MalúEl médico entró y me dijo que podía quedarme unos minutos, pero que evitara que se agitara demasiado porque la operación era un poco delicada. En cuanto entré en la habitación me acerqué a la cama y pude verle con más detenimiento. Su rostro perfecto estaba lleno de moratones. Tenía la cabeza y la cintura vendadas, el cuerpo lleno de moratones y partes moradas. Estaba tan pálido, conectado a innumerables aparatos... Cogí su mano y la estreché entre las mías. Me dolía el corazón y se me estrujaba al verle tan mal. Por mucho daño que me hubiera hecho, nunca querría verle sufrir, y mucho menos morir. Seguí cogiéndole la mano y me acerqué un poco más, susurrándole al oído.- Vin... Estoy aquí contigo. No me iré de tu lado hasta que te recuperes, te lo prometo mi amor... -dije entre lágrimas que ya rodaban por mi rostro sin control.Besé ligeramente su mano y sentí como apretaba un poco la mía. Mis ojos se abrieron de par en par al verle abrir los ojos lentamente. Mi Vincenzo estaba r
Malú1 semana después.Al cabo de una semana por fin le darían el alta, volvería a casa y empezaría de nuevo su vida. Durante esa semana durmió y sólo volvió a despertarse el día de la salida, los médicos dijeron que era normal, que sólo se había despertado unos segundos, pero que luego volvería a dormirse debido al golpe en la cabeza, así que no nos preocupamos y fuimos a verle todos los días.Estos últimos días apenas podía dormir, dormía en un sofá del salón donde estaba él, pero el sueño no llegaba. Estaba hecha un desastre, el pelo despeinado, ropa sencilla, sin maquillaje, incluso tenía algunas ojeras... Realmente necesitaba una buena ducha y no de esas apresuradas que me daba aquí en el hospital. Necesitaba una buena noche de sueño y también un buen plato de comida.Estaba recogiendo mis cosas para irme cuando Vincenzo se despertó.- Hola, ¿cómo te encuentras hoy?...", le dije.- Hola... un poco adormilado, pero estoy bien. - responde- ¡Qué bien! Hoy te vas a casa...- Por fin
MalúPasamos un día muy bueno, me lo pasé como hacía tiempo que no me lo pasaba. Después del agotador día llamé a Vincenzo y le dije que necesitaba descansar. Aceptó inmediatamente, Enzo le ayudó a ir a su habitación y yo me fui enseguida.- ¿Se está bien aquí hermano? - preguntó Enzo, sentándolo en un sillón.- Sí, hermano. Gracias. Pronto estaré mejor y te aliviaré de este papel de portador de peso muerto. - dijo Vincenzo sonriendo- ¡Eso es! Para eso están los hermanos, para ayudarse mutuamente. Si me necesitas, llámame. - dijo Enzo saliendo de la habitación.- Malu... - Hablo Vincenzo.- Hola... ¿Te traigo algo? - Dije viniendo del baño.- Creo que ya podemos hablar, tengo muchas preguntas que hacer... - dijo.- "Sí, claro, pero primero te ayudaré a darte una ducha y luego a acostarte.- ¿Me vas a ayudar en el baño? - pregunta asombrado- Sí, ¿por qué? ¿No quieres que te ayude? - pregunto mirándole- 'Bueno... no sé, ¿vas... a verme sin ropa? - dice asustado y yo intento no reírme
VincenzoUn libro en blanco... así estaba mi mente después del accidente que sufrí. No recordaba nada, ni siquiera aquel accidente, pero al menos estaba vivo. Me desperté en el hospital con una chica preciosa a mi lado llamándome Vin, se llamaba Malu, y para mi sorpresa era mi prometida. Pero, ni siquiera recordaba mi nombre cómo iba a recordar a una prometida... tenía padres y un hermano, también tenía una amiga que conocí hoy aquí en mi supuesta casa, también había una señora que trabajaba aquí y me conocía desde pequeño... mi vida parecía perfecta, con mis padres, mi hermano, mi prometida, pero no recordaba nada de eso. Sólo sabía lo que era cada uno porque me lo decían, ninguna cara me era familiar, así que tendría que volver a conocer a todo el mundo. Pero lo que realmente me interesaba era saber sobre mi relación con mi prometida, ella es hermosa por supuesto, pero es como si no la conociera, como si fuéramos dos extraños, necesito saber sobre nuestra relación, nuestra vida, cóm
