Se entretiene en mis pechos dónde chupa como un hambriento, su mano se cuela en mi entrepierna masajeando mi boton de placer, me siento húmeda, me sobresalto al sentir la invasión de uno de sus dedos.

— Te voy a romper tan rico — Su voz es gruesa y ronca, y mi corazón tiembla con lo que dice, pero la neblina de placer que me rodea me hace responderle un escueto "si".

Comienza a bajar de nuevo por mi abdomen, sigue mordiendo y chupando con fuerza, doy pequeños grititos cuando duele, aún así no lo detengo...

Un segundo dedo me hace jadear y un tercero me hace gritar al sentir la presión en mi canal — ay Duele — digo cuando lo siento profundo.

— Es para que puedas recibirme, estás muy ajustada — Ay Dios, está pasando, mi conciencia que se encuentra en algún lado me grita que lo detenga, pero estoy envuelta en un tumulto de lujuria que solo me limita al disfrute.

Mis manos tocan sus hombros y la calidez que emite su piel no debería ser normal ya que su temperatura es alta.

Sus labios, d