—No debió decir eso —Anika se detuvo de golpe frente a la puerta del jardín, estábamos a metros de nuestros padres y el show mediático que estaba por empezar. —¿De qué hablas? —Decirle que me quiere, no es necesario hacer esta mentira más grande. Acordamos mantenerla para que mi padre me deje en paz, pero si usted quiere estar con la señorita Danna… —Lo que dije no es mentira, Anika. Ella no puede jugar conmigo y no escuchaste todo, así que… —No escuche todo, es cierto. Pero sus ojos no mienten, usted la ama. —Si, la amo. Pero también debo pensar en mi. Anika no dijo nada más, aunque era obvio que quería hacerlo, tomé su mano con delicadeza y le sonreí. —¿Lista? —¿Usted lo está? —Solo espero que tu padre no me muela a golpes. Su risita tierna y casi indetectable me gusto, me estaba comenzando a gustar mucho esa risa tierna que decía mucho de cómo ella se sentía. —No dejaré que eso suceda. —¿Segura? —Si. Cuando entramos de nuevo a la casa, todo se quedó en silencio, el pa
Estaba dando vueltas sobre la cama, Anika estaba en el baño tomando una ducha de agua caliente, ¿qué pasaba conmigo? Nada. Y sin embargo me sentía extraño. Muchas preguntas atacaban mi cabeza en una sola noche. ¿Por qué me había besado? ¿Por qué su padre la dejó en medio de la nada? ¿Por qué Danna llevó su mentira tan lejos? ¿Por qué me había gustado el beso de Anika? Escuché que el sonido del agua se detuvo y las cosas en el baño se movieron, luego salió ella envuelta en el albornoz blanco y pesado, con su nariz aún roja y sus ojos igual, no había parado de llorar. —No tengo ropa de mujer, pero una camisa y unos shorts serán suficientes. —Puedo dormir con el albornoz —mordió sus labios—. O puede dejarme ir a casa, quiero dormir en mi cama. —De ninguna manera, descansa, mañana en la mañana con la lucidez que te proporcione el día, podrás ir a casa y continuar con tu vida. —Ismael, mi vida no se va a detener por que mi padre… —¿Por qué te dejó allí en medio de la nada? —le pr
Mis amadas lectoras, siento mucha pena con ustedes por este problema. Pero definitivamente mi computador no dio más. Se colpaso e intente subir los capitulos desde mi celular, pero la verdad no fue facil como pudieron darse cuenta.Ayer en la tarde noche, pude al fin comprar un nuevo computador, con mucha tristeza, porque están muy costosos, jajajajaja, pero ya desde hoy, espero que los últimos 3 capitulos y este les queden editados y los puedan leer de largo. Lo único que deben hacer es ir a su configuración, borrar el cahche, cerrar la app. OJO, NO CIERREN SECIÓN, y volver a entrar, para que les cargue los capitulos completamente, espero que mi editora, que es un amor de persona, pueda autorizar los cambios totalmente hoy sin mucha demora. Agradezco su apoyo y comprensión.Por otro lado, quiero que estén pendiente de mis redes, si están leyendo el libro de MENTIROSO AMOR, ya que en breve estaré ahciendo un concurso para darles un lindo regalo, deben seguirme para poder participar.
