Keira se retiró y se dirigió a su habitación, mientras ella iba feliz Tessa se quedo en el comedor con una rabia incontrolable, sus gritos no paraban y sus emociones estaban tan al limite que comenzó a romper todo a su paso, tiro los platos en que se encontraban en la mesa y las copas de vidrio que ahí se habían colocado, pues era costumbre ponerlas aún que no se tomara vino
Uno de los sirvientes al ver todo lo que Tessa estaba haciendo y que ninguno de ellos podía meterse a detenerla decido ir por Alfred quien era el único que podía intervenir sin sufrir un daño colateral, cuando Alfred estuvo cerca escuchó todo el ruido provocado por los objetos que Tessa lanzaba, cuando Alfred cruzo por la puerta miro fijamente a Tessa quien sostenia un florero el cual estaba apunto de lanzar hacia la pared en el que se encontraba un cuadro valuado en miles de dólares
— Señorita Tessa usted no tiene permitido dañar nada de lo que hay en esta propiedad, así que voy a pedirle amablement
Mientras miraba la luna, Keira sentía unas infinitas ganas de llorar, su corazón de alguna manera dolía y es que no dejaba de pensar si lo que estaba haciendo era correcto, pero como averiguarlo, aun si era incorrecto su familia también había actuado de la misma manera, al final ella solo era un intercambio para lograr interesesNunca se había puesto a pensar en los que haría realmente si lograba escapar, exactamente ¿A dónde regresaría?, No tenía un hogar al cual volver, ni siquiera una familia que esperará por ella, estaba sola y no conocía a algún familiar paterno o materno quien pudiera darle asilo o auxiliarla, realmente estaba sola, pensando en su triste realidad, las lágrimas comenzaron a desbordarse de sus ojosLa noche era hermosa pero sus ojos nublaban aquella vista, tomó un poco de aire y camino hacia un florero colocado en una comoda en su habitación, tomó una rosa roja y luego se dirigió hasta el balcón de su habitación, él aire fresco hizo que olvidará un
— ¿Tuyo? No crees que eres demasiado ingenua, los hombres se cansan y se aburren de lo mismo por esa razón siempre buscarán a alguien más, que les de placer entonces te olvidan— Tal como lo hizo contigo, ¿No es así Tessa?— ¡Maldita!— Como sea, necesito que te vayas quiero descansar, sabes estoy muy agotada y no es por el viaje, escucharte es una perdida de tiempo— Ya veremos cuanto te dura esa felicidad, voy a destruirte y luego reiré yo— Si, si, si como quieras por ahora vete, eres molesta de escucharTessa salió de la habitación de Keira con ambas copas de vino ya que no pudo tomar completamente ninguna de las dos, nada había funcionado, pensaba que solo tal vez podía engañarla siendo su amiga primero y luego irle envenenado poco a poco con cada cosa que ella fuera ingiriendo pero tal parecía que la joven no era tonta, aun así Tessa no pensaba rendirse ella encontraría una manera de hacer que el veneno llegara hasta los alimentos de la gran
Después de pensar durante un buen rato se levantó y salió del estudio, pensar y pensar no había solucionado nada pues debía saber exactamente a qué venía otra vez la familia Hamilton, la última vez que los vio, ambos estaban reclamándole la desaparición de Diane, fue algo tan duro de escuchar y observar cuando él sabia todo lo que había pasado y lo que había hecho, después de ese día nunca más volvió a verlos de frente, se prohibieron las entradas a la mansión Dankworth y los vetaron de todos los eventos y participaciones en la sociedadLa familia Hamilton desapareció o más bien fue obligada a desaparecer, con eso la historia, la tragedia y la verdad de lo.que había sucedido desaparecerían, todo fue totalmente calculado, así como Emmett hizo que la familia Agrest fuera a la quiebra así mismo lo hizo con la familia Hamilton, después de todo nada se le podía negar a los DankworthEmmett se dirigió hacia el dormitorio de Keira, ya era muy tarde por lo que decidió abrir sin
