MalúDespués de que Vincenzo se fuera al centro comercial con los niños, fui al orfanato con Lena y mi suegra? Siempre que pueden, me acompañan en estas visitas, lo cual está muy bien porque me hace sentir bienvenida, ya que no puedo decir lo mismo de mi propio marido. Vincenzo no sólo no me apoya en estas iniciativas benéficas, sino que además intenta insinuar que sólo hago todo esto porque no puedo superar lo de Lohan y porque aún siento algo por él. Y por si toda su obsesión con mi pasado no fuera suficiente, por supuesto antes de irse se las arregló para crear una aventura y problemas entre nosotros con sus palabras bastante inapropiadas, por no decir otra cosa....Lo peor es que esto casi siempre pasa cuando digo que voy a hacer alguna obra de caridad.... No porque no le guste que ayude a la gente, sino porque piensa que cada vez que lo hago le recuerdo a Lohan y se pone celoso.... Pero ¿cómo no me voy a acordar de mi perfecta jequesita?Lohan se pasó la vida ayudando a la gent
Domingo por la mañanaMalúCuando me desperté, me sorprendió el silencio que había en la casa, ya que tres niños no se llevaban muy bien con la calma y eso no era buena señal. Puse la mano sobre la cama y estaba vacía. Miré al otro lado de la cama y Vincenzo no estaba. - Pensé, saltando preocupadaAsí que me levanté rápidamente, fui al baño a asearme, me recogí el pelo en un moño suelto y bajé las escaleras hasta el salón. Miré en todos los rincones y los niños tampoco estaban... Fui a la cocina y Vincenzo estaba tomando café solo.- ¿Dónde están los niños? - le pregunté.- Buenos días a ti también, muñeca. En cuanto a tu pregunta, llevé a los niños con mi madre. ¿Recuerdas que hoy es nuestro día? - Dijo sorbiendo su café- ¡Buenos días, amor! Me preocupaba despertarme y no verte en casa. Había olvidado que hoy salíamos. ¿Pero ni siquiera me dejaste despedirme de ellos, amor? Oh querido... - Dije un poco triste, besando su mejilla- Se despidieron de ti muñeca, pero no es mi culpa que
Domingo por la nocheVincenzoMe desperté y ya era de noche... Malu seguía durmiendo tan estupendamente como siempre. Me levanté despacio para no despertarla y me vestí, dejándome sólo la camisa... soplaba un viento frío desde el balcón, así que cerré la puerta... me senté en un sillón como siempre y la miré dormir... y no pude evitar recordar lo que estaba pasando, la propuesta que tendría que aceptar si no quería ver a mi Malú y a mis hijos en peligro... Estaba poniendo en riesgo una vez más mi felicidad, mi vida, mi familia. Y sé que nunca me lo perdonarán si se enteran de lo que voy a tener que hacer, pero al menos estaré segura de que sólo lo hago por su bien, por el bien de mi familia.Mirando a Malú recordé el día que la conocí después de tantos años de ausencia... el día que me perdonó y volvimos a casa felices y locos por tenernos de nuevo... ese día que le pedí que fuera mi mujer, ese día que ella y yo empezamos de nuevo nuestra historia, sin mentiras, sin miedos y sin recor
Lunes por la mañanaVincenzoAl día siguiente me desperté muy temprano después de una mala noche de sueño. Había tenido varias pesadillas de madrugada con Marcus, y después de enterarme de la implicación de Rebeca, todo empeoró. Necesitaba ponerle fin cuanto antes o acabaría volviéndome loca para siempre. Puse la mano sobre la cama en busca de mi muñequita, pero Malú ya no estaba tumbada a mi lado, si es que alguna vez lo estuvo. Después de la discusión de ayer, no dudo en absoluto de que se fuera a dormir a la habitación de invitados. Y si ya estaba despierta, habría sido por un motivo muy importante. Así que me pareció muy extraño, porque era demasiado temprano para que estuviera despierta y la mayoría de las veces yo siempre me despertaba antes que ella...Me levanté y me di una ducha rápida, hice mis necesidades, me recorté la barba y luego me vestí para ir a trabajar, o al menos intentarlo. Porque estos últimos días eso está siendo cada vez más difícil. Pero antes de irme, y para