—Quiero irme —la voz de Anika me hizo regresar a la realidad.—Anika, lo siento. —Lo que me molesta es que puede amarla, puede ir tras ella, pero no lo hace. Eso no es cobardía, es orgullo y el orgullo es dañino, trae soledad y arrepentimiento.—Yo no puedo… —¿Por qué no puede? —Tenemos muchas cosas en contra.—Ismael, lo único que está en contra de su relación con la persona que ama es usted, nada más.—¿Por qué me besaste? —era la pregunta a la que quería darle forma, quería una respuesta y por eso la hice tan abruptamente.—A-anoche se lo dije, fue un impulso.—¿Por qué me besaste? —me acerqué a ella peligrosamente, sabía que no era verdad, pues un beso por impulso no se sentía de esa forma, no se daba de esa forma. —Ismael, yo… —continuó retrocediendo y yo avanzando sobre sus pasos—. Deténgase, por favor.—Dime la verdad, ¿por qué me…—Porque me gustas, me gustas hace mucho tiempo, me encanta mirarte a los ojos y verte sonreír, porque me enamore y por eso no he renunciado a mi
—Ismael, no —Anika me separó de inmediato de su cuerpo, de sus labios, mi mano estaba enredada entre su roja cabellera. —Lo siento —dije con los ojos muy abiertos y sorprendido por mi actitud—. Tu sabes que no soy así de impulsivo, pero… yo quería repetir ese beso. —No me interesa lo que quiere, no lo vuelva a hacer. —Anika, me gusto. —El beso, no yo. Hay una gran diferencia en eso. Cerró la puerta delicadamente, porque así era Anika, delicada y sensata, no había rastro de poca inteligencia en esa mujer. Ordene el desayuno a la habitación y llego justo cuando ella salió con la ropa de la noche anterior puesta. —Pedí desayuno. —No tengo hambre. —No comes desde anoche. —No tengo hambre, Ismael. —Anika, lo siento. Come y te llevaré a casa. —No es necesario, vienen por mí. —¿Quién? ¿Tu padre? —dijo con sarcasmo, recordando lo que había hecho la noche anterior. —No. Se sentó frente a mí y tomó un pancake con café, lo comió lentamente sin quitarme la mirada de encima y detall
—¿Entonces todo ha sido una mentira?—No es lo que quiero decir.—Anika te confundio.—Si, pero no solo ella, toda la situación se ha convertido en un infierno para mí.—Eso te pasa por mentiroso.—Emma, no.—Ismael, si tu no cambias todo esto, si no dejas las mentiras a un lado, todo va a ser peor más adelante. Quiero que sepas que tus acciones causan más daño del que tus ojos ven.—¿De qué hablas?Mire al suelo, porque no podía decir nada más que eso. Tampoco valía la pena, pero me frustraba enormemente que ellos teniendo la oportunidad de amar, de ser felices, de hacer su vida como querían, no usarán la sensatez que la adultez les permitía para ser felices.Y yo que quería amar, me había enamorado de alguien que no tenía chance de nada con nadie. El conductor me esperaba en la puerta del hotel, como siempre con una sonrisa amable y palabras secas, tal vez si yo fuese una chica normal, una chica con poco dinero, pocas responsabilidades y una vida corriente en un campus universitari
—Está toda mojada —Derek colocó sobre mis hombros el saco de su traje. —No importa, me gusta. El frío hizo que mis huesos dolieran, mis manos temblaban pero cada segundo había valido la pena, mi madre llamó un par de veces hasta que ya resignada por mi mensaje de texto desistió de su misión. “Estoy bien, voy a pasar la noche con unos amigos”. Por supuesto que mi madre dejó de insistir cuando leyó la palabra amigos, ella nos conocía a Ismael y a mi mejor que a la palma de su mano, por lo que aquella simple palabra le dio un indicio de que estaba mintiendo. Yo no tenía amigos pues sólo contaba con Marc, su hermana Danna y mi hermano Ismael. Aunque tengo una personalidad irreverente y casi podría decirse que amable, para mi socializar con las demás personas es una tarea casi imposible. Así q ir entonces sin dudar al llegar a casa el interrogatorio de Alice sería amplio e insistente, mi madre era la mujer más tenaz que jamás había conocido, no descansaba hasta lograr su cometido. —S
—¿Qué haces acá? —lo miré un poco sorprendida y cansada.—Vine porque… Creo que debemos hablar.—No tengo tiempo ahora.—Anika, por favor.—Sam, tengo que hacer maletas, llamar a papá, tengo que… hacer muchas cosas.—Necesito que me escuches.—¿De qué hablas? Se puso de pie, se acercó a mí y me abrazó. Se veía realmente triste, contrariado, dolido. No sabía cómo interpretar esa actitud, pues Sam nunca antes la había tenido. —Voy a tomar una ducha y luego vendré aquí para que hablemos,—Si, te espero.Sam se sentó de nuevo en el sofá, pasó por un lado y me metí de lleno en mi habitación sin saber exactamente qué hacer, quería salir corriendo y refugiarme en mi soledad, pero también sabía que los problemas no se solucionan de esa manera.Tenía que renunciar y alejarme de Ismael, eso era un hecho.—Anika —Sam me llamaba desde la puerta. —Déjame en paz.—Por favor —su voz estaba cada vez más apagada.Suspire y deje que entrara a la habitación, había tomado una ducha rápida y solo había