Diane corrió hacia donde estaba Ryan y comenzó a tocarlo— Ryan despierta, ¡Ryan!! Diane comenzó a gritarle, no hagas esto cariños abre los ojos porfavor, luego se volteó a ver a Emmett, te maldigo Emmett, eres un maldito asesino— Alfred saca el cuerpo y quemalo y arroja sus cenizas al lago— ¡Eres un maldito, maldito!, ¡¡No lo toques!!, no te atrevasDiane comenzó a golpear a Emmett y éste la sujeto con fuerza, poniéndola contra la pared le sujetó la barbilla y la inmovilizo—Todo esto es tu culpa capullo, nada de esto pasaría si tan solo te hubieras quedado a mi lado, que tal difícil era eso ¿he?— Era muy difícil, era algo imposible yo no podría no, jamás hubiera podido quedarme a tu lado— ¿Por qué? Por qué ya no me amabas, ni siquiera me mirabas Diane— No, fue por que cambiaste, el niño que conocí ya no existe, pensé que querías que fuera fel
— Y sigo siendo el mismo, mi capullo— No, no es cierto, el niño que conocí no era un asesino— Las personas cambian y la historia también, te guste o no ahora me perteneces, así tenga que encerrarte en una jaula, haré que te quedes a mi lado para siempre— No importa lo que hagas, jamás podrás obtener lo que deseas, nunca ¡¡Entiendelo maldito psicópata!!— ¿Psicópata yo? Ja, ja, ja, ja por favor Diane, ¿quieres ver realmente que es ser un psicópata? Tengo muchas ganas de mostrarte la realidad, crees que para mi fue suficiente con matar a esa maldito desecho de humanidad, todavía falta algo, tu pequeño secreto— No se de que estas hablando— ¡Enserio! No tienes ni una idea acerca de lo que hablo— Estas loco, ¡¡que más quieres de mi!! Ya me lo has quitado todo Emmett, no tengo más que darte
La puerta volvió a abrirse, los guardias que siguieron a Emmett entraron, después de todo su señor se había ido por mucho tiempo y era su deber protegerlo, todos apuntaron sus armas hacia Alfred, Emmett que aún en medio de la situación reaccionó y pidió que bajaran las armas, Alfred quien aún no podía creer lo que sus ojos veían, ¿Cómo es que las cosas habían terminado de esta manera?— ¡¡BAJA TU ARMA ALFRED! ¡¡HAZLO AHORA!!— Yo, yo.. lo siento, yo solo me perdí un momento, no se que me paso— ¡POR ESO, TIRA EL ARMA AL SUELO!Alfred tiró el arma al suelo y salio dejando solo a Emmett en aquel lugar, el llanto desesperado aún se escuchaba en aquel lugar— Ayúdenme ella no despierta, porfavorUno de los guardias se arrodillo para verificar el pulso de Diane, luego miró a Emmett— Lo siento mucho Señor, la joven señorita, ella está muerta— No es cier
Apesar de no haber dormido lo suficiente Emmett se despertó temprano, le dio un beso en la mejilla a Keira quien al sentir el roce de sus labios se removió inquieta, así que para no despertarla Él salió de la cama sin hacer mucho movimiento, camino con mucho cuidado hasta la puerta para dirigirse al despacho pues tenía mucho trabajo pendiente por hacerApenas abrió la puerta se sorprendió ante la presencia de Alfred quien estaba parado justo frente a Él perdido en sus pensamientos— Por Dios me asustaste— Señor ¿Acaso hay algo que le asuste?— Si, muchas cosas de hecho, no vuelvas a hacer esto, ahora dime por qué estás aquí tan temprano— Una de las mucamas se encargo de limpiar su ropa y a encontrado un cheque— ¿Un cheque?, ¿Qué demonios?, Dime ha sido un cheque de 5 millones— Así es, me pareció extraño su descuido, usted jamás a dejado cheques en su ropa
Emmet llamo para avisar que llegaría un poco tarde debido a la carga de trabajo, Keira decidió cuidar un poco el jardín, ahora ya no parecía un lugar desconocido, ese lugar comenzaba a ser su hogarAnne por el contrario llegó a su habitación, sus ojos estaban tristes y parecía que quería llorar sin embargo se trago sus lágrimas y se dio una larga ducha, cuando salió del cuarto de baño su semblante había cambiado, volvió a hacer aquella chica fría quien no demostraba sus sentimientos, se sento un rato en la cama, aun estaba envuelta en la bata de baño y parte de su cabello húmedo caía en su rostro, las gotas de agua que se deslizaban por su rostro parecian llevarse parte de su humanidad dejando tan solo un cascarón vacíoPor más que quisiera cambiar su destino, era algo que ella no podía hacer, tenia todo los privilegios pero hubiera deseado nacer en cuna de madera, por lo menos así estaría con la persona que amaba, la vida allá afuera no era tan