-Te voy a dejar algo muy claro, lo que pasó entre nosotros ahora me da igual porque no voy a desperdiciar mí tiempo con idiotec*s del pasado, realmente tú y yo no tenemos nada que hablar. —me encogí de hombros quitándole la pañalera. —entiendo que eres mi cuñada, pero te voy a tratar cómo me trates. -No sé si me gusta o me asusta tu sinceridad, solo quería disculparme y empezar de cero, sé que no nos conocemos lo suficiente, pero espero que estés dispuesta a dejarme ser parte de tu familia. —fruncí mi ceño mirándola y suspiré asintiendo despacio. —gracias Anahí, tomate tu tiempo, yo esperaré. -Está bien gracias por entender, lamento si soy tan brusca…nos vemos luego, la verdad prefiero irme mientras Nadia está aquí. —Alexa se puso seria y me interpuse frente a ella cuando caminó a la puerta. —antes de que bajes…tienes que saber que una niña está con ellos así que no deberías hacer una tontería. -¿Una niña? ¿es hija de Matt? —preguntó burlona e hice una mueca mirándola. — ¿lo es? ¿
*Narra Anahí* Llevé a la habitación que arregló mi papá especialmente para Mateo y salí al jardín para ayudar a los chicos a hacer su fiesta, no tengo muchas ganas de eso, aunque no quiero ser egoísta con ellos, también están estresados. En fin, en lo que esperábamos que llegarán algunas cosas que encargó papá, les ayudé a preparar la botana porque cuando Marcus e Iván se ponen a cocinar nadie más puede tocar lo que hacen. Después de un rato de tener esa conversación por teléfono con Matt me fui a poner mi traje de baño y al estar lista bajé llevando el monitor de bebé al igual que unos lentes de sol, creo que son de alguno de los chicos. -Tu madre y hermanos vendrán en una media hora más o menos. —dijo mi papá cuando me senté cerca de él. —no me mires así, te hará bien que convivas con ellos, ya lo hablamos. —no dije nada solo me recosté en la silla colocándome los lentes de sol. Cuando llegaron las mesas, bebidas y más comida, ellos se encargaron de acomodar todo. — ¿Quieres contar
Al día siguiente de la fiesta Matt me llevó a comprar la casa, al principio se negó a que yo le diera una parte, pero no le quedó de otra que aceptar. Ya han pasado casi tres semanas desde que estamos viviendo juntos en esa casa y ha sido un poco complicado porque Mateo ha estado algo inquieto, Denise casi todas las noches duerme con nosotros abrazando a Matt, pero a mí me patea, lo peor es al cuidarla en las tardes cuando sale de la escuela, hace berrinches todo el tiempo hasta que Matt llega de trabajar. Por suerte ahora está en la escuela, aunque no falta mucho para que llegue y empiece a lloriquear, es más fácil lidiar con un asesino que con Denise, en fin, fruncí mi ceño al escuchar mi celular. -Hola cariño, necesito que me hagas un favor. —dijo Matt en cuanto conteste la llamada. —tengo una junta y necesito que vayas por Denise, ¿puedes hacerlo? Ya le avisé a maestra que vas a recogerla. -Está bien, no te preocupes yo iré por ella, igual Carmen está aquí así que se puede quedar
Les pedí que me dejarán sola en el jardín tratando de respirar, aunque con el dolor en el pecho era complicada. Tenía los ojos cerrados y los abrí al sentir unas manos sujetarme de las mejillas, las lágrimas hacían que mirara a Matt un poco borroso. -Tu padre me llamó para explicarme lo que pasó, vine lo antes posible. —dijo limpiando mis lágrimas y aunque trate de hablar mi voz no salía solo sentía ese nudo en la garganta. —todo estará bien…jod*r estás temblando. —él se sentó a mi lado abrazándome. -¿Sabes lo que significa esto? —murmuré mirando el suelo. —si volvió a engañarnos con su muerte…m*****a sea…tu, Denise…Mateo, por esta clase de cosas no tenemos familia, solo es venganza tras venganza y… —mordí mi labio con fuerza levantándome. —debemos separarnos, no te voy a arriesgar de nuevo menos a esa niña o nuestro hijo, tú te quedarás con ellos por lo menos hasta que lo encuentre y con seguridad al máximo. -¿Qué? No, eso no pasará, cariño no te voy a dejar sola, eso de alejarme c
