrió preguntarle a keira lo que pasaba.

Toc, Toc sonó la puerta

— Hermana puedo pasar.

— Por supuesto Kail

— Dime pasa algo raro en casa ¿verdad?

— ¿Por que lo mencionas?

— Es que esta todo cerrado, con llave hermana, es raro ¿No crees?

— Kail te necesito, necesito que le traigas las llaves a tu hermana, luego de salir de casa tendremos que irnos tu y yo solos.

— ¿ Pero por que? que pasa con papá y mamá

— ¿Confías en mi?

— Si

— Entonces trae las llaves, ellos no sospecharan de ti, luego te explicaré Kail

Lo único que ella no sabia era que su madre estaba escuchando todo detrás de la puerta.