Todos ven como las lágrimas abandonan los ojos de Isaac, y aunque quisieran, no pueden sentir pena por ese hombre que tanto daño le hizo a la reina.-Cecilia por favor…-Isaac, por favor tú…deja de insistir, no te aceptaré-Cecilia, no dejaré de insistir – dando media vuelta para marcharseCecilia apenas da un suspiro resignado, para luego bajar la vista hacia su hija y verla dedicándole una mirada – mi niña, Isaac no nos mereceLos días pasaron, Juan Andrés visitaba constantemente a Cecilia, le dejaba regalos, y halagaba su belleza, cosa que hace sonreír a Cecilia, pues se está dando cuenta de que las intenciones del marqués de Alba son sinceras…Pero también debe rechazar, los avances de Isaac, quien como el marqués envía regalos y cartas halagando a Cecilia, y Cecilia no sabe qué hacer al respecto…-Dios, ayúdame…-Doña Cecilia – ingresando a la habitación con una bandeja con una tetera – ¿Qué sucede?-Lorena, no sé qué hacer…tengo dos pretendientes…no sé por cuál decidirme-Su maje
Los días fueron pasando, en la catedral de la Almudena, se celebraron los matrimonios de los amigos de Cecilia, quien desde su trono observaba como estos contraían nupcias, todos podían observar como el cardenal bendecían los matrimonios, cuando la ceremonia terminara todos se dirigen hacia el palacio, en donde se celebra un banquete en honor de los dos matrimonios; todos disfrutan del evento, cuando ven llegar a Isaac quien se acerca a Cecilia, las miradas se posan en el hombre quien en el acto se hinca ante Cecilia, quien se sonroja de golpe…-Su majestad…-Vizconde Escalante…¿Qué desea?-Su majestad, usted sabe qué es lo que deseo de vuestra merced…-Vizconde…por favor basta, no voy a aceptarte…-Entonces me veré en la necesidad, de recurrir a medidas desesperadas- ¿Eh? – mirando al hombre con sus ojitos abiertos de par en par-Cecilia, si no te casas conmigo, te quitaré a mi hijaTodos quedan en shock…-¡¿Cómo te atreves?! – haciendo girar a Isaac-Duquesa del infantado…- ¿Cómo
Durante la noche, Cecilia tiene la compañía de sus damas y sus fieles custodios, quienes no se separan de ella, mientras en la mansión de Isaac, este está practicando tiro, porque sabe que Alejandro es un maestro de las armas de fuego, y él no quiere terminar muerto; no piensa dejarle el camino libre a Juan Andrés…-Hijo, tienes que irte a dormir, y descansar un poco-Madre…-Hijo, debes entender que hiciste mal ¿amenazar a Doña Cecilia?-No sé qué más hacer, madre…no quiero perderla ni a mi hija-Hijo, pero pusiste en riesgo su nuevo embarazoIsaac suspira resignado – nunca debí haberle hecho daño para empezarJimena apenas mira a su hijo, como toma su arma y dispara acertando a la botella de vino.Al amanecer los dos hombres están en el jardín real, ambos vestidos de forma elegante y con sus padrinos, Cecilia y Aurora están mirando el encuentro al igual que Jimena quien ha ido para ver a su hijo.-Bien caballeros, contaré hasta diez…y ustedes se alejarán diez pasos el uno del otro…y
Los caballos empiezan a andar a toda marcha, saliendo de Madrid para dirigirse a las aldeas cercanas a la capital, mientras en su habitación Aurora está atemorizada pues los custodios la están observando con ojos para nada discretos, y ella no sabe qué hacer…mientras que Fernando apenas contempla a Cecilia quien no le quita los ojos de encima y puede mirarlo con todo el desprecio del mundo…-Oh, vamos su majestad debería empezar por verme de forma más afectuosa-Nunca, me desgraciaste…¡nunca te veré con otros ojos!-Eso dicen todas, pero ¿Qué crees? Soy buen amante mucho mejor que el imbécil de Isaac…- ¡Cállate! – mientras sostiene a su niña que llora – ¡arruinaste mi vida! ¡¿y crees que te daré la posibilidad de ascender al trono?! ¡prefiero mil veces a Isaac antes que a ti!Fernando queda en shock, así que se acerca a Cecilia y batalla con ella para quitarle a Cristina – ¡dame a la bastarda!-¡Nunca, deja a mi hija! – soltándose el cabelloY así Cecilia apuñala a Fernando en la man