Al bajar al sótano busqué mi maleta por todos lados, pero no la encontré, ¿dónde están mis cosas? Estaba segura de que la guardé en el estante de arriba para que Denise no pudiera alcanzarla, bufé regresando a la sala acercándome a la mochila de Jasón sacando un par de armas tratando de no hacer ruido y regresé a la habitación sacando ropa del closet. Entré al baño cambiando mi ropa por unos jeans negros, una blusa de manda larga, botines estilo militar, escondí una navaja en el botín izquierdo, por último, me puse los guantes. Al terminar bajé de nuevo revisando que siguieran durmiendo y caminé a la cocina para salir por la puerta del jardín. -Si piensas irte sola tendremos muchos problemas. —me sobresalte cuando estaba a punto de abrir la puerta y me giré mirando a Jasón. — ¿a dónde iras? La última vez no… -Ya sé lo que pasó la última vez, lo sé, no tienen que recordármelo, al próximo que lo haga le daré una patada. —posé mis manos en su pecho apretándolas en su camisa. —por favor
La lluvia se intensificó mientras los dos estábamos frente a frente sin decir nada, él dió un paso hacia mí sacando de su chaqueta un celular y me lo entregó, al tomarlo me estremecí por el aire frío. -Llama a tu jefe para que me devuelvan mis cosas y podrás irte...no me volverás a ver nunca más, esto termina aquí, pero los dos con vida. —fue lo único que dijo y mordí mi labio con fuerza apretando el celular en mi mano. —hazlo ya, no tengo mucho tiempo. -No te creo...no podría dormir sabiendo que sigues con vida. —murmuré limpiando un poco las gotas de lluvia en mi cara, pero mi blusa estaba empapada así que no sirvió de mucho. —me hiciste miserable, tener miedo a todo, me hiciste sufrir por tu ambición y sé que no te importa, pero te lo tengo que decir para poder seguir con mi vida...no te perdono, jamás lo haré, no tengo porque sentirme mal al no hacerlo, pero si me perdono a mí por no hablar cuando era una niña, por creer que todos pensarían que era mi culpa, por castigarme, por c
Seguramente se preguntan quién soy...bueno eso es fácil de explicar, mi nombre es Allison Williams, tengo 25 años, mi color de cabellos es castaño, ojos verdes, mido 1.62 y tengo tatuajes en la mayoría de mi cuerpo, pero el punto aquí es que justo ahora estoy siendo arrastrada por mi amiga Jane, hemos ido a casi todas las tiendas del centro comercial...ahg esto es un fastidio y todo por mi "nuevo trabajo" cosa que ¡YO NO QUERÍA! Bueno sé qué sino quiero un trabajo no tengo porque ir, pero no conocen a Jane, es irritante, así que prefiero aceptar y dejar de discutir porque si no acabaría muy mal, ya en unos días pues renunció y vuelvo a mi rutina de siempre, aunque me arrepiento de haber abierto esa puerta. *FLASHBACK* -¡¡¡Allison abre la puerta en este instante!!! Lo que me faltaba mi adorada amiga despertándome justo cuando tengo un dolor de cabeza de los mil demonios. Me levanté refunfuñando al mirar la hora en mi celular, ¿en serio? ¡Son las 2 de la tarde y me viene a molestar, j
Me desperté gracias a mi despertador personal…Jane ¡Jod*r! La m*****a voz de Jane se oye en todo el departamento, por lo que no me quedo de otra que levantarme de mala gana, revisando la hora... ¡Jod*r son las seis de la mañana! Dejé el celular en la cama porque si no soy capaz de estrellarlo en su cabeza y camine a la puerta. -¡Para ya! Voy a abrir la puerta, no me vayas a golpear. —le dije abriendo la puerta despacio mientras asomaba mi cabeza poco a poco. -Que graciosa, que boba eres... —me sacó la lengua y me hice a un lado dejándola pasar. -Como sea, ¿qué haces aquí tan temprano? —cerré la puerta en cuanto ella entró y caminé al sofá frunciendo levemente el ceño. -Porque sé que no te ibas a levantar temprano, así que ahora ve a bañarte en lo que preparo el desayuno. —rodé mis ojos y ella camina a la cocina. -Si mamá, como órdenes. —bufé caminando a mi habitación, esto es raro para mí, mi desayuno siempre es a las dos de la tarde, sí…a esa hora me levanto. Entre a la ducha