"Estamos saliendo de la reunión, todo salió perfecto, ¿Quieres venir con nosotros a celebrar?"
"Tal vez para la próxima, estoy algo ocupado"
"Sigues molesto conmigo?"
"Que disfruten"
No pude evitar la mueca que se me formó en la cara ante su respuesta.
Al parecer si seguía molesto conmigo, y con mucha razón.
― ¿Lo esperamos o no viene?
Volteé a ver a Eli, quien estaba a mi lado derecho. Nos encontrábamos de camino a uno de los restaurantes de sushi más exclusivos de la ciudad. Celebraríamos que, a lo ejecutivos de Adidas, les había encantado la presentación.
―No viene―Respondí guardando el teléfono en el bolso.
― ¿Sigue molesto contigo? ―Preguntó Alex desde el asiento delantero de la camioneta.
―No es que quiera hablar contigo―dijo Eli al amigo de Mark― Pero, ¿Por qué está molesto con ella? ¿Acaso no hay una regla que imp
―Todavía sigo sin comprender la razón de tu insistencia para traerme a tu asistente conmigo, Mark.―Porque tu asistente está enfermo y la mía no conoce México, Kristos. Por eso.―Sabes que me puedo defender solo en estos asuntos, tu asistente lo único que puede hacer es entorpecer las relaciones de Be productive con esa agencia de viajes.Lo miré molesto por unos instantes.
― ¡Olivia! ― ¡¿Qué?! ― ¿Has visto a Faith? ― ¡Te dije que estuvieras pendiente de ella, Richard Marcus Sanders! ¡Estoy cambiando a Joy! ― ¡Estaba ocupado! ¿Bien? ― ¡Si! ―Prosiguió ella sabiendo que no lo había estado― ¡Candy Crush de seguro ocupó todo de tu tiempo! No pude evitar la mueca de fastidio que mi boca hizo. Tenía una nueva adicción y se trataba de ese estúpido juego, y claro, Olivia lo había descubierto, y ahora cada vez que me distraía con ello o perdía a alguna de las niñas ―o a las dos― ella decía siempre lo mismo: ¡Suelta el teléfono y encuentra a las niñas! Fui habitación por habitación, evitando la de las gemelas, porque ahí se encontraba mi mujer, hasta que un ruido proveniente de la nuestra llamó mi atención. Me asomé silenciosamente a ver con qué me encontraba, pero increíblemente, no había nadie. Me volteé para irme, cuand
La siguiente entrega de la serie Volverlo A Intentar. ALEX. Sé testigo de cómo Alex Hardy pierde la cabeza con una tierna y muy inocente mujer. ¿Quién diría que el destino de Alex Hardy, se encontraba en una isla desierta del Atlántico? Pero lo descubriría de la manera más increíble, al meterse en los asuntos turbios de Diego Gómez para luego despertar en una remota isla en el medio de la nada, y con una desconocida de aspecto angelical sobre él, mirándolo con extrema curiosidad. Por supuesto, no se trataba de ningún ángel celestial ni nada por el estilo, sino del mismísimo demonio. Por lo que pronto descubriría que tener a Abigail ward a su lado, era sinónimo de peligro con letras mayúsculas.
Nos encontrábamos mirándonos incómodamente unos a los otros alrededor de aquella mesa de reuniones.Ese lunes en específico, nos habíamos reunido para debatir una serie de puntos en lo referente al negocio, y como el CEO de la empresa y representante de la misma, tenía que prescindir los debates que se llevaban a cabo en ese instante.Por ejemplo, uno de los puntos a discutir ese lunes era la reunión que tendría lugar el día de mañana, con los representantes de la empresa de publicidad que se haría cargo del desarrollo de la campaña publicitaria del nuevo catálogo de vinos que el viñedo de mi hermano Matt, quien se encontraba presente en el grupo, había desarrollado.Cabe destacar, que mi hermano era nuevo en el área del comercio ya que siempre había utilizado su vino para consumo personal, pero gracias a un inversionista que hace poco hab&iacut
Para ser un lunes por la noche, el bar de la esquina se encontraba lleno, logré encontrar un lugar en la barra al lado de un tipo que al parecer ya llevaba varias horas bebiendo y lucia cada vez más desesperado.Echando una mirada alrededor, pude notar que la mayoría de los clientes cargaban la camiseta de losKnicksy al alzar la mirada hacia una de las tantas pantallas que había en el lugar, supe que jugaban con los Bullsy que desafortunadamente, Nueva York se iba a hundir en una nueva depresión al perder su equipo predilecto.Tal vez por eso no se escuchaba ni la más mínima respiración en el bar, todos pendiente de los últimos minutos de juego y de beber.―Harry, esta es la última copa que te sirvo― dijo una sensual voz desde detrás de la barra, haciendo que mi vista se dirigiera a donde esta se encontraba, para toparme con una espectacular y curvil&
Apenas salí del baño, sentí que una mano se posaba en mi hombro. Pensé que se trataba de mi amante facilitador del mejor orgasmo de mi vida, pero al voltearme me encontré con la iracunda cara de mi hermano menor a escasos centímetros de la mía. ― ¿Tienes idea del tiempo que llevo esperándote en este lugar? ― Vaya saludo. Seis meses sin vernos y seguía igual de efusivo. ―Bueno, hola a ti también, Jonny― dije sarcástica, lo que al parecer le hizo caer en cuenta y me abrazara. ―Perdón― expresó apoyando su mentón sobre mi cabeza. Había crecido tanto de la noche a la mañana― Elizabeth dijo que habías estado buscando señal en tu chiste de teléfono por todo el bar hasta que le dijiste que ibas al baño. Quería a mi amiga, pero en esos momentos sentía que la idolatraba con toda mi fuerza, le agradecía con el alma que no soltara la lengua a mi pobre hermanito de que me había desaparecido con un desconocido por un rato, aunque después de to
―Señor, disculpe que lo interrumpa, pero ya son las diez― escuché que me decía Nina por el Interfono. ― ¿Y qué quieres tú que haga yo? ― Ladré. ― ¡Que te vayas a tu puta reunión! ―exclamó de repente, y no pude evitar el shock que me produjo el haber escuchado a mi tímida secretaria al hablarme así―Perdóneme señor, es que... me ha hecho exasperar. Por favor, no me despida, tengo una casa que mantener, un gato y trillizos y... ―Nina―la corté en cuanto salí de mi estupor, escuché que apenas si pronunciaba un leve y siseante¿sí? ― Tómate el resto de la mañana libre... y ¿Nina? ―otra vez la misma respuesta― perdóname por ser tan cabrón contigo hoy. No esperé respuesta, sabía que mi asistente ya había corrido hacia los ascensores para escapar lo más rápido de mí y de mi mal humor. No podía culpar a Nina por salirme con tan grosera respuesta, había comenzado mi día laboral con mal pie y había estado pag
―Nicholas Spark.― ¿Qué? ― pregunté saliendo de mi estupor.―Si... Esa es la única respuesta lógica que te puedo dar― dijo Eli con mirada pensativa.― ¿Sobre qué? ―ahora aparte de nerviosa, también estaba confundida, por un lado, estaba el hecho de que me había acostado con Mark, ¡con mí Mark! Y por el otro estaba mi amiga con sus divagaciones sobre escritores de novelas.― ¿Ese manganzón que se fue haciendo mejor escena de drama que enAmérica's next top model,era el Mark de tu adolescencia?―Si.―Ese, ¿qué te la metió por abajo y casi te la saca por arriba?― ¡Elizabeth Mill! ― exclamé escandalizada, mirando hacia todos lados en la sala de junta esperando a que nadie nos hubiese escuchado, pero en el lugar habíamos quedado solamente nosotras dos desde que nos dejaran a