Xavier se sintió un poco incómodo al ver la reacción de Tamara al abrir la puerta. No esperaba que fuese ella quien le abriera, trató de disimular lo mejor que pudo, la emoción que le produjo verla. Dio un paso hacia adelante y saludó a Lorenzo con una sonrisa.—Muchas gracias por invitarme, señor Castelli. Es todo un honor cenar con su familia.Lorenzo le dio una palmada en el hombro, como dándole la bienvenida a su casa.—No hay de qué, Xavier. Es un placer tenerte aquí con nosotros. Ven, vamos a la —mesa, ya nos van a servir la cena.La casa era grande y lujosa, con muebles elegantes y una decoración impecable.Cuando llegaron al comedor, Xavier se encontró con una mesa preparada para seis personas y vio unos gemelos jóvenes, los cuales le fueron presentados de inmediato por Lorenzo, eran hermanos de Tamara.Por su parte, la joven, no podía creer que de todas las personas en el mundo, su padre le diera por invitar precisamente a ese hombre a quien no podía sacarse de la cabeza, hab
Xavier ni se inmutó ante los gritos de Joel, ni siquiera se giró, como si el otro no existiera, se centró en Tamara y en la tensión de su cuerpo, incluso pudo darse cuenta de la palidez de su rostro, levantó la mano y acarició con suavidad sus mejillas mientras la consolaba, sin mirar a Joel.—Tranquila, te prometo que todo va a salir bien… no dejaré que te inoportune —declaró con voz suave tratando de tranquilizarla.No obstante, Joel estaba fuera de sí, primero, porque le molestaba que el hombre con quien estaba Tamara ni siquiera se girara para darle la cara, dos, ella ni siquiera intentaba correr hacia él para darle alguna explicación y tres, sus padres parecían bastante complacidos por lo que estaba ocurriendo.—Ustedes son unos padres alcahuetes que le toleran a su hija meter hombres a su propia casa para coquetear sin importar que es una mujer casada ¿Qué clases de padres permiten esto? —expresó.—¡Y tú eres el hombre más descarado que conocemos! ¿Te atreves a presentarte en nu
Joel miró a Lorenzo y tragó saliva al notar la seriedad de su tono, mientras lo veía acercarse de manera peligrosa.—¿Rendir cuenta por qué? —preguntó Joel tratando de evadir el tema.Lorenzo se acercó a él, mientras que Isabella se tapaba el rostro con la mano para no ver lo que iba a pasar porque conociendo a su esposo tendrían que recoger a Joel con pala.—Ya sabes por qué, eres un ser despreciable que te mereces el peor de los castigos, porque te atreviste a golpear a mi hija, y mal estaría yo si te dejara pasar esa afrenta —afirmó Lorenzo con tono autoritario. Joel miró al padre de Tamara y entonces se dio cuenta de que estaba hablando en serio, sintió miedo porque no quería ser blanco de su ira, trató de disculparse para evitar su furia.—Lo siento señor, no sé qué me pasó, yo no estaba en mis cinco sentidos, había tomado, pero pregúntele a Tamara, yo jamás le había levantado la mano antes, por favor no… —sus palabras se ahogaron cuando el padre de Tamara le colocó la mano en e
Lorenzo sintió un nudo en la garganta, sabía que no podía contarle nada a Isabella, porque enseguida daría la orden a los hombres de no dejar entrar a Xavier y él estaba seguro de que ese hombre podría hacer feliz a su hija.Aunque al principio se sintió molesto porque no les hubiera dicho la verdad, al pensar en frío se dio cuenta de que tenía razón, era difícil cuando tenías dinero saber quiénes te buscaban porque tenían un interés auténtico en ti y no por el dinero, además, tampoco es que eran cercanos o de confianza, para abrirse a ellos.Pese a nunca haberle mentido a Isabella, esta vez debía hacerlo, porque en verdad, mientras vio a su hija esa noche, pudo notar a esa antigua Tamara allí en la superficie, a esa que hacía bromas, que no le importaba lo que los demás pensaran de ella, necesitaba recuperar a su hija, y ese muchacho podía lograrlo, lo había visto también como la miraba y se atrevía a decir que lo hacía tal y como él miraba a su esposa.Así que estaba dispuesto a apo
