Vincenzo

Al día siguiente salí pronto de casa y ni siquiera hablé con Malú. No me apetecía volver a discutir y era el mismo problema de siempre. Me limité a entrar en la habitación de nuestros hijos y darles un beso a cada uno. Poco después fui a arreglar unas cosas en mi empresa de construcción. Tenía que dejar a alguien que se ocupara de todo y me mantuviera informado de lo que allí ocurría, ya que yo no podía estar siempre allí para seguirlo todo de cerca. Así que me fui temprano a arreglar esto y luego me fui a ocuparme de la casa.

Todo el tiempo estuve pensando en la discusión que había tenido con Malú. Me cuesta demasiado tragarlo, sé que es una locura sentir celos de alguien que ya está muerto, pero los siento. Siento celos sólo de pensar que ella estará recordándole con esa gente, hablando de él, riéndose de las cosas que pasó con él, recordando los momentos de amor con él, me vuelve loca, no puedo aceptarlo... de todas mis obsesiones, Malú era la única que no podía superar.

E