CHASTITY
—Edmon Lebedev —dice Killian sin apartarse de mí.
Eso está bien por mi, de hecho, espero que lo corra, sin embargo, la cercanía del capo me hace sentir… segura. Por lo que no me bajo del papel de perra que estoy empleando, por el contrario, cruzo mi pierna haciendo que la apertura de la tela, muestre toda su desnudez a esplendor, los ojos del UnderBoss recorren mi piel y tensa el cuerpo.
—Killian Stolkov —espeta con dureza.
—Una reunión —el capo gira hacia mí—. Interesante ¿no lo crees?
El ambiente es pesado, no hace falta ver a Edmon para saborear su aura hostil, oscura.
—Por supuesto, veo que lo estás pasando bien al lado de mi prometida —dice el hijo de puta con voz grave.
EDMON Las cartas caen, los jugadores hacen su primer movimiento y yo solo no puedo apartar la mirada de Chastity, esa maldita cría de mierda que mueve el culo sobre la pierna del Capo, cada que se inclina para colocar la carta elegida por él, el Boss intenta hacer contacto conmigo, no lo permito, sé que si lo hago me joderá la noche y quiero hacerle entender a ella, quién es su dueño.—Ficha verde —habla una de las sumisas que está para cerciorarse que no haya trampas.Ingenua, los mafiosos es lo que usamos. Comienza una nueva partida, las cartas se reparten, observo las mías con mal gesto, Viera no ha dejado de restregarse en mi cuerpo como lo que es, una puta. Hacemos la tirada, el capo hace un movimiento veloz y estoy seguro que lo ha hecho a propósito. Su mano
CHASTITY No me puedo sentir más humillada, mientras me encuentro en el auto del Capo de la mafia italiana, ya voy pensando en cómo hacerle pagar esto a Edmon Lebedev. Hacer que lo follara frente a Killian Stolkov no se lo paso, por ahora mi único objetivo es sacarle información sobre su madre, que de sus contiendas no me interesa nada.—Parece que estás pensando en cómo asesinar a alguien.La voz gruesa de Killian hace que salga de mi ensimismamiento, levanto la mirada y lo encuentro recorriendo mis piernas, una de ellas desnuda por el corte abierto del vestido.«No importa lo que tenga que hacer» me repito.—No es tu asunto.Ríe.
CHASTITYEl ambiente es hostil, nadie dice nada, tampoco es que me importe mucho, soy la Koroleva de la Bratva y aunque sea un puesto de papel, por pura apariencia, sé jugar mis cartas, Edmon ha arruinado mis planes por el momento, no hago preguntas estúpidas, conozco las leyes de la mafia, en estos meses me las he aprendido de memoria, y una de ellas es que la mafia italiana sabe pagar favores, evitar una contienda hace que mi instinto de supervivencia se ponga en alerta.—UnderBoss —habla el capo rompiendo el silenció—. Interesante, llegaste antes de lo esperado.Edmon tensa el cuerpo, no aparta la mirada de lo que le interesa, y eso es joderme la existencia. Doy un paso adelante.—Me debes una —susurro solo para los dos.
CHASTITY Mientras me llevan escoltada a no sé dónde, mi cabeza no deja de dar vueltas en el hecho del por qué me traicionó de esta manera Lukyan. Se supone que este iba a ser nuestro pequeño secreto, pero al parecer ha decidido no jugar el mismo juego. —Aquí —habla el Voyeviki que me lleva. Alzo la vista, una celda fría y mugrienta aparece frente a mis ojos, no me sorprende, estos lugares los conozco por Lukyan, quien desde el primer momento me dio un recorrido con el único objetivo de inferir miedo en mí, cosa que no logró, y ahora estoy aquí, a punto de pisar un sitio que huele a sangre. El Voyeviki me quita las esposas y me da un empujón innecesario para adentrarme, cierran las rejas murmurando la palabra traidora, de haber sabido que me pasaría esto, me hubiese quedado con Killian en Italia, estar&iac
KILLIAN —¿Cómo es ella? La pregunta me hace apartar la mirada de la ventana, la noche me resulta tentativa, manipuladora y hostil, como la mujer que está detrás de mí. Le doy un trago a mi bebida y corro la cortina cubriendo el paisaje tétrico de Florencia a estas horas de la madrugada. —Terca, impulsiva, valiente, mordaz y manipuladora —respondo con seguridad—. Cualidades que estoy seguro heredó de ti. Mi respuesta parece agradarle, porque relaja el gesto. La rubia de ojos grises sonríe, y creo ser el primero en ver que lo hace. —Ella es mi vivo retrato, necesito que se case contigo —se pone de pie. Me quedo callado, odio la idea de estar atado a una mujer, es hermosa, mucho, de hecho, pero eso no le quita el hecho de que sea una perra, Edmon Lebedev parece que le tiene respeto aunque no lo
CHASTITYEl sonido estridente hace que me despierte de mala gana, no han dejado de aporrear la puerta, y es que a diferencia de otras habitaciones, esta es una de máxima seguridad, no he salido en tres horas, y así quiero que sea, necesito estar alejada de Edmon, tampoco he querido ver a Livy, la verdad, es que en estos momentos estoy enfadada con ella, se ha follado a Edmon y ha vuelto a consumir cocaína. Las dos a la vez.Un respiro es lo que necesito, el problema es que nadie sabe que he estado espiándolos, al principio pensé en hacer un drama, enfrentarlos, ¿y luego qué? Edmon y yo no somos nada, no hay amor entre ambos, y pese a que comienzo a sentir cosas extrañas por él, no tengo derecho alguno a reclamarle algo, somos libres de follar a quien sea, sin embargo, lo que me duele es que mi mejor amiga, se lo ti
CHASTITYLos labios de Edmon descienden por mi cuello hasta mis hombros, arrasando con cada parte de mi buen juicio, y es que sus palabras hacen ebullición en mi pecho, siente algo por mí, lo hace, pero todo se oscurece cuando recuerdo lo de anoche y su plan.—Detente —pido volviendo a ser la misma.No me presta atención, por el contrario, sigue besando mi cuerpo hasta encontrar el camino hacia la curvatura de mis senos, envolviendo mi pezón con su boca, me está excitando y eso no debe pasar.—No quiero —me remuevo inquieta—. Largo, mafioso de mierda.Succiona con más fuerza. Se me viene encima.&mdash
EDMON Hay errores que se pagan con creces, y este es el que estoy pagando yo al haberme metido con una mujer que subestimé, una puta que ahora babea con mi polla, y otra que me tiene confundido a tal punto que creo sentir cosas que nunca he sentido por ninguna mujer de la Bratva, y es que cuando Chastity salía seguramente con niñatos pendejos que le metían la lengua, yo ya salía con mujeres vestidas de cuero, con mentes asesinas. Esa maldita cría me ha desafiado, se ha atrevido a golpearme el rostro, no solo eso, se ha convertido sin quererlo, en mi jodida fantasía, porque sí, el deseo que surge cuando la veo, es tan intenso, insano y tóxico, que el león se ve en la necesidad de perseguir y acechar a modo siniestro a la tierna gacela. Ahora Viera está embarazada y cambian los planes. —¿No piensan decir nada? —la mujer, a la