Lorenzo se acercó a él preocupado y le dio la mano para ayudarlo a levantarse.—¿Te duele algo? ¿Te golpeaste duro? —preguntó preocupado.Xavier le dio la mano a Lorenzo, sintiéndose un poco avergonzado, hasta la ebriedad se le había quitado del susto.—¿El orgullo cuenta? Porque ese es el que más resultó golpeado con esta caída —dijo con sinceridad causando la risa del otro hombre, hasta que su conversación fue interrumpida por Tamara.—Vaya, una presentación bastante interesante, pensé que venías a cantar, pero al parecer venías a payasear —dijo entre risas desde el balcón.Xavier ignoró sus palabras y comenzó a revisarse la herida de la pierna mientras sangraba. Isabella se acercó y al verlo se preocupó, luego él intentó simular, pero era notorio que estaba cojeando.A la mujer le dio pesar por lo que le había hecho su hija, porque aunque en ese momento Tamara estuviera allí mirando con una expresión de inocencia en su rostro, como su madre la conocía bien y sabía que ella tenía qu
Xavier contuvo su enojo, controlando sus ganas de salir corriendo y buscar al desgraciado de Joel y golpearle el otro ojo para emparejarle la cara, aunque sabía que eso no sería suficiente para el hombre, quizás lo mejor era darle donde más le doliera y no necesitaba pensar mucho para saber que eso era el dinero.Se acercó más a Tamara porque ella estaba sumida en una pesadilla, su cuerpo sudado y una expresión de sufrimiento en su rostro.La tomó por los hombros y la sacudió con suavidad.—Tamara despierta… tienes una pesadilla —levantó su mano y tocó con suavidad una de sus mejillas para hacerla reaccionar.Ella abrió los ojos adormitada y se sorprendió al ver la imponente presencia de Xavier.—¿Qué haces en mi habitación? ¿Cómo entraste? No puedes verme —interrogó nerviosa tomando la cobija y cubriendo su cuerpo.Xavier miró su actitud puritana y un gesto de molestia se dibujó en su rostro.—¿Crees que no he visto cuerpos femeninos en mi vida? Si es así te equivocas desde que entré
El rostro de Xavier se convirtió en una máscara de absoluta frialdad, mientras apretaba los puños a un lado de su cuerpo, salió del balcón y corrió fuera de la habitación, bajando las escaleras de dos en dos mientras Tamara corría tras él tratando de alcanzarlo. —¡Detente Xavier! No lo enfrentes —le dijo Tamara con preocupación—, yo lo conozco lo suficiente, solo está buscando llamar tu atención para hacerse la víctima y atraer publicidad a su empresa, no caigas en su trampa. —¿Y qué quieres? ¿Lo dejó arrastrar tu nombre por el fango? A mí poco me importa lo que diga de mí, pero de ti no voy a permitírselo, ese hombre es el peor descarado del mundo ¿Cómo se atreve a hacer todo ese show cuando fue él quién te golpeó? —espetó molesto a punto de explotar tratando de controlar su fiero temperamento. —. Salgamos afuera y mostremos lo que ese desgraciado te hizo —expresó molesto tomándole la mano. Al momento de llegar a la sala, se encontraron también a Lorenzo tan furioso como Xavier.
—En realidad salí de Roma después que hablamos, me mandó tu mamá, quería que averiguara quien era la tal Tamara Castelli, estaba demasiado preocupada, temía que fuera una mujer como tu ex. —¿Y acaso le contaste lo que hablamos? ¿No puedes ocultarle nada a mi mamá? —inquirió molesto—, además, deberías recordarle a Gálata que crecí, no soy un niño, sino un hombre, para que anden persiguiéndome. —Al parecer no fue mala idea, porque aquí estás detenidos por golpear a unos reporteros. Y claro que sabemos que eres un hombre, pero también conocemos todo lo que sufriste cuando Laurent… —Xavier lo interrumpió y no lo dejó terminar. —No la nombres, ella quedó en el pasado… y no soy un jovencito enamorado que se va a querer morir porque una mujer lo deje —respiró profundo, se apretó el puente de la nariz—, mejor dejemos ese tema hasta allí y respóndeme, ya sé por qué estás en Florencia, pero ¿Qué haces en la comisaría? ¿Cómo supiste que estaba aquí? Su padre suspiró pesadamente antes de respo