Los dos hombres se enfrentan, mientras que Juan Andrés se aleja con Cecilia en su caballo, los hombres de Isaac han dado con aquel sujeto que tiene a Cristina, y el hombre tiene la osadía de usar a la bebé como escudo, con la esperanza de poder escapar, pero no tiene ni idea de que por su espalda se acerca Alejandro con una daga en su mano, así que se acerca y toma al sujeto por el cuello y otro corre y toma a la bebé en brazos.-Ta voy a matar, no creas…tocaste a mi sobrina y planeabas violar a mi esposaEl hombre empieza a temblar.-Pero antes me dirás en dónde está Fernando Córdoba…-E…está hacia el norte, se quedó con Doña Cecilia y pensaba violarla- ¡Bastardo! – y así le corta el cuello al hombre – ¡tú, lleva a mi sobrina con mi suegro! ¡el resto vamos!Todos toman rumbo hacia donde está Fernando, cuando se cruzan con Juan Andrés y ven que en su caballo lleva a Cecilia, Alejandro baja de su caballo y corre hacia donde está su querida hermana.-¡Cecilia!- ¡Alejandro! – abrazando
-Cecilia ¿Qué harás?-Nada, Carlos de Baleztena no es nada mío – mirando a Alejandro-Ahora mismo iré a decirle a ese imbécil los deseos de la reina – dice Alejandro con una sonrisa burlonaAlejandro sale y se encuentra con Carlos, quien apenas observa a su sobrino acercarse a él, el hombre está expectante por saber la resolución de Cecilia, él quiere verla está sinceramente preocupado por ella, pero también sabe y reconoce que le ha hecho mucho daño a su pequeña…-Don Carlos…-Alejandro, mi hija…-Doña Cecilia viuda de Belmonte, declaró que usted no es nada de ella – Carlos queda en shock-Alejandro, por favor, quiero verlas…-Usted tendría mucho poder si tan solo hubiera sido misericordioso con Cecilia, pero ¿Qué hizo cuando supo que ese par de cerdos la desgraciaron?Carlos baja la cabeza y empieza a llorar, recordando el cómo se comportó con su hija, luego de saber que fue desgraciada…-Por favor, no puedo vivir si mi hija, sin mis nietos…-Esos niños no son nada suyo, Cecilia dir
Cecilia apenas da una sonrisa…-Ven mi niña – tomando de los brazos de Isaac a Cristina – cuando te recuperes podrás verla todo lo que quierasIsaac queda en shock…-Descansa – y así Cecilia se retira de la habitaciónIsaac da una sonrisa mientras lleva la mano a su costado – “Cecilia, gracias…por dejarme verlas”-¿Qué tanto piensas hijo?-En que debo sanar – mintiendo – madre quisiera escribir una carta-Enseguida traeré lo que necesitasY así Isaac escribe una carta a Cecilia, mientras en la noche se oficia el velorio y entierro de Carlos, y como muestra de perdón, Cecilia ordenó que Mateo fuera nuevamente enterrado en el panteón de los Baleztena en el mismo féretro de Carlos, para que así padre e hijo estuviesen juntos.Pero esa noche, Cecilia está con su bebé en brazos, cuando decide ir a ver a Isaac, así que toma a su bebé quien apenas succiona su manito y se dirige a ver a Isaac, quien apenas está con su madre colocándose una camisa limpia aunque sus heridas siguen doliendo…-Is
Al poco Juan Andrés ingresa a la habitación con las bebés en brazos, y las entrega a Cecilia quien da una sonrisa, pues sus niñas son idénticas, y se parecen mucho a Alfonso…Todo fue marchando en el imperio español, Cecilia cumpliendo la promesa a su esposo y a Mariana, cuidó del imperio reinando con mano dura pero con compasión y sabiduría, propios de una monarca excelente como lo fue ella.Algunos años después…Una pequeña niña disfruta de montar su pony, siendo guiada por su padre quien con una sonrisa, lleva a su hija por el jardín de su mansión, mientras que la abuela de la pequeña la contempla con una sonrisa…-Papi, mira soy una princesa-Lo sé Cristina, eres mi princesa – acercándose para tomar a su hija en brazos-Papi, papi…mami ya debió haber tenido a mis hermanitos – dando una sonrisa…-Seguramente, cuando ellos hayan nacido iremos al palacio- ¡Sí! – abrazando con fuerza a Isaac…-Señor Vizconde, alteza real – acercándose a padre e hija- ¿Qué pasa?-Se les requiere en el