Estaba inmóvil, cerró sus ojos por los nervios traicioneros que tenía, Emmett reía como un niño pequeño, le parecía tan divertido ver como Keira reaccionaba ante sus acciones
— Vamo abre los ojos
— No quiero, Emmett eres malo
— Vamos abre los ojos o no te dejaré ir de aquí nunca
Keira abrió los ojos y se encontró con aquellos ojos verdes profundos, unos ojos que le traían nostalgia, sin embargo su vista se desvío hasta quedar fija en un solo punto, sus labios, esos labios rosados en forma de corazón tan tentadores, tenía tantas ganas de besarlos y morderlos pero si lo hacía terminaría cediendo ante él y ella en verdad no quería arriesgarse, así que intento soltarse pero le era imposible después de todo Emmett poseía más fuerza que ella, por lo que comenzó a darle pequeños golpes en el pecho
— Vamos sueltame o me enojare Emmett
— Esta bien, esta bien, te soltaré, ahora dime ¿Por que estas aquí tan temprano?
Todo había terminado, Anne había vuelto a su vida tan normal como siempre a excepción de una cosa, ahora ella se estaba preparando para tener una cena con su padre y ¿unos socios? Tal vez....Ella no mostraba algún cambio en su semblante, aquel actuar había quedado en el pasado, tanto Anne como el vestido blanco de ese día, ambos habían desaparecido no había rastros de ellos por ningún lado y no precisamente de la manera que se imagina, la joven había muerto, ahora solo quedaba una mujer madura, aquella niña dulce y tierna ya no estaba, con su alma hecha pedazos tomo el vestido y lo quemo e intento hacer los mismo con sus sentimientos pero fue en vano, como si se tratara de un cuento de hadas, tomó el amor que tenía en su corazón y lo deposito en un pequeño baúl y lo guardo en el armario, ahora intentaría vivir para cumplir sus promesas a cambio de que "él estuviera bien"Anne aparentaba ser una mujer, su comportamiento había cambiado tras la desaparición de Liam
Como si el mundo no existiera ambos se habían quedado en aquel lugar tres días a Keira le había encantado estar ahí, era maravillo, taciturno y lleno de paz, algo que pocas veces podía disfrutarTemprano en la mañana ella había ido a despertar a Emmett, aun que la primera vez lo encontró durmiendo, los demás días que fue a buscarlo el ya estaba despierto, aun así ella insistió en "Según ir a despertarlo", cada que abría la puerta de la cabaña, abría un poco más su corazón, cada vez que caminaba hacia la habitación en donde usualmente al abrir la puerta le encontraba leyendo un libro, avanzaba un paso más su relación, una que ella se había negado a aceptar, ¿podría ser tal vez el miedo?Como si todo lo demás fuera solo el pasado, ella corrió a su lado sentándose frente a él— ¿Qué es lo que lees?Emmett siempre escondía el libro, después de todo ella ya no tocaba la puerta y eso era algo que nunca molesto a Emmett, ella podía hacer lo q
Cuando ella despertó se dio cuenta que se había quedado dormida en el regazo de Emmett, ella inmediatamente se levantó, estaba sonrojada y un poco entumecida debido a la posición en la que había dormido, cuando miro a Emmett a los ojos este la veía con mucha ternura, lo que la hizo pensar que tal vez tenía un poco de baba en la cara, así que comenzó a limpiar cerca de su boca a Emmett le pareció divertido ver aquello— ¿Qué es lo que te parece tan gracioso Emmett?— Ja, ja, ja, tu expresión es muy divertida, créeme que aún que tuvieras baba al rededor de la cara te verías igual de hermosa— ¿Tengo baba en la cara?— Por supuesto que no, si la tuvieras entonces la lamería— ¡Emmet! pero que cosas dices, eso sería algo asqueroso— Es lo mismo, si te beso entonces estoy probando tu saliva, ¿Cuál sería la diferencia si decido lamerla de tu mejilla?— S-solo n-no lo hagas, s-sentiria vergüenzaEl rostro de Keira se torno t
Estaba agotada apesar de haber dormido, le pesaban los párpados y cuando abrió los ojos pudo percatarse que era tarde, la luz era fuerte y está se veía por la pequeña ventana de la habitación, a largo la mano y tomó un pequeño reloj el cual se encontraba cerca, se quedó sorprendida al ver la hora pues era la primera vez que se levantaba tarde— 11 de la mañana, ¡dormí demasiado!Froto sus ojos e intento levantarse de la cama pero un dolor agudo provino de su parte baja, aun así trato de ignorar aquello pero cuando se disponía a ponerse de pie, el dolor en su espalda se lo impidió haciéndole recordar lo que había pasado en la noche, así que comenzó a golpear su cabeza tratando de borrar aquellos recuerdos que le hacían sonrojar— ¡Ahh! Debo estar loca, debo haber perdido la cabeza, ¿Qué demonios hice?Mientras ella se cuestionaba todo lo que había pasado con Emmett, él se encontraba ordenando el desayuno, estaba emocionado debido aque s
