— Escúchame bien Daría, no te atrevas a llamarme mamá de nuevo, yo solo tengo una hija y ella no es un monstruo como tú, mi mayor error fue intentar darte cariño, tratarte como una hija porque alguien tan cruel como tú no merece nada, porque nunca te conformas y por eso mi verdadera hija esta muerta. — Masculló Amelia llena de rabia, porque aunque antes amaba a Daría, nunca podría compararse con el amor que le tenía a Kiara que era su verdadera hija y como Daria era la culpable de que su hija ya no esté, el amor que le tenía se había convertido en puro odio, porque sabía que Daría si pudo hacer eso por celos, porque ella había notado que Daria siempre sentía celos de Kiara desde que eran una niñas.

Si Kiara era la mejor de la clase y ella no, pese a que estaban en clases diferentes porque Daría era mayor hacia un gran berrinche y si alguien decía que Kiara era muy bonita y no se lo decían a ella también, lloraba y muchas veces le pegaba a Kiara para desahogar su molestia y así un sin