POV de AlejandroLa atmósfera en el almacén era densa, cargada de tensión. Las sombras que se acercaban se definían cada vez más, y podía sentir la amenaza que representaban. Sabía que debía proteger a Carmen a toda costa, pero una parte de mí también sabía que estaba a punto de caer en un juego peligroso.**“¿Quiénes son ustedes?”** pregunté, tratando de mantener mi voz firme. Miré a la figura al frente, un tipo que me resultaba vagamente familiar. Tenía una sonrisa despectiva, como si se deleitara con nuestra situación.**“Solo unos amigos que querían visitarlos,”** dijo el hombre, dando un paso adelante. **“He estado escuchando sobre sus pequeñas aventuras. Se han vuelto bastante notorios en la comunidad.”****“¿Qué quieres?”** Carmen interrumpió, su voz temblando un poco, pero manteniendo la determinación. Esa era una de las cosas que más admiraba de ella; siempre encontraba la fuerza para enfrentar lo desconocido.**“Oh, cariño, no seas tan impaciente. Solo queremos hablar,”** re
POV de AlejandroMientras nos alejábamos del almacén, el eco de las palabras del hombre aún resonaba en mi mente. **"Siempre estaré aquí, esperando a que caigas."** Era una amenaza velada, una promesa que eludía el tiempo y el espacio, como si, sin importar cuán lejos me fuera, siempre estaría presente.Carmen apretó mi mano con más fuerza mientras caminábamos por las calles desiertas hacia el coche. El viento nocturno se filtraba a través de los edificios, trayendo consigo una sensación de inquietud. El almacén, ahora lejos de nuestra vista, seguía siendo un recordatorio de lo que había dejado atrás: un pasado lleno de sombras, secretos y decisiones que nunca debí haber tomado.**"Alejandro, ¿qué estás pensando?"** preguntó Carmen, rompiendo el silencio. Su voz era suave, pero había una preocupación genuina detrás de sus palabras.**"No puedo dejar de pensar en él,"** respondí, mirando hacia el suelo. **"En lo que me dijo. Siempre ha tenido esa forma de control sobre mí. Incluso ahor
POV de CarmenLa luz del sol se filtraba por la ventana, llenando la habitación con una calidez que, en ese momento, me parecía un consuelo frágil. Alejandro estaba sentado al borde de la cama, sosteniendo su taza de café como si fuera un salvavidas. Su expresión estaba marcada por una mezcla de lucha interna y determinación. En ese momento, comprendí que la batalla no solo se libraba en el exterior; también estaba teniendo lugar en su interior, y me necesitaba más que nunca.**“Alejandro,”** comencé, sintiendo que mis palabras eran un hilo delicado que podía romperse con facilidad. **“Tú no eres lo que temes. Eres un hombre fuerte, y eso no cambia solo porque alguien intente manipularte.”**Él giró su mirada hacia mí, su tristeza palpable en el aire. **“No se trata solo de eso, Carmen. Hay partes de mí que no puedo controlar. Partes que pueden hacerte daño.”****“Pero yo estoy aquí,”** le recordé, acercándome un poco más. **“Estoy aquí para ayudarte. No tienes que enfrentarlo solo.”*
POV de CarmenLos días siguientes fueron una mezcla de tensión y determinación. Después de nuestra tensa reunión con Javier y aquellos hombres, cada momento me pareció cargado de un significado más profundo. El aire estaba impregnado de la incertidumbre de lo que estaba por venir. Alejandro y yo teníamos que ser estratégicos, pero también necesitábamos proteger lo que más amábamos: nuestra relación y el futuro que estábamos construyendo juntos.**“Carmen, tenemos que hablar,”** dijo Alejandro una noche mientras estábamos sentados en la sala, la luz tenue iluminando sus rasgos. Su tono era grave, y su expresión seria. **“¿Sobre qué?”** pregunté, sintiendo una punzada de ansiedad en mi estómago.**“Sobre lo que sucedió con esos hombres. No podemos permitir que esto se salga de control.”** Se pasó una mano por el cabello, un gesto que hacía cuando estaba estresado. **“Si realmente están involucrados con el fuego del almacén, necesitan saber que estamos dispuestos a luchar.”****“Pero, A
