Diego se quedó sin palabras, no sabía cómo refutar eso. Él mismo estaba enamorado de Sam y no sabía cómo matar ese amor.
Eva se limpió los ojos, se acercó a Sam e intentó levantarle.
—Debes descansar, no le hace bien a tu embarazo.
Sam se levantó del suelo aún muy confundido.
—Madre...debo ir... Alex...
Los ojos de Sam se volvieron a llenar de lágrimas, no sabía qué pasaba pero ese mal presentimiento le seguía carcomiendo por dentro.
Las miradas que le echaban Inari y compañía tampoco le tranquilizaba.
Eva le volvió a abrazar.
—No puedes cruzar el portal en tu estado, estás muy delicado ahora.
Sam se arrodilló y agarró los pies de su madre con los ojos llorosos.
—Por favor madre...yo...yo debo...debo ir... Alex...
Sam estaba tan nervioso que le era imposible decir una oración con normalidad, no paraba de temblar y de llorar.
Diego ya no pudo ver más y salió de la habitación, le dolía ver
Inari suspiró de alivio. Dejó de arrodillarse y por volvió a su sitio, aunque aún era incapaz de levantar la cabeza.—Doctora Zhi cuánto cree que le haga efecto la inyección que le puso a mi hijo?Zhi dejó de fruncir su rostro y se la veía menos alterada y molesta.—Unas horas, porqué?Eva frunció el ceño y chasqueó los dientes, endureció su rostro. Ella se levantó de su asiento con el rostro sombrío.—Me llevaré a mi hijo de vuelta, parece que sólo yo puedo asegurar su seguridad.Ella miró con intensidad a Inari al decir las últimas palabras, era como si la estaba echando en cara lo que pasó.Zhi también se levantó intentando persuadirla.—No creo que sea prudente que viaje en este momento.—Y cuándo será prudente, cuando se
Ella se puso en marcha junto con la gente que vino con ella, estuvieron atendiendo las heridas de Alexander durante media hora. Hasta que ella salió de la habitación donde estaba Alexander y fue a donde estaba esperando Sebastián. Cuando Sebastián vió que Mei había salido de la habitación se levantó y se acercó a ella. —Mei Mei cómo está? Mei negó con la cabeza, tenía una cara sombría. —Hicimos todo lo que pudimos pero fue demasiado tarde, las mordidas que recibió tenían un tipo de veneno que desconocemos. Sebastián se quedó helado con los ojos muy abiertos, no sabía qué decir o qué hacer. —De verdad siento que no se pudiera hacer algo. Mei volvió a entrar en la habitación, cogió su maletín miró a su familia que se veían muy triste
Coco seguía en shirakawa-go esperando saber noticias de su rey.A la mañana siguiente Hisoka fue a verla a su habitación.En este momento eran las nueve de la mañana, ella tenía unas enormes ojeras por estar pensando en dónde o cómo estaría su alfa.Seguía sentada en el mismo lugar desde anoche, no paraba de mirar la ventana esperando percibir sus feromonas hasta que escuchó.Toc Toc.Ella miró la puerta, luego percibió las feromonas. Entonces se dió cuenta quién estaba detrás de la puerta.—Adelante.Hisoka abrió la puerta y entró.—Buenos días señorita.—Buenos días—dijo Coco de una forma seca.Él not&oacut
Por otro lado Eva seguía sentada al lado de su hijo que seguía inconsciente, de repente su teléfono comenzó a vibrar. Ella tomó su teléfono que tenía en su bolsillo trasero, al mirar la pantalla se dió cuenta de quién era la llamada. Se acomodó, tragó saliva, luego suspiró, para finalmente contestar. —Aló. Su voz era algo ronca y apagada, hablar la costaba. —Buenas Eva, cómo está Sam? Eva suspiró con mucha fuerza, Ireri puso una cara triste al oír cómo ella suspiraba como si algo hubiera pasado. —Estoy preocupada abuela...no sé si mi hijo aguantará todo esto. La cara de Ireri cambió, ahora estaba mucho más sombría que antes. Como todavía no sabía nada de la noticia se temía lo peor. —Ha pasado algo? Eva agachó la cabeza, tapó su triste rostro con su mano, luego murmuró. —El rey...ha muerto. Esa noticia fue suficiente para que Ireri se espantara, abrió sus ojos y su tes se volvió pálida como el papel. Ya de por sí tenía un mal presentimiento desde que Sam vió a Mictlantecuh