Ambos se dirigieron a tomar el desayuno donde Alfred los esperaba, caminaban lentos pero en sintonía, en sus rostros había una sonrisa, dulce, tierna pero al mismo tiempo llena de deseo y pasión, a la mente de Alfred solo vino una cosa, su señora Keira habia arreglado las cosas y al fin se daría una oportunidad de ser feliz, las cosas no iniciaron de la mejor manera pero al menos ella estaba dispuesta a vivir mejor y eso hacia que el corazón de Alfred se sintiera mejor, quizá más relajado, el sabia que tenía una deuda pendiente, una que quería saldar pronto, ahora no fallaría, protegería a su señora así tuviera que entregar su vidaPASADO— Hola, ¿Cómo te llamas?— Mi nombre es Alfred joven señorita— Mucho gusto Alfred, mi nombre es Diane— Es un lindo nombre— Emmett dice lo mismo, je, je, je, je, je, ummm te he visto muchas veces por aquí, ¿Quien eres?— Aun no estoy autorizado para decirle joven señorita— Todos dicen que soy
Después de terminar el desayuno ambos se dirigieron a la camioneta para volver a la mansión, Emmett colocó algunas cosas que habían obtenido mientras se quedaron allí, como ropa y algunos souvenir que Keira habia adquirido en el lugar, mientras colocaba todo en la camioneta se percató que esa era la primera vez que había salido con ella, le había gustado mucho esa sensación además de haber conocido muchas cosas sobre la vida de Keira que para ese momento no sabíaKeira le llamo, aun se encontraba sentada en una mecedora que estaba en la pequeña cabaña, no habían hablado sobre lo paso entre los dos pero estaba feliz de al menos haber avanzado y no un poco en realidad había avanzado mucho— ¿Necesitas algo Kei?— Esta haciendo algo de calor, que te parece si vamos a por un helado primero, escuche de Anne que por aquí venden unos artesanales, me gustaría probarlos antes de volver— Me parece bien, entonces déjame ir a cambiarme y tu puedes hacer lo mismo, a meno
RECUERDOS— señorita ¿Por que estas triste?— En realidad no lo sé, es solo que siento que estoy atrapada— ¿Atrapada?— Si, debe haber mucho más cosas que ver fuera de estos muros, entonces ¿por qué no puedo verlos?, Dime Alfred, ¿Es hermoso allá afuera?— Si así es joven señorita— No entiendo, solo me dejan jugar con Emmett, yo quisiera jugar con más niños, pero mis padres solo me traen aquí, durante el caminó solo puedo ver a través de la ventana pero no es lo mismo, solo quisiera ser un poco más libre— Bueno tal vez cuando crezca podrá hacerlo— Cuando sea grande seré la esposa de Emmett, de todos modos vendré a vivir aquí, será lo mismo— Entonces podrá decirle el joven amo que derribe esos muros, así será más feliz— Tienes razón eso haréCuando llegaron a la mansión Keira aún dormía, así que Emmett la tomó en sus brazos y la llevó hasta su habitación, la colocó en la cama y puso una manta sobre su cuerpo, abr
Keira se retiró y se dirigió a su habitación, mientras ella iba feliz Tessa se quedo en el comedor con una rabia incontrolable, sus gritos no paraban y sus emociones estaban tan al limite que comenzó a romper todo a su paso, tiro los platos en que se encontraban en la mesa y las copas de vidrio que ahí se habían colocado, pues era costumbre ponerlas aún que no se tomara vinoUno de los sirvientes al ver todo lo que Tessa estaba haciendo y que ninguno de ellos podía meterse a detenerla decido ir por Alfred quien era el único que podía intervenir sin sufrir un daño colateral, cuando Alfred estuvo cerca escuchó todo el ruido provocado por los objetos que Tessa lanzaba, cuando Alfred cruzo por la puerta miro fijamente a Tessa quien sostenia un florero el cual estaba apunto de lanzar hacia la pared en el que se encontraba un cuadro valuado en miles de dólares— Señorita Tessa usted no tiene permitido dañar nada de lo que hay en esta propiedad, así que voy a pedirle amablement