MalúCuando volvimos del hospital, le di a Livia su medicina y la dejé dormir. Gracias a Dios le había bajado la fiebre y pronto se pondría bien... Fui a la cocina y Lena estaba con Laura dándole el desayuno. Me acerqué y las besé a las dos. Ravi estaba sentado junto a ellas comiendo sus cereales con leche, que le encantaban. Le di un beso y me senté a su lado.- Gracias a Dios Livia está mucho mejor. Le ha bajado la fiebre... - dije sentándome a la mesa.- Eso es bueno Malu... La pequeña Laurinha ya estaba triste por echar de menos a su hermana, ¿verdad? - dijo Lena y Laura asintió con la cabeza.- Tu hermanita está durmiendo ahora, mi amor, cuando despierte vas a ver que está bien, mi linda, no estés triste... - Dije- Está bien mamá... - Dijo ella.- ¿Hoy no voy a la escuela, mamá? - Ravi pregunta- Tú no mi amor, sólo Laura porque estudia por la tarde. Con tanta prisa, por desgracia no hemos podido llevarte, pero mañana, si Dios quiere, todo volverá a la normalidad. Entonces volve
VincenzoVolví al trabajo después de ir a casa a ver cómo estaba Livia, que gracias a Dios está mucho mejor... Tenía muchas cosas que arreglar por aquí, pero al menos conseguí hacer algunas cosas urgentes a tiempo. Como, por ejemplo, el retraso de los materiales de construcción, así que tengo una cosa menos de la que preocuparme.Ahora sólo me queda esperar a la noche para saber cómo será mi vida a partir de ahora. Si seré capaz de conciliar mi trabajo aquí con el miserable trabajo que voy a tener que hacer de nuevo. Y aún tengo que averiguar si seré capaz de seguir ocultando todo esto a mi casa y, sobre todo, a mi familia.Sé que voy a tener que esforzarme mucho para hacer todo esto, y también sé que voy a tener que hacer lo imposible para que Malú o cualquier otra persona no se entere de lo que está pasando. Pero me doy cuenta de que hago todo esto pensando sólo en ellos. Si estuviera solo en el mundo, no me importaría sufrir las consecuencias, pero están mi mujer y mis hijos a los
VincenzoMe desperté con mi muñequita acariciándome, besándome y acariciándome el pecho, haciendo que me excitara por completo. Y solo sus caricias fueron suficientes para hacerme feliz y saber que todo lo que he estado haciendo ha valido la pena por verla tan bien. Sé que ella se preocupa mucho por mí porque siempre estoy nervioso o ansioso, pero creo que todo esto terminará pronto y ella ni siquiera necesitará saber nada.- Buenos días, mi muñequita bonita... -dije, aún con los ojos cerrados y abrazándola.- Buenos días, cariño mío. ¿Te encuentras mejor? - me preguntó.- Mucho mejor, amor. Tu cariño siempre me renueva... -dije, besándole la frente.- Qué bien... Espero que hoy estés progresando en el trabajo, porque necesitas relajarte un poco. Demasiado estrés y nerviosismo no son buenos para la salud. - dijo ella.Y recordé cómo sería ese maldito día de hoy... volver a esa casa y tener que lidiar con los malos pensamientos que inundarían mi mente. Tener que ver todos esos lugares
VincenzoCaminar hasta esa casa me hizo sentir muy mal. Por mucho que intenté borrarlo todo de mi memoria, no pude. Todo por lo que había pasado y todo por lo que había hecho pasar a Malu volvía como flashes a mi mente. Y me estaba volviendo loca.Confieso que pensé que no lo conseguiría, paré muchas veces por el camino e incluso tomé muchos tranquilizantes, pero nada funcionaba. Mi cuerpo parecía no responder absolutamente a nada.¿Cómo podía ser?Sólo quería una buena excusa para no tener que ir allí, como que el coche se estropeara o que yo estuviera muy enferma. Pero nada de eso ocurrió, en realidad me sentía mal, pero era puro nerviosismo. Debía de tener la tensión por las nubes, porque sentía un dolor muy fuerte en la nuca y sudaba mucho. Y cuanto más me alejaba de aquel lugar, más se me aceleraba el corazón."No podía estar teniendo una crisis, no aquí sola, sin Malu para ayudarme..." - estos eran mis pensamientos todo el tiempo.Y desgraciadamente, al cabo de unos minutos, lle