Eva cargó en brazos a Sam y se lo llevó al despacho. El lugar había sido arreglado como había ordenado Eva. Habían apartado las cosas del despacho en una esquina, para así darle un poco más de espacio. El sofá negro seguía en el mismo lugar, por lo que Eva dejó que su hijo se recostara ahí. Sus hijos seguían en el mismo despacho, esperando el ritual que iba a realizarle a su hermanito. Más tarde Lupe apareció en su forma de lobo xoloitzcluintle, entró en la habitación y se puso en frente de Sam. En ese momento Diego y Zhi también aparecieron con las frutas y el maletín médico que había pedido Eva, él las dejó encima de la mesa y se puso al lado de Daniel y Damián, viendo lo que Lupe iba a hacer. Mientras que Zhi se puso cerca de Sam, al ser ella médico iban a necesitar sus habilidades. —Como no soy alfa como la abuela y soy joven no tengo sus mismos ojos ni habilidades, por eso no será tan profundo como la última vez. Primero suprimiré un poco sus feromonas para poder accede
—Puedes subirte en mi espalda, cruzaré contigo para que no te hagas daño. Sam frunció el ceño. —Quién me asegura que no lo harás para impedir que vea a Alex? Eva levantó su mano derecha como si estuviera en un juicio. —Te prometo que esa no es mi intención, prometí llevarte y eso haré. Él estuvo en silencio unos instantes dudando de si aceptar o no hasta tomar una la decisión. —Solo dime cómo he de hacerlo y así lo haré. Ante esa respuesta Eva abrió sus ojos, se mordió sus labios temblorosos. —Es peligroso, podrías poner en peligro a tus cachorros. Sam no respondió, sólo sus ojos se estaban volviendo oscuros como su le dijera a su madre que se lo diga o sufrirá las consecuencias. Eva captando la indirecta de esos ojos obedeció. —Debes controlar tus feromonas, si están en perfecto equilibrio y eres capaz de controlarlo a tu voluntad el puente te permitirá cruzar. Cada paso que pises formará una escalón, dependiendo de la cantidad de feromonas que tengas y el control que tenga
El árbol Yggdrasil seguía sin expulsando un líquido rojo como si también llorara por Sam.Sebastián miró a Eva para que hiciera algo, si Sam seguía en ese estado tan inestable y alterado acabaría matando a todos.Eva se cubrió con sus propias feromonas como si fuera una armadura, de esa forma iba a poder acercarse a su hijo sin que muriera en el intento.Caminó lentamente, sin quitarle los ojos a Sam.—Escucha Sam, debes ser fuerte por tus cachorros...Así que por favor suprime tus feromonas.Sam ya no era capaz de oír nada, lo único que tenía en su cabeza eran los recuerdos de cómo Alexander fue asesinado delante de sus narices sin poder hacer nada, y ahora el recuerdo de su cuerpo inerte delante suyo.Los animales guardianes también se estaban alterando, sentían lo mismo que su reina. Gritaban y lloraban con él.—Sam...por favor.Eva seguía insistiendo pero su hijo ya no estaba en su sano juicio, sólo quería extinguir ese dolor que le estaba matando por dentro.Sus feromonas cubrieron
Sólo se reunía con ellos cuando iba a dejar a Sam a la universidad, de esa forma evitaba que sospecharan de ella, pero cuando dejó de hacerlo fue un poco más difícil.Cuando Sam decidió huir pensó que era una oportunidad que no podía dejar escapar, por eso le ayudó.Y cuando vió lo feliz que estaba su hermana por tal noticia pensó que estaba haciendo lo correcto, con tal de ver a su hermana sonreir de nuevo valía la pena.También hizo varias cosas más que afectaron a Sam, como cuando Ben le llevó a la universidad sabiendo que esa orden era para ella, o cuando le habló de cierta manera cuando él fue a la discoteca con sus hermanos y Diego.Ella sabía mejor que nadie lo posesivos y celosos que eran los Licaón con los omegas que querían, por eso siempre procuró detonarlo.Cualquier cosa por pequeña o insignificante que pareciera a los ojos de cualquiera, para un alfa Licaón era muy grave.Para la grata sorpresa de Coco salió mejor de lo que pensó, Sam huyó de Alexander como quería, pero p