Vincenzo 1 mes despuésAl cabo de un mes estaba bien, podía andar por mi cuenta, las heridas habían cicatrizado, volvía a estar como nuevo, pero seguía sin recordar nada, nada de nada....Mientras estaba en reposo sin poder andar, Malú y yo no podíamos hacer cosas que hace una pareja normal. Como salir a cenar o a bailar, ir a sitios que nos gustan juntos, esas cosas... en todo este tiempo no hemos tenido ninguna relación más intensa, aún no nos hemos intercambiado ningún beso, abrazo o cariño, y yo estaba cansado de esperar eso porque era lo que quería desde la primera vez que hablamos. Porque era guapa y me atraía mucho, no quería esperar a estar con ella sólo cuando me acordara de algo, la quería ya.Mis padres y mi hermano me ayudaron mucho, siempre queriendo ayudarme a recordar, contándome muchas cosas... Isabela también, era mi amiga según mi familia y siempre hablaba de lo que hacíamos en la infancia y adolescencia con su hermana Rafaelly. También me enteré que una vez fuimos
MalúEl último mes pasó tan rápido que ni me di cuenta, las cosas estaban tan bien en casa y parecía que el infierno que pasé nunca existió... Vincenzo era otra persona, tan amable, comprensivo, tranquilo y alegre. Para mí podía quedarse sin recordar nada durante toda su vida, porque era mucho mejor para todos nosotros.En aquellos dias solo hablabamos, no intercambiabamos cariños, besos y no haciamos otra cosa que hablar mucho de nuestras vidas.... Sin embargo, seguía descansando, pero ahora está bien, totalmente recuperado. Puede caminar y hacer todo por sí mismo.Hoy quiere llevarme a pasear y tengo mucha curiosidad por saber adónde vamos. Confieso que estoy muy contenta y ansiosa, porque ahora se está convirtiendo en el Vincenzo que tanto soñé, que siempre quise que fuera.Después de una ducha me fui a preparar, porque hoy tenía una sesión de fotos.Al terminar bajé a la cocina a tomar café.- Buenos días... - le dije a Lena.- Buenos días Malu... - sonrió ella.- ¿Vincenzo tomó c
MalúAl llegar a la empresa, no sabía ni qué hacer ni por dónde empezar para enterarme de nada..."¿Ha sido buena idea venir aquí?". - Pienso para mis adentros"Pero, si he llegado hasta aquí, entonces debo seguir y por fin encontrar la manera de evitar que Vincenzo averigüe algo sobre su vida antes del accidente y así evitar que se convierta en el monstruo que era antes", pensé para mis adentros.Respiro hondo y me meto en el ascensor, subiendo a la última planta, donde estaba aquella reunión de hace meses, para intentar hablar con alguien.- Hola, buenas tardes señorita, me gustaría hablar con el señor Vincenzo Torricelli. ¿Está aquí? - pregunté a la recepcionista.- Lo siento, señorita, pero el Sr. Vincenzo no está... ¿Puedo ayudarla en algo más? - me dijo.- ¿Y no tiene a nadie más con quien pueda hablar? ¿Alguien que se ocupe de las cosas de Vincenzo? - Pregunto- Bueno, sí, lo hay, pero está en una reunión, si quieres esperar. - dice ella- Vale, esperaré. - contesto mirando a m
VincenzoDespués del agotador día que pasé visitando los restaurantes, por fin llegué a casa para descansar un poco antes de salir por la noche.Estaba agotado, hoy he forzado mucho mi mente intentando recordar las cosas que me enseñó el personal, pero para ser sincero no he podido familiarizarme con nada de ello, pero poco a poco tengo que volver a mi trabajo ya que es lo que solía hacer.Fui directamente a mi habitación y me di una ducha fría durante casi treinta minutos. Necesitaba relajarme, luego me puse unos pantalones cortos para dormir y me tiré en la cama boca abajo para descansar un poco. Me pesaban los ojos, tenía un sueño de muerte y me dormí sin darme cuenta.********- Así es como deberías vestirte cada noche...- Sí jefe ...- Pronto te acostumbraras... escucha, lo que paso hoy no pasara nunca mas.... El maquillaje lo oculta bien ...- Sí...- Sí... Encontraré la manera de resolver tu problema...- ¿Qué problema?- Ser virgen...- ¿Es un problema tan grande?- Sí, no so