POV de AlejandroLa mañana después de nuestra reunión con la policía, me desperté con una sensación de presión en el pecho. Carmen había decidido ser valiente, enfrentando la incertidumbre y el peligro que se cernía sobre nosotros. Sin embargo, esa valentía no eliminaba mi preocupación. Cada vez que pensaba en Javier, en su conexión con la organización criminal y en lo que podrían hacerme a mí o a Carmen, el temor se hacía más palpable.**“Alejandro,”** me llamaron. Era Carmen, quien entró en la habitación con una taza de café humeante en las manos. Su rostro mostraba un brillo de determinación, pero también una sombra de preocupación que no podía ignorar.**“¿Cómo amaneciste?”** le pregunté, tomando la taza de sus manos y sintiendo su calidez. **“Mejor, gracias. Estuve pensando en nuestra próxima reunión con Javier. Creo que necesitamos establecer un plan más sólido,”** respondió, su mirada fija en mis ojos.**“Tienes razón. Pero también debemos tener cuidado. Javier podría tener su
POV de CarmenEl abrazo de Alejandro me proporcionó una mezcla de alivio y temor. **“Estás aquí. Estás a salvo,”** dije, tratando de calmarme, aunque el eco de la lucha resonaba en mi mente. Las sombras del almacén parecían cobrar vida, recordándome el caos que acababa de presenciar. **“Pero nosotros… ¿qué haremos ahora?”****“Tenemos que salir de aquí, Carmen. No podemos quedarnos,”** dijo Alejandro, su voz era un faro de determinación en medio de la oscuridad. Supe que su mente estaba trabajando a mil por hora, formulando un plan, buscando una salida.**“¿Qué pasa con Javier?”** pregunté, sintiendo una punzada en el corazón al recordar su rostro. Había sido un amigo, y ahora, el miedo a que estuviera en peligro me aterrorizaba.**“No sé. No podemos pensar en eso ahora. Solo debemos salir,”** respondió Alejandro, y aunque comprendía la lógica detrás de sus palabras, no podía evitar sentir una profunda preocupación por él.Nos movimos juntos entre los restos del almacén. Las luces par
POV de CarmenMi corazón aún latía con fuerza después de lo que acabábamos de vivir. La adrenalina seguía corriendo por mis venas mientras conducía a Carmen y Javier lejos de la escena. **“¿Estás bien?”** le pregunté a Javier, que estaba sentado en el asiento trasero, visiblemente agitado.**“Sí, creo que sí,”** respondió, aunque su voz temblaba. Miré por el espejo retrovisor y vi la preocupación en su rostro. **“Gracias por venir por mí. No debieron arriesgarse.”****“No íbamos a dejarte atrás,”** respondí, apretando el volante con fuerza. **“Eres parte de nuestra familia. Siempre lo serás.”**Carmen se volvió hacia mí, su mirada llena de agradecimiento. **“Alejandro, hiciste lo correcto. Pero ahora, ¿qué haremos? ¿Quiénes eran esos hombres?”****“Son parte de una organización peligrosa,”** respondí, mi mente trabajando a mil por hora. **“No podemos quedarnos aquí. Necesitamos un lugar seguro donde podamos planear nuestro siguiente movimiento.”**---Después de unos minutos de silenc
POV de Carmen**"Alejandro, por favor, basta ya..."**, dije con voz temblorosa, tratando de alcanzar su mirada mientras lo veía luchar con una intensidad descomunal. La rabia en sus ojos era casi inhumana, su cuerpo estaba cubierto de sudor y sangre, pero él seguía avanzando hacia los hombres de ‘Los Sombra’. Estaba tan cegado por la furia que no escuchaba ni mi voz ni mis súplicas.**"¡No hasta que todos ellos paguen por lo que nos han hecho!"** gritó Alejandro, con el tono lleno de rabia, y su puño se estrelló contra el rostro de uno de los hombres. El sonido del impacto me hizo estremecerme, pero lo que realmente me aterrorizaba era ver cómo estaba perdiendo el control.Di un paso hacia él, consciente del peligro, pero no podía quedarme quieta. **"¡Alejandro, por favor, detente! ¡Así no resolveremos nada!"** Mi voz se rompió al final de la frase, pero no podía permitir que su furia lo consumiera.Finalmente, logró derribar al último hombre, dejándolo inconsciente en el